20060810

El clon

El martes el tema de la clonación humana en Chile llegó a la portada de los principales diarios: el Senado descartó una indicación presidencial que venía desde la época de Lagos en la que explícitamente se dejaba fuera de la ley que se está discutiendo sobre Genoma y Clonación humana todo lo que tenía que ver con fertilización asistida. El senado archivó esta moción porque, estimaron los honorables, es obvio que la fertilización asistida está permitida.
El proyecto hasta el momento se llama "sobre investigación científica en el ser humano, su genoma, y que prohibe la clonación humana". Para la cantidad de ciencia que se hace en Chile, pensé con cierta ironía desinformada, qué "bueno" que los honorables anden pensando en cómo prohibir la poca ciencia que se hace.
Bueno, me informé. La discusión en torno al proyecto de ley se puede seguir en el buscador de proyectos de ley de la biblioteca del congreso.
OK, este es el debate.
1. Hace rato que los doctores "Mortis" se acabaron. Desde que el tribunal de Nuremberg enjuició a los jerarcas nazis que experimentaron con seres humanos, el derecho internacional se ha ocupado -o al menos han existido los precedentes- de normar en algo el asunto. A estas alturas, las normas son de sentido común, pero no lo eran en cuando en el 46 el Código de Nuremberg hizo la diferencia entre la experimentación legal e ilegal en humanos, o cuando la declaración de Helsinki hizo recomendaciones para guiar a los médicos.
Estas declaraciones verbalizan puntos como que la experimentación en humanos debe ser informada y que el humano tiene que estar de acuerdo, y que tiene que perseguir avances para el bien común (no puede ser "porque sí").
2. Cuando la ciencia puso sus ojos en la investigación del genoma humano -es decir, toda la información hereditaria de un organismo que está codificada en el DNA-, se abrió un nuevo campo de lucha entre distintas visiones sobre lo que significa "experimentar" y "seres humanos". El proyecto del Genoma Humano (financiado con fondos públicos internacionales) y el proyecto Celera (privado) se han dedicado a identificar los algo así como tres mil millones de nucleótidos (unidades estructurales del DNA) presentes en el genoma humano. Al menos el proyecto público ha costado algo así como un dolar por cada nucleótido.
En abril de 2003, ambos proyectos anunciaron que tenían casi el cien por ciento del trabajo completo. Desde luego, la intención de Celera era poder patentar lo que descubriera, pero en 2000 el gobierno del presidente Clinton prohibió patentar el genoma humano. Un agrio debate recorrió toda la historia de los esfuerzos de Celera: desde el tipo de método de investigación que usaron hasta el proceso de compartir los datos con su contraparte.
3. El conocimiento acumulado ha llegado al punto de que sea factible crear clones humanos. La técnica más famosa para hacer esto es como sigue: se toma un huevo humano, se le extrae el nucleo, y se le inserta el material genético que se desea replicar. En teoría, eso implica la creación de un ser humano nuevo idéntico al donante del material genético a la manera que dos gemelos idénticos son iguales. Después de varias estafas internacionales -la más famosa de ellas la de la secta raeliana, a través de la corporación Clonaid, que en 2002 anunció haber clonado con éxito un ser humano-, en 2004 un grupo de cinetíficos de la universidad de Seúl anunció que había tenido éxito con treinta intentos de clonación humana, y que a la semana de vida, los embriones fueron "cosechados" para obtener células madre (para, de una manera similar a la "creación" de humanos, crear, a partir de esas células, tejidos u órganos nuevos para tratar distintas enfermedades). Sin embargo, en 2005 se descubrió que esto también era una estafa.
3. Chile. En 1997, cuando el proyecto de ley se lanzó, varios científicos fueron invitados a la comisión de salud del senado a dar a conocer su punto de vista. El proyecto estab bastante en pañales (chequear la primera entrada de "tramitación" del proyecto en la biblioteca del congreso): de partida, no distinguía entre la colonación DE seres humanos (a lo "coreano") y la clonación "en" seres humanos -clonar, por ejemplo, una retina para reemplazar la defectuosa.
Por lo que se entiende de la discusión que hubo, en Chile hay dos grandes visiones respecto del tema. Nadie discute que la clonación tipo secta raeliana debe prohibirse. Pero eso es todo en lo que están de acuerdo y el asunto es más complejo.
El doctor Alejandro Serani, del Centro de Bioética de la Universidad Católica, cuestionó también el uso de ciertas técnicas de reproducción asistida llamadas "heterólogas" -aquellas que implican un donante anónimo, ya sea de espermios o de óvulos. "Las cuestiones de fondo, desde el punto de vista ético", dijo Serani a los honorables, "no son muy distintas que aquellas que se sustentan en el caso de la reproducción asistida".
Los científicos de la Universidad de Chile, por otra parte, fueron más "liberales", por decirlo de un modo caricaturesco. Carlos Valenzuela dijo que si es por no alterar el genoma, este YA se ha alterado en la población debido a los avances de la medicina: los hemofílicos antes no llegaban a edad de reproducirse, hoy sí; esto significa que la mitad de sus nietos varones tendrán la enfermedad. "La única medicina verdaderamente preventiva", dijo Valenzuela a los honorables, "es la terapia génica de células germinales junto con la de las células somáticas del portador de una enfermedad genética". O sea, la clonación "en" humanos. De hecho, dijo, en Chile hace rato que se hace "la unión híbrida de gametos humanos con animales". Los gametos (los óvulos) son células humanas, dijo, no seres humanos.
¿Se entiende?
El punto es que el proyecto de ley, como va a salir, sepulta el uso de células madre -que ha sido motivo de un largo debate en Estados Unidos- que se obtienen a partir de embriones; y establece castigos para el que "el que clonare o iniciare un proceso de clonar seres humanos y el que realizare cualquier procedimiento eugenésico...", aunque sí se autoriza la terapia génica en células somáticas.
El tema es complejo, y se cruza básicamente con EL gran tema: ¿dónde empieza la vida humana? ¿Es tan "malo" que alguien tenga un clon, si ese cvlon lleva una vida digna, indiferenciada del resto de la especie (mal que mal, necesita un útero para los nueve primeros meses, igual que todos)?¿Es el embrión de una semana de vida un ser humano, y por lo tanto no se le puede destruir? ¿O es un montón de células que no se han diferenciado y que encierran muchas posibilidades de curar enfermedades hasta ahora incurables? ¿Y si no destruimos esas células, qué hacemos con ellas? Las congelamos, bueno. ¿Pero esa es una respuesta?
Puras preguntas, pocas respuestas.

2 comentarios:

ahoratodostusolo dijo...

Estimado:

No creo que te acuerdes de mí pero, en fin, hace un par de años estuvimos en contacto por correo elactrónico sobre temas de la "Lista Azul". Aun no puedo encontrar los cuentos "Sangre Azul" en ninguna maldita librería de libros usados. Leí "Las muchachas secretas" y también se la regalé a http://outthereach.blogspot.com/ ,

En cuanto al tema, te dejo algo que escribí al respecto en su oportunidad.

http://www.sepiensa.cl/edicion/index.php?option=content&task=view&id=547&Itemid=40


Rabinforme

Vero dijo...

Alfredo!
Qué buena sorpresa me has dado.
En esa estamos, armando casa, viendo crecer a Tobías y con harta pega (¡menos mal!).
Un abrazo a ti y a tus chancles!
v.