20051226

Más educación tiene un gato


Vamos rajando vestiduras por el "escándalo" que significa la PSU. ¡Cómo puede ser que haya tanta diferencia entre los establecimientos pobres y los ricos! Uyuyuy. Afortunadamente ha habido buenas columnas de opinión en la prensa en estos días, algo de luz entre tanta oscuridad intelectual. José Joaquín Brunner, en La Tercera, volvió a decir lo que dice todos los años en esta fecha: no tiene ninguna gracia que los "ricos" triunfen, porque discriminan de entrada. A esos establecimientos entran niños que están en ambientes proclives al estudio. Tienen computadores, conocen los libros, en sus casas hay intercambio de ideas y diálogos. Los colegios que "triunfan" en la PSU gastan, en promedio, $150 mil pesos mensuales en sus alumnos. Los "particulares subvencionados", $30 mil.

Esto es un escándalo por donde se lo mire, y lo es aún más si consideramos que incluso esa educación de 150 lucas al mes, si se la compara con países que toman en serio su sistema educativo -y que no necesariamente son del primer mundo-, es espantosamente mala. Cada prueba internacional de educación vuelve a desnudar al rey. O sea, nos hacen tontos "casi" por igual a pobres y a ricos. Y digo "casi" porque lo que hace un colegio de 150 lucas -en realidad uno de 200 en Santiago- es, más que educar, proveer al "educando" de una red de contactos. O sea, no sólo dar la PSU es relativamente fácil para los jóvenes que salen de este tipo de colegios, sino que por ese hecho, pasan automáticamente a formar parte de una informal y muy extensa red de apoyos mutuos. En Chile hacen poner, en los curriculos, de qué colegio salió uno. ¡QUÉ CHUCHA IMPORTA! La persona que está entregando un curriculo en una empresa YA PASÓ por la universidad, y -se supone- fue capaz de realizar hazañas intelectuales superiores a las que se le exigían en el colegio. Pero igual los jefes de personal preguntan: ¿de qué colegio saliste? Lo hacen porque en el fondo lo que importa no es tu cabeza, sino tus amigos, la plata que tenían tus padres, el lugar donde naciste.

Preguntar de qué colegio salió uno debería ser ilegal, así como poner la foto en el curriculo. Y estos son los problemas que tienen los privilegiados que lograron estudiar algo en una universidad... ¡Imagínense cómo será para los que salieron de colegios de 30 lucas al mes! Ellos y ellas simplemente no tienen chance alguna... de nada.

El problema es que mientras más se asiente este sistema de castas, peor para el país. En el fondo nos estamos fijando en la diferencia entre unos y otros... aún ni siquiera entramos en el tema de la calidad general de la educación. Brunner siempre ha sostenido que la manera de empezar a resolver el problema es tirar más plata a los colegios de 30 lucas. Más subvenciones. Eso, sostiene, podría ser un paliativo a la patente desigualdad que ni la derecha discute. En el otro extremo está Gonzalo Vial, el hombre QUE INVENTÓ ESCRIBIR CON MAYÚSCULAS CUANDO SE ENOJA. Sus columnas en La Segunda siempre han estado llenas de mayúsculas. Hombre en extremo conservador -nadie es perfecto-, Vial al menos le ha apuntado a la desastrosa conducción en educación que ha vivido Chile en las últimas décadas, y también le ha apuntado al tema de que sin la familia, es poco lo que los colegios, así reciban 400 lucas al mes por alumno, puedan hacer.

Lo próximo que uno podría decir es que éste "es un tema complejo". Y lo es. Lo voy a complejizar aún más. Los cabros chicos vienen mal, vienen rematados de flojos, con ínfulas de grandes señores. Los cabros chicos pobres y los cabros chicos ricos. No tienen muchas ganas de estudiar, pero sí de logar el éxito. En la revista El Sábado hicieron un buen artículo al respecto: es una generación de pergenios que se ha criado más con la obligación del éxito que con la del rigor. ¿Cómo lo explico? La tele, Marcelo Salas, Massú y González, son populares. La trigonometría, no. Y la pergeniada pobre recibirá una educación mala, pero no es tonta... ¿para qué esforzarse en un colegio, si al final el salto cualitativo que uno puede hacer con respecto a sus padres, es enano? La universidad no es para ellos, y solo la condición de profesional permite en Chile -algo- la movilidad social.

Entonces qué. No sé. Yo también me eduqué en Chile, así que soy medio ignorantón. Lo que sí sé es que el asunto no puede esperar más. Si hay algo que permite la movilidad social, sin guerras ni revoluciones mediante, es la educación. Y necesitamos movilidad social no sólo por un tema de justicia, sino de economía. Ahí se juntan la izquierda y la derecha. Pero solo en el papel, porque hasta ahora, ha sido el sofá de Don Otto: la PAA era mala, ah, entonces la vamos a cambiar por la PSU. Lo malo de la educación chilena no está en medirla, sino en que virtualmente no existe para un gigantesco porcentaje de la población.

¿Educación pública, no discriminatoria, gratuita y de calidad para todos? Sueñen. Pero ¿por qué no? ¿Por qué el liceo no puede ser igual de bueno que, digamos, el Grange? Según Brunner, eso debe ser. Según Vial, también hay que arreglar las familias de los pergenios. Según yo... me inclino más por Brunner, aunque creo que Vial tiene razón. Si esperamos a arreglar la "moral", podemos morirnos haciéndolo. Aunque creo que no es llegar y tirar la plata, creo que quien nos vaya a gobernar en los próximos años debe gastar sueño, energía, canas y sudor en la idea de que el liceo sea tan bueno como el colegio privado. Recientemente tuvimos una "super" señal de la Concertación. El ministro de Educación dejó su pega de la noche a la mañana para ir a ayudar a la candidata en problemas. Ayayayay.

Las posiciones de Brunner y Vial están un tanto caricaturizadas, para la rápida comprensión de este blog. La verdad es que no las entiendo mucho... son demasiado complejas para mí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para ilustrar el comentario: en Japón, el año escolar está dividido en tres etapas (menos espacio sin estudios para los niños), en vacaciones los jóvenes deben hacer un calendario de responsabilidades e ir a la escuela un par de veces para analizarlo con el profesor; los padres supervisan de cerca del tema; las pruebas son analizadas por organismos independientes de la escuela y el profesor y sus resultados son vinculantes, es decir, un cabro puede fracasar si la prueba externa fue mala, aunque la prueba interna haya sido buena. Pero también, los japoneses tienen algunos de los índices de suicidios juveniles más altos del Mundo.
Saludos
Carlos Valencia

Isabel dijo...

Ojalá yo hubiera estudiado en Japón.

Injusticias del CV en Chile: la foto, la "buena presencia", la fecha de nacimiento, el estado civil...!

Otra idea: ¿no son los medios poderosos instrumentos sociales? ¿no se podrían mostrar personas más representativa de Chile logrando lo que queremos que signifique éxito en el país? (no sé, elige lo que quieras: una joven de provincia, usando sus estudios para mejorar su región). Quiero decir... aparte de actores de teleserie y bailarines/cantantes eso sí, ¿no?

Sayonara.