Hace poco menos de un año, tres (o cuatro, no lo sabré nunca) pendejos, entraron a la casa de mis padres y balearon a mi papá. Voy a saltarme los escabrosos detalles, como que a mi mamá y a mi hermana discapacitada las hicieron tirarse al suelo, salvo para decir que un cinturón, un torniquete, el hecho de que mi viejo es cirujano, y la llegada del Samu, lo salvaron.
No así ADT, la empresa de alarmas, que dice que mi papá apretó "muy poco rato" el botón de pánico: y claro, se estaba desangrando (además, se supone que con "poco rato" debe funcionar:es un botón de "pánico").
Unos días después, Carabineros atrapó a uno de ellos. Era un pendejo de 19 años, que vivía en Colón Oriente. Es decir, un vecino.
No sé muy bien como, pero creo que el baleo sí tuvo que ver algo con esto, terminé embarcado en un reportaje sobre un colegio de La Pintana que se especializa en jóvenes "en riesgo social". Fueron varios días de reporteo, entre los que se incluye uno visitando las casas de los alumnos un día después de inundación.
Para poder acceder a esto, tuve que ceder en un principio periodístico que mantuve virgen durante todo mi paso por el "espectáculo": Jamás mostrar el artículo al entrevistado. Los sostenedores del colegio me pidieron esto y yo accedí antes de empezar. Pero lo que escribí no les gustó. La segunda versión que hice sí, pero a mí no, y a mi jefa en El Sábado, con razón, tampoco.
¿Qué diferencia había entre la primera versión y la segunda?
La primera versión era "la noticia negativa", como se dice en mamonish. La escuela me llevó "en un largo tour" por La Pintana, San Bernardo y Puente Alto. "Y vi la vida tal como es". Era un día después de una inundación. Y vi alcantarillas devolviéndose por el water, mujeres aporreadas, tipos de quince años durmiendo al mediodía frente a la tele, vi las famosas casas Copeva y la gente que aun queda en ellas, vi llanto, miseria, perros sarnosos, mediaguas sin ventanas, mucha gente durmiendo en una sola cama.
Vi también el esfuerzo de los profes por sacar adelante a sus alumnos. "El terremoto que ha ocurrido aquí", me dijo una profe, "es la destrucción de las familia popular". "Lo que queremos aquí", me dijo otra, "es sacar a los niños de sus casas, sacarlos de la calle".
Los sostenedores de la escuela odiaron el artículo. Les pareció que era verdad, pero también les pareció que "estigmatizaba", esa palabrilla tan ubicua, que pasó de la iconografía religiosa al análisis social. Es decir, yo ponía "estigmas" sobre mis entrevistados.
La segunda versión no era menos verdad que la primera. Pero era "la noticia positiva" (bbrrr). Los profes ayudaban a los niños, la gente celebraba los cumpleaños, los niños podían graduarse, el paseo por sus casas no estaba (para no traicionar la confianza de los padres en la escuela).
Vi venir la posibilidad de no publicar el artículo desde que recibí el mail con la palabra "estigmatización". La segunda versión fue un esfuerzo medio desesperado por reflotar un buque que los propios interesados no estaban interesados en que saliera del astillero.
Desde que mi jefa me dijo que el artículo no iba, le he estado dando vueltas al asunto. Tal vez más de las debidas. Pobreza, delincuencia, estigmatización, periodismo, todo junto.
El asunto es que tanto la primera versión como la segunda versión, tanto mi mirada, la del periodista culiado que va a meterse a lugares que su medio nunca cubre; como la mirada de los sostenedores de la escuela, la de quienes por bondad, decencia, llamado, o lo que sea, se dan el trabajo de crear una escuela para mocosos en riesgo social, son miradas incompletas. Ni ellos ni yo somos pobres. Así de simple.
La historia de la escuela es una historia bonita, pero ¿qué pasa después de la escuela? ¿Qué pasa con los jóvenes cuando egresan? Los sostenedores saben evidentemente más que yo, pero igual que yo, no es mucho lo que puedan hacer después en las vidas de los muchachos que educan. La educación que reciben, por más bien intencionada que sea, no los va a sacar de donde están. Es la única oportunidad que los mocosos tienen. Y se necesitan miles de oportunidades.
No caricaturicen lo que estoy tratando de decir: no ssotengo que estos niños están condenados a ser delincuentes. Pero dejémonos de huevadas y mariconadas: están en contacto con la delincuencia, están relacionados con ella (los ricos también, pero los ricos tienen papis, mamis, tíos, redes que los acogen en sus caídas). Si la clase política ha optado porque Carabineros sea una fuerza que no entra a muchas poblaciones de Chile (¿qué paco, en su sano juicio, está dispuesto a arriesgar la vida por 150 lucas al mes?), ¿qué queda para los niños que viven allí? Traficar pasta base no es algo raro. Andar con pistolas no es raro. Los raros son los otros, nosotros, los que tenemos mil oportunidades en la vida y podemos darnos el lujo de desperdiciar unas pocas. ¿De qué "ley" les estamos hablando?
Respuesta de la clase política a la delincuencia juvenil: rebajar la edad de responsabilidad penal. ¡El sillón de Don Otto! Los niños están aprendiendo a ser delincuentes a los 16 años. Ag, pego gon esta nueva ley, ya no apgendegán a los 16. Solucionado el pgroblema. Apgrendegán a los catogce.
5 comentarios:
hola profe ( fue profe mio alguna vez)
es excelente que por fin, y de una vez por todas, periodistas "buenos" se metan en estos problemas. Yo vengo de una población así, bueno en realidad vengo de una comuna que es entera así, como es san bernardo. La verdad es que para la gente de estás poblaciones, los periodistas `pasaron de ser los arquetipos de "alo eli" a ser personas q solo buscan lucro, al igual que muchos otros" con ellos. Y que sus historias eran mostradas de forma "estigmatizadora", pero no se han dado cuenta que así como ellos dicen ser estigamatizados por periodistas, también los periodistas están siendo estigmatizados por ellos.
y para muestra un boton, el último reportaje de contacto mostraba una villa el volcán, que logicamente iba a compañada de maniobras politicas y yad yada yada ( no es por pura buena onda que justamente ahora que el lema de la campaña de algunos es "anti-delincuencia, nuestra tv se llene de reportajes que supuestamente muestran la tan bullada "delincuencia tal como es". Entonces, por el contrario, yo conozco el volcán y a la gente le dieron nuevas casas que no fueron mostradas en su totalidad en el reportaje y que además es por todos sabidos que, por alguna razón que todos "supuestamente" desconocen, personas que no eran de las villas entraron y destrozaron la mayoria de las casas que esperaban ser arregledas y otras que ya habían sido arregladas, donde increiblemente no llegaron pacos y tampoco camaras.
pero por otro lado, es como comprendo y acojo las quejas de personas como estás que ya están hartas de ser mostradas como un producto más de consumo o que son vistas como sólo un voto. Soy de los que piensan que lass personas ya no quieren más compasión, más leches ni media aguas... pienso que lo que la spersonas de estas poblaciones realmente quieren es oportunidades y no ser más tratados como animales de carga que van sobre micros asquerosas a las 7 de la mañana.
lo digo porque yo vivo ahí... y por eso nadie viene a contarnos cuento, estoy por esta gente y espero que los periodistas se empiecen a meter de verdad en la vida diaria de estas personas...
pienso que la gente de estas poblas no piensan q ud es periodista culiado que va a meterse a lugares que su medio nunca cubre, sino que es la de otro periodista que va a buscar información que a nadie le interesa.
ahora bien, comparto con uds la mirada de que estos "sostenedores" corren una suerte socioeconimica parecida a la de uds y que ellos hacen su trabajo hasta que el niño egresa del cole, pero no se equivoque porque existen muchas personas que trabajan con niños hasta que son muy grandes y los ayudan siempre ( y siempre que ellos también quieran). quizas son los menos, pero hay, un ejemplo es la fundación domus de san bernardo comandada por una persona llamada bolivar aguayo que tiene muchos ingreso como empresario, pero que realmente no le importa y nunca le importado hacer propaganda, ni meterse en politica ni utilizar a estas personas como un medio de enaltecimiento propio y es una persona muy conocida en esta y otras comunas. Personas que trabajan silenciosamente detrás de las camaras y de los reportajes periodisticos, personas que la gente de "estas poblaciones" realemente quieren.
otro punto es que estos niños si están en contacto constante con la delincuencia, si viven en medio del trafico de los asquerosos marcianos y me da mucho gusto ver como una persona como ud se da cuenta y que vea cu´al es la verdadera realidad. Una de las razones del por qué cada vez más me gusta el periodismo y las comunicaciones es que es una importante herramienta de ayuda para las personas que en verdad no sufren día a día por las condicones en que viven, sino que sufren porque ven como otros grupos sociales ya, no solo se hacen ricos con su esfuerzo y trabajo, sino que tambi´´en con sus historias y lugare privados y eso realmente da rabia.
bueno le escribo este comentario porque realemente me toca este tema, espero que no moleste y bueno como uds mismo una vez nos dijo... debemos publicar temas a q a alguién le interesen y pienso que tanto esfuerzo desplegado por uds en ese reportaje, en verdad solo le interesa a la misma gente a la que reporteo y como elllos no compran el mercurio, en verdad no le interesa a nadie más.
nelson garcía
No me molesta para nada tu comentario, Nelson, al contrario, te lo agradezco.
Algunas cosas para que queden en claro: no miro en menos a los sostenedores de la escuela que reporteé, para nada, al contrario, les saco el sombrero. De hecho, ante nadie más había accedido a mostrar el artículo.
Y lo que dices de que a nadie le importa el tema... me das luz sobre el asunto.
El problema es que cómo uno se mete en la vida diaria de ellos sin dar cuenta de los marcianos, de la pasta, de los perros, de la falta de oportunidades... ¿sería muy mamón, por ejemplo, un reportaje sobre tomar una semana micro a las cinco de la mañana, llena, junto con todos los trabajadores?
Oye, encontré demasiado interesante lo que postulas.
¿Qué posibilidad existe de que publiques acá el reportaje?
O definitivamente no se puede??.
Saludos, excelente blog.
Buenismo, buenisimo, Alf.
Me da la impresion de que hace 40 anyos estaba bien "dar testimonio" (barf!) de las pesimas condiciones en algunas partes de la ciudad. Por que, me pregunto, ahora los mismos protagonistas no quieren hablar de esto. No se por que, pero intuyo que tiene que ver con el boom y con el absurdo valor de las apariencias.
Y respecto al dilema de ambas versiones, no te parece que merecemos mas un solo reportaje acerca de este tema?
es una ?... q bueno q saco blog...
en las micros pasan muchas cosas y en verdad no sé si ya se han hechos "reportajes" sobre eso... pero de q es duro, es duro...
-pierdes el grado de intimidad q según los cientificos es de aproximadamente un metro cuadrado. O de todo lo que tus brazos extendidos puedan cubrir
-existen las tipicas viejujas q a penas se suben se van pa' trás... eso es realmente innentendible¡ aunque se bajan en mapocoho a la altura del bosque ya están a trás.
-la gente que se va a los paraderos para subirse a la micro vacia y así poder dormir en el asiento
-los 745344 escolares que se bajan en gran avda dejando la micro vacia
-los micreros que no se acuerdan que llevan personas y aprietan el acelerador y el freno y dale, pa`rriba... y la gente se monta una sobre la otra...
-pa' q hablar de los viejos verdes que gozan subiendo a una micro llena.
-las minas lindas q odian con lo más profundo de su corazón el tener q subirse a una micros...
etc etc
-asaltantes q no se suben a la micro a "asaltar" sino que para irse a sugo, incluso algunos son reconocidos ¿también son trabajadores?
-los chantas
-los cuicos
-las vendedoras de tiendas y sus trajecitos con el nombvre en el pecho q huelen a "coco channel"
-el estudiante de arquitectura con la maquetita
-los estudiantes de la usach
ufff, son tantas las cosas q pasan.. jaja
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