20051107

Perú: El nacionalismo se quita viajando

Desde hace días que vengo sintiendo, y lo más preocupante es que es algo que supera a los medios, ese tufillo triunfalista y condescendiente que emana cada vez que hay algún problema con Perú. No sé si el hecho de que el loco de Fujimori haya aparecido chupando unas botellas de vino en el Marriot de Avda. Kennedy cambie algo (a propósito, Menem se vino para acá, ahora Fujimori... ¿quién viene después? ¿El loco Bucaram? ¿Collor de Melo?), el punto es que me sorprende que haya tan pocas voces entre la inteligentzia chilena (¿es inteligente escribir así inteligenzia?) que se escapen a la típica e imbécil actitud que asumimos cada vez que hay un problema con Perú. Esto de cuadrarnos todos detrás del gran líder a mí me da vergüenza, qué quieren que les diga.

En el corto plazo, y le robo acá la idea a mi gurú Armen Kouyoumdjian... ¿quién dijo que los tratados son inalterables? No lo son. Sería lindo que lo fueran, pero no lo son. Perú quiere entrar a la convención del mar, y si lo hace, lo más probable es que sí tenga pie para negociar un reacomodo de la línea marítima. ¿Y? ¿Qué tanto? A negociar, pues, que para eso les pagan, y harto. Pero si todos los gobiernos se han dedicado a usar la diplomacia como bolsa para las recompensas a los compadrazgos políticos... bueno, no se extrañen después por perder en las negociaciones (la frase "Laguna del desierto", ¿hace sonar alguna campana? El Sábado publicará este fin de semana un reportaje mío a los pacos que estuvieron allá en 1965).

Lo que más me tiene abrumado con este asunto, es esta actitud que trasciende gobiernos, políticos, canales oficiales. Es esta suerte de superioridad que los chilenos sienten hacia los dos vecinos del norte, esta especie de mirada por sobre el hombro, esta simpleza idiota que usamos para explicar sus procesos, culturas, historia. Nosotros, los "arios" de Latinoamérica.

Se empieza a mencionar la palabra "guerra", aunque sea en el campo de la política ficción... ¿Y nadie en Chile se escandaliza? ¿Nadie es capaz de parar los carros, de decir, ey: un momento, sentémonos y conversemos esta cuestión? ¿Nadie es capaz de decir que la guerra simplemente no es una opción, y no lo va a ser nunca a menos que sigamos el modelo serbio de agresión a los vecinos?

Por el contrario, lo único que escucho son chistes y suspiros de alivio al comprobar que, por suerte, estamos bien armados (el combate a la pobreza, y la plata que se necesita para eso, se fueron a la cresta esta semana: qué bueno que gastamos en armas en vez). Nos sentamos y aplaudimos a rabiar los pases para la galería. "Este mar es nuestro" y otras bobaliconadas por el estilo, como si los pescados anduvieran con pasaporte; como si fuera llegar y tirar tiza sobre las olas para que quede claro donde empieza un mar y dónde termina el otro.

Si nos jactamos tanto de la estabilidad de nuestras brillantes instituciones, si tenemos tanta confianza en nuestro espléndido sistema económico, ¿por qué cresta Chile reacciona como vieja histérica cada vez que pasan estas cosas?

Creo fervientemente que el nacionalismo se quita viajando. La tontera y la estupidez también. Ahora tenemos al cacho de Fujimori acá. Espero que tengamos la creatividad, sangre fría y bolas de acero para solucionar nuestras diferencias con Perú donde corresponde: en una conversación.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Disculpa mi típica pedantería chilena, pero...

No sé si es inteligente escribir inteligentzia, lo único que sé es que lo correcto es escribir intelligentsia .

Saludos

Anónimo dijo...

y cuál es la "inteligencia" chilena?... er sergio páh ?

Anónimo dijo...

Puta... pregúntale a Sergio.

DOCUMENTOS dijo...

los nacionalismos se quitan viajando... de turista porque de emigrante pueden volverse mas duros todavia.

la educacion y la prensa. ahi esta la clave.