20070529

¡Nace una estrella!

Corríjanme si me equivoco, pero este hombre es la primera estrella seria de la blogósfera chilena... Es el famoso "Chilecomenta". Aquí la última entrega (larga, 9 minutos). El de abajo parece ser un clásico.

20070524

Mares de Titán


El viejo Kurt escribió "Las sirenas de Titán". Se murió, y la sonda Cassini envía semanas después fotos de los mares que hay en Titán, la luna más grande de Saturno. ¿Qué tal?

20070522

Shrek!


Hace unos años compré el "Shrek!" original, el de William Steig. Es un libro diferente al Shrek! de la película. El Shrek de Steig es feo feo, y algo malo. Pero -leo en una columna del New Yorker, y comparto la idea- lo que más lo caracteriza es que es una especie de ciego ante la belleza, y por lo tanto un inmune a todo. El se va por la vida en busca de algo... hasta que lo encuentra: una princesa tan fea como él: "Y vivieron horribles para siempre".

Se viene ahora la tercera parte de la saga. A mí la primera me pareció soberbia. El New Yorker dice que el gustillo anti-Disney que tenía la primera se ha hecho cada vez más amargo.

20070518

Los rayos X de las buenas canciones

Una compañía estadounidense, Platinum Blues, se dedica a analizar patrones matemáticos en las canciones. Es decir, toman categorías como ritmo o tono, y además el contexto social de las canciones y las estudian con modelos computacionales. Lo han hecho con millones de temas que se pueden bajar legalmente. Acto seguido, han visto dónde se ubican en un gráfico las canciones que han tenido más éxito, las más vendidas. Y han identificado "clusters", nubes donde grupos de centenas de miles de canciones caen. Y venden este conocimiento a las disqueras. Las disqueras tienen un nuevo tema, y esta empresa lo analiza y ve qué tan lejos o cerca está de los clusters exitosos. Y parece que le achuntan. Y además sirve para recomendar canciones.
Una conferencia con Mike McCready, el dueño de la compañía, en la nueva página de la revista New Yorker.

Bernardo: terminé el manuscrito

¡Terminé!
Yes yes yes. Oh yeah, yes yes yes. Oh my god, yes yes yes!
436 páginas.
Ahora falta tapar algunos baches y estamos.

20070516

Mejor comienzo de novela chilena

Por razones que tienen que ver con mis deficiencias, carencias y envidias, nunca me simpatizó Alejandro Zambra, pese a que no lo conozco personalmente. Alguna vez le ofrecí puñetes virtuales a través de la sección de cartas de LUN a raíz de un ataque que recibí cuando él criticaba libros en ese diario: no sé cómo entré -para mal- en el baile de un libro en el que yo no tenía nada que ver. Me atacó por lo de siempre: Zona de Contacto, cuicos, ABC1, escritores pendejos e idiotas...
Ayer en una librería le di un vistazo a su última novela "La vida privada de los árboles". El título ya me parecía endiabladamente bueno, pero tengo que decir que las dos páginas iniciales que leí son lejos el mejor comienzo de novela que he leído jamás en la literatura chilena. Hay algo allí que no había visto nunca. Creo que es un uso de la poesía que no es falso ni mamón, y que ni siquiera se nota mucho. De veras me tocó. Primero lo envidié y después me alegré de que esas dos páginas existieran. Así es la cosa.

20070502

Esto está bueno

Lejos, lo mejor que he leído sobre el tema de la Educación en estos últimos meses. Beltrán Mena, el domingo pasado, en Artes y Letras de El Mercurio:

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La Escuela


Las escuelas que conocemos monopolizan los sueños y preparan mal para alcanzarlos. El reciente debate sobre educación expuso un espectro de opiniones amplio sólo en apariencia. Muchas propuestas para gestionar las escuelas, pero ninguna que cuestionara la necesidad de su existencia.
Educación sí, ¿pero por qué escuelas? Las que tenemos son cajas donde entran niños indiferenciados y salen mejor o peor preparados para ingresar a la siguiente caja -la universidad- el resto se desparrama por las praderas y se convierte en cazador recolector. La caja contiene profesores, programas de estudio y computadores (muy importantes, los computadores).
Este esquema se parece mucho a una fábrica e induce a gestionarlo como fábrica: ¿Más demanda? Más fábricas, o más eficientes. Pero mientras creamos que el único que puede educar es un profesor y el único lugar dónde hacerlo es la escuela, estamos condenados a la fabricación de ciudadanos estándar que habitarán un país estándar. La ecuación que exige "educación para todos" y "educación de calidad" no tiene solución bajo estos supuestos. Podemos intentarlo heroicamente, pero no tiene solución.
Estamos perdiendo el talento de los niños que educamos, pero también mucho talento que está fuera de las escuelas y que podría educarlos, que hoy no cuenta con la licencia ni los canales para hacerlo.
Hemos confundido los fines con los medios, educación con escolaridad. Debemos recordar que se educa a un niño para tres cosas: para que sea buena persona, para que sea buen ciudadano y para que desarrolle sus talentos. La ecuación no se resolverá ajustando las variables existentes, si no abriendo grandes puertas en el esquema actual, ideas de gestión que recluten el abundante talento que existe más allá del magisterio