20050421

Diez años de "Sangre Azul"

Este año se cumplen diez desde que publiqué mi libro de cuentos "Sangre Azul" (Editorial Grijalbo, 1995) y este es todo el homenaje que voy a hacer. Aquí va el cuento que le dio nombre al libro. Ha pasado el tiempo, pero aún me encuentro con gente que recuerda este tiempo, el primero que publiqué en serio (el 92, en "Zona de Contacto"). No tengo copia de "Sangre Azul". Tal vez en las librerías de viejo, de calle San Diego, se encuentre alguno. Hay más cuentos en ese libro; mi recuerdo es que algunos me gustan más que "sangre".
Encontré esta copia del cuento que bautiza el libro en Internet. Creo que pasa bien la prueba del tiempo. Es corto, pero así eran las demandas de la revista que lo publicaba. Lo escribí de una patada en alguna tarde de 1992: yo tenía 22 años, Dios mío.



Sangre Azul

MÁS QUE UN EQUIPO DE FÚTBOL, esto es una pasión que se lleva adentro, compadre, algo que te toca las fibras más íntimas del corazón, algo con lo que nunca voy a permitir que me agarres para el hueveo, no sé si me voy dando a entender. Al principio eran las pichangas en el barrio, las primeras fiestas, toda esa cantidad de minas que nos pescábamos juntos. Después cambiaste, después del noventa y uno te convertiste en uno de ellos, y hasta ahí llegamos juntos no más, yo no. te pude seguir, tú no me pudiste seguir a mí, así es la vida.
Me acuerdo, éramos los reyes de la jarana, las noches de fin de semana temblando a nuestro paso. Me acuerdo, compadre, cómo la Gran Avenida se nos abría de piernas en las discotecas, cómo los ingenieros de la Compañía de Cervecerías Unidas se quebraban la cabeza ideando la forma de satisfacer nuestras gargantas.
¿Puedes recordar la liguilla del ochenta, compadrito? Los dos juntos en el estadio, pendejos todavía los dos, pero ahí, en donde todo quemaba con un calor que nadie más conocía, debajo del marcador, vibrando con el penal que el loco Carvallo le atajaba al llorón Carlitos Rivas y luego ese pase largo para el chico Hoffens que corría solo por la derecha dejando atrás a los cogoteros, la pelota que recibía el Sandrino Castec, que apenas la tocaba para el turco Salah y el turco enchufándola'con tuti adentro del arco, con Gato Osbén y todo para adentro, rompiendo la red al minuto ochenta y nueve. La U dos, Cogoteros uno, la U a la Copa Libertadores de América y nosotros más felices que la cresta.
No podía saber entonces que lo que te gustaba a ti no era el sentimiento, la pasión, sino el gustillo a triunfo. No dijiste nada cuando el turco se fue de entrenador al Colo Colo, de a poco comenzaste a abandonar los estadios. Cuando bajamos a segunda, amenazaste incluso con abandonar el equipo.
Lo pasábamos bien, sí, pero al mismo tiempo eras bien traidor, conchetumadre., Te pegabas al televisor viendo la Copa Libertadores, me acuerdo clarísimo: yo salté con el gol de Boca en Buenos Aires y tú ahí, sentado en el asiento, mudo, bebiendo tu cerveza como si te hubiese dolido.
Ya todo estaba claro para entonces, cuando te vi en la calle celebrando el triunfo ante Boca aquí en Santiago. Te pudiste haber ahorrado el discurso. "Necesito un equipo que sepa ser campeón, viejo", dijiste, y entonces pensé que algunos seres humanos pueden llegar a ser más arrastrados que un gusano incluso.
Supe que fuiste al Monumental para la final, te vieron con un mantelito blanco amarrado a un palo, supe que en Plaza Italia saqueaste tiendas de tan raja que estabas. Pero tu sello estaba allí, viejo. Eras un palestino en medio de los milicos judíos, un yanqui rodeado de norvietnamitas.
Llevabas el sello invisible de la U, y por eso rompiste más vidrios que cualquier indio maricón.
Ahora te veo allí a través del lente de acercamiento, en medio de la Garra Blanca, con la cara toda pintada, creyéndose un guerrero mapuche antes de entrar en la batalla contra los españoles. Una cancha de fútbol nos separa y tú no te das cuenta que te observo, ni sospechas que estoy acá. Olvidaste todo el hueveo, el carrete de cuando chicos. Ahora trabajas en una oficina y te descargas en el estadio. Me da risa, necesitas un equipo que sepa ser campeón.
Sale Colo Colo, sale la U. El ruido, los proyectiles y el papel picado inundan el aire y la cancha. Pero hay un sonido que apenas escuchas, que no presientes que es para ti. Hay un proyectil que se te clava en la mitad del pecho y entonces caes en el medio de la Garra Blanca. Sólo entonces recuerdas que a la U nadie la traiciona.
Y, mientras te observo a través de la mira telescópica, veo que del corazón te brota sangre azul.
tus comentarios, si no bienvenidos, al menos serán leídos

22 comentarios:

Alfredo Sepúlveda dijo...

me encanta todo lo que escribes!!!!!
Marcela

AV dijo...

Me gustó lo que escribes.. pero no me gusta el famoso casimiro etc.. etc.. es como fome y repetitivo..
Adios
Saludos

Anónimo dijo...

Alfredo:
Me encanta tu forma de escribir. Cada vez que te leo me quedo con el gusto y amor por este periodismo.
En Sangre Azul,me encontre con el nombre de mi tío . ¡ que sopresa!.
Te felicito por tu blog y por permitir leer tus historias.( ya que te había buscado en el sábado)

Anónimo dijo...

Hola Alfredo!

Escarbando unos papeles encontré una fotocopia de este cuento cuando fue publicado originalmente. Me dieron ganas de buscarlo para guardarlo en el pc y llegué casualmente a este blog.

Recuerdo cómo nos marcó este cuento, fundamentalmente porque en esos años (el 92 tenía 13 años) los azules tuvimos que soportar constantes humillaciones de zorras y monjas, y este cuento nos recordaba lo que era la traición, pero también lo que era el principal lazo de amistad con mis amigos: la "U". El premio a nuestra lealtad llegaría en 1994, cuando nos arrancamos de nuestros padres para ver salir campeón a la "U" en El Salvador, lo que se convirtió en la aventura máxima de nuestras vidas quinceañeras, llena de anecdotas, aventuras, sentimientos y unos cuantos correazos cuando regresamos a Santiago.

Hoy ya han pasado 14 años desde que publicaste este cuento, pero mi sentimiento y amor por los colores es el mismo de cuando tenía 6 años y no cambiará jamás.

Te agradezco por tu creatividad, tu amor por los colores y por este tremendo cuento que sin duda nos marcó a muchos... Y si no lo sientes así, puedes preguntar en el estadio... te aseguro que nadie se olvidará jamás de "Sangre Azul".

SalT_Tdos!

Anónimo dijo...

Gracias x este cuento.. lo tngo del libro de cuentos de la zona, siempre lo imboco en dias como hoy, previo a un clasico.. y hoy mas q nunca me parece actual, la moda cogotera en el top de lo top, y nosotros ahi.. dando la cara, en las buenas y en las malas.. como dice nuestra hinchada: ganes o pierdas, aqui estamos.. esa es la diferencia.
Vamos leon!

Anónimo dijo...

Que gran recuerdo pensando en el clasico de mañana me acorde cuando mi papa me leyo el cuento por primera vez, tenia como 10 años y mi amor por la U ya era grande y quize recordar la historia y buscando llegue aca
Que gran libro ojala se pueda hacer un segundo libro y que nuestros hijos se duerman con las historias azules

Saludos

Anónimo dijo...

Puta que me gusta este relato... me encanta y se leerlo cada cierto tiempo...

Gracias por tan buen relato, por tan buen libro.

Somos los de sangre AZUL

Anónimo dijo...

Buen cuento esperamos con ansias la historia contemporanea para que enseñe a los chicos que la U es una forma de vida no una excusa para robar y tomar un dia domingo...
que vuelvan las mochilas a la reja
saludos

Master of paint!!! dijo...

Hoy me encontre con esta sorpresa...que recuerdos de cuando lei por primera vez tu libro...Sangre Azul, que recuerdos otros tiempos, que a quienes tubimos la oportunidad de vivirlos si que nos marcaron y que tu plasmaste a la perfeccion en ese cuento.

Unknown dijo...

Alfredo, ayudanos...hoy 11.09.2008 en The Clinic salió lo siguiente:
"Sabia ud. que Los Hinchas de la U son mamones"...
Por favor, dedicanos a los hinchas de la U algo potente que le enseñe al tarado que escribió eso (que seguro no son todos los periodistas del The Clinic)lo que es la U y la pasion de tenerla en el corazon.
Seguro que superar este relato de Sangre Azul es imposible, pero tu teclado seguro puede regalarnos un poco más...

Anónimo dijo...

yo tengo tu libro, lo compre por la conmocion que me produjo el cuento...es la mejor manera de mostrar la mistica azul, que nos mueve aun, a los pendejos exitistas de hoy.
Saludos ¡¡¡¡¡grande la U!!!!!

Carlos Cubas dijo...

Que gran cuento, como la U, es todo un sentimiento.

vene dijo...

hola
bueno aparte de dar mis felicitaciones por el libro sangre azul , me gustaria que si fuese posible me ayudaras a conseguir un ejemplar,con algun dato de donde podria encontrarlo o lo que fuera.. ya que he buscado por muchos lados y no logro conseguirlo.

y la verdad si me dieras una ayuda te lo agradeceria muchisimo..
mis saludos.

Mauricio Millaqueo dijo...

exelente saber que hay personas letradas con el sentimiento de realizar este libro, mis mas sincero respeto y ese cuento en particular refleja todo lo vivido cuando yo era un pendejo de 6 años q su tio le compro la camiseta azul de ese tiempo y me volvia loco por mis colores y sobre todo cuando todos mis ami9os se voltiaron y hincharon por los cogoteros , en ese tiempo cabrochico me quede solo aguantando por mis colores y lo sigo haciendo pues es parte de mis ideales y de mis valores

Marco Valdovinos dijo...

Yo tengo una copia del libro. Grande Alfredo!!!!!

Anónimo dijo...

Tu no debes saber el culto que le tiene a este libro y cuento en particular por parte de los viejos hinchas azules.

Anónimo dijo...

Donde puedo encontrar tu libro si tienes algun dato o algun ejemplar te lo agradeceria mucho.

deportista dijo...

felicitaciones por el cuento..felicitaciones a la U el equipo mas uruguayo de Chile.!!!! abrazo de un uruguayo azul

Camy dijo...

yo lo tengo...y este año que paso lo recorde mas que nunca"hay gente que necesita ser campeon"..soy hincha de la U y ha sido el libro que mas he disfrutado y si mi sueñp de ir a ver a la U a Japon se esta por cumplir

Daniel dijo...

Alfredo, notable lo que escribes... como muchos, encontré tu cuento escarbando entre libros que tenía por ahí un poco olvidados (tengo una copia de cuentos con walkman)

Sangre Azul es notable!!! de verdad muy bueno. Sería un gusto poder leer más de lo que escribes.

Saludos

Araucaner dijo...

Encontré el blog y el cuento por casualidad. por estos días estaba echando unos repasos sueltos a Cuentos con Walkman.Las sensaciones al leerlo hoy fueron muy parecidas a cuando lo leí por primera vez. Entonces pensé que con el tiempo iba a ver las cosas de forma distinta. Hoy las veo de forma distinta pero este de ahora es otro, aunque aún con la sangre azul.Se echa de menos otros cuentos de la U como este.

Recuerdos dijo...

Querido Alfredo:
En medio de la pandemia, encontré entre mis libro está hermosa pieza literaria que resalta los valores de lealtad, fidelidad y amor incondicional.Asi pude recordar muchos sentimientos que volví a vivir al leer "Sangre Azul", que debió haber sido lectura fundamental en el camarón de los Leones hace un par de semanas.
Azul, ayer, ahora y siempre.
Pancho Worlitzky, uno de sangre azul siempre hace 70 años.