Escritor, periodista. "Nuestro Terremoto", el 27/F en la empresa Arauco. "¡Independencia!", siete crónicas históricas de la revolución que nos parió. Ambos en venta en librerías.
20051226
Más educación tiene un gato
Vamos rajando vestiduras por el "escándalo" que significa la PSU. ¡Cómo puede ser que haya tanta diferencia entre los establecimientos pobres y los ricos! Uyuyuy. Afortunadamente ha habido buenas columnas de opinión en la prensa en estos días, algo de luz entre tanta oscuridad intelectual. José Joaquín Brunner, en La Tercera, volvió a decir lo que dice todos los años en esta fecha: no tiene ninguna gracia que los "ricos" triunfen, porque discriminan de entrada. A esos establecimientos entran niños que están en ambientes proclives al estudio. Tienen computadores, conocen los libros, en sus casas hay intercambio de ideas y diálogos. Los colegios que "triunfan" en la PSU gastan, en promedio, $150 mil pesos mensuales en sus alumnos. Los "particulares subvencionados", $30 mil.
Esto es un escándalo por donde se lo mire, y lo es aún más si consideramos que incluso esa educación de 150 lucas al mes, si se la compara con países que toman en serio su sistema educativo -y que no necesariamente son del primer mundo-, es espantosamente mala. Cada prueba internacional de educación vuelve a desnudar al rey. O sea, nos hacen tontos "casi" por igual a pobres y a ricos. Y digo "casi" porque lo que hace un colegio de 150 lucas -en realidad uno de 200 en Santiago- es, más que educar, proveer al "educando" de una red de contactos. O sea, no sólo dar la PSU es relativamente fácil para los jóvenes que salen de este tipo de colegios, sino que por ese hecho, pasan automáticamente a formar parte de una informal y muy extensa red de apoyos mutuos. En Chile hacen poner, en los curriculos, de qué colegio salió uno. ¡QUÉ CHUCHA IMPORTA! La persona que está entregando un curriculo en una empresa YA PASÓ por la universidad, y -se supone- fue capaz de realizar hazañas intelectuales superiores a las que se le exigían en el colegio. Pero igual los jefes de personal preguntan: ¿de qué colegio saliste? Lo hacen porque en el fondo lo que importa no es tu cabeza, sino tus amigos, la plata que tenían tus padres, el lugar donde naciste.
Preguntar de qué colegio salió uno debería ser ilegal, así como poner la foto en el curriculo. Y estos son los problemas que tienen los privilegiados que lograron estudiar algo en una universidad... ¡Imagínense cómo será para los que salieron de colegios de 30 lucas al mes! Ellos y ellas simplemente no tienen chance alguna... de nada.
El problema es que mientras más se asiente este sistema de castas, peor para el país. En el fondo nos estamos fijando en la diferencia entre unos y otros... aún ni siquiera entramos en el tema de la calidad general de la educación. Brunner siempre ha sostenido que la manera de empezar a resolver el problema es tirar más plata a los colegios de 30 lucas. Más subvenciones. Eso, sostiene, podría ser un paliativo a la patente desigualdad que ni la derecha discute. En el otro extremo está Gonzalo Vial, el hombre QUE INVENTÓ ESCRIBIR CON MAYÚSCULAS CUANDO SE ENOJA. Sus columnas en La Segunda siempre han estado llenas de mayúsculas. Hombre en extremo conservador -nadie es perfecto-, Vial al menos le ha apuntado a la desastrosa conducción en educación que ha vivido Chile en las últimas décadas, y también le ha apuntado al tema de que sin la familia, es poco lo que los colegios, así reciban 400 lucas al mes por alumno, puedan hacer.
Lo próximo que uno podría decir es que éste "es un tema complejo". Y lo es. Lo voy a complejizar aún más. Los cabros chicos vienen mal, vienen rematados de flojos, con ínfulas de grandes señores. Los cabros chicos pobres y los cabros chicos ricos. No tienen muchas ganas de estudiar, pero sí de logar el éxito. En la revista El Sábado hicieron un buen artículo al respecto: es una generación de pergenios que se ha criado más con la obligación del éxito que con la del rigor. ¿Cómo lo explico? La tele, Marcelo Salas, Massú y González, son populares. La trigonometría, no. Y la pergeniada pobre recibirá una educación mala, pero no es tonta... ¿para qué esforzarse en un colegio, si al final el salto cualitativo que uno puede hacer con respecto a sus padres, es enano? La universidad no es para ellos, y solo la condición de profesional permite en Chile -algo- la movilidad social.
Entonces qué. No sé. Yo también me eduqué en Chile, así que soy medio ignorantón. Lo que sí sé es que el asunto no puede esperar más. Si hay algo que permite la movilidad social, sin guerras ni revoluciones mediante, es la educación. Y necesitamos movilidad social no sólo por un tema de justicia, sino de economía. Ahí se juntan la izquierda y la derecha. Pero solo en el papel, porque hasta ahora, ha sido el sofá de Don Otto: la PAA era mala, ah, entonces la vamos a cambiar por la PSU. Lo malo de la educación chilena no está en medirla, sino en que virtualmente no existe para un gigantesco porcentaje de la población.
¿Educación pública, no discriminatoria, gratuita y de calidad para todos? Sueñen. Pero ¿por qué no? ¿Por qué el liceo no puede ser igual de bueno que, digamos, el Grange? Según Brunner, eso debe ser. Según Vial, también hay que arreglar las familias de los pergenios. Según yo... me inclino más por Brunner, aunque creo que Vial tiene razón. Si esperamos a arreglar la "moral", podemos morirnos haciéndolo. Aunque creo que no es llegar y tirar la plata, creo que quien nos vaya a gobernar en los próximos años debe gastar sueño, energía, canas y sudor en la idea de que el liceo sea tan bueno como el colegio privado. Recientemente tuvimos una "super" señal de la Concertación. El ministro de Educación dejó su pega de la noche a la mañana para ir a ayudar a la candidata en problemas. Ayayayay.
Las posiciones de Brunner y Vial están un tanto caricaturizadas, para la rápida comprensión de este blog. La verdad es que no las entiendo mucho... son demasiado complejas para mí.
20051220
Al estadio, al estadio
Estamos a punto de terminar el torneo de clausura 2005. La U y la UC volverán a jugar en el Estadio Nacional. No lo van a hacer en San Carlos de Apoquindo porque los barras bravas de la U --y por cierto los de la UC, que también los hay, pero menos-- podrían hacer pebre el estadio y el vecindario, como ya ocurrió hace algunos años. ¿Alguien se escandaliza porque un equipo no puede usar su estadio porque el otro ha reclutado turbas de idiotas violentos? No. ¿Alguien pide que el campeonato pare, que expulsen a alguien? No. ¿Alguien amenaza con recurrir a la Corte Suprema, al Tribunal de La Haya? No. ¿Alguien se preocupa de los vecinos del Estadio Nacional o del Monumental? Ja ja, ¿es un chiste? "El fútbol es una pasión, compadre".
El fútbol chileno refleja lo peor de lo nuestro. Para pocos mis simpatías azules y el hecho de que alguna vez escribí un libro que incluyó personajes barra bravas son misterios. No me arrepiento. Pero tampoco puedo aplaudir la dejación, pelotudez y chantería imperante. ¿Querían ir al mundial? Por favor. Por favorcito. Por favorzote.
Es increíble. Existe consenso general en que el fútbol chileno es una buena porquería. Los jugadores, malos; las canchas, pésimas; los sistemas de administración de la gran mayoría de los clubes, feudales al peo; la calidad de los estadios, mala; la seguridad en los mismos... ¿es una broma?; la Asociación de Fútbol, gangsteril; La Asociación de Fútbol Sudamericana, buena para contratar putas para los dirigentes. Y así y todo, hay una final, y hay cincuenta mil personas dispuestas a verla.
¿En qué otra actividad humana uno PAGA por la posibilidad de que lo cogoteen, meen o apedreen?
La cosa no va a cambiar mientras los hinchas sean --seamos-- tan pelotudos como los dirigentes. Mucha gente podrá hablar por la tele o la radio; se pueden gastar litros de tinta que critiquen la situación, pero el fútbol, pese a todo, retiene ese poder inexplicable sobre nosotros. Por eso los dirigentes pueden hacer las chambonadas más grandes y salir indemnes de todo. Hagan lo que hagan, el fútbol es una máquina de hacer plata. Tal vez hace menos plata que la que podría hacer, pero ningún dirigente, jamás, va a perder plata en el fútbol.
La industria del fútbol no ofrece nada. Yo no veo atletas haciendo proezas físicas en la cancha. No veo en los estadios un lugar para llevar a los niños. Y sin embargo, allí estamos, no nos perdemos ni una.
La únca manera en que el fútbol se podría mejorar, mejorar de verdad, desde las pensiones de los jugadores hasta estadios limpios, seguros y decentes, es si los "consumidores" nos ponemos las pilas y manifestamos nuestro malestar. Pero es imposible. ¿Alguien se imagina un boicot de público de fútbol? ¿Estadios vacíos, teles sin sintonizar para una final?
En el fondo, el fútbol es el gran depositario de nuestra manera informal, charcheta y caradura de hacer las cosas. A medida que el país ha crecido, hemos tenido que dejar de lado esos hábitos y trabajar de verdad. En el fútbol, sin embargo, existe una cáfila de huevones que se mueve como si vivieran en otra época, en otro país, en otra economía. No es a los jugadores a quienes vamos a ver al estadio. Es a los chantas de los dirigentes. Secretamente queremos ser como ellos: no hacer nada y ganar mucho.
20051214
Los pobres de derecha
He escuchado hasta el cansancio que Bachelet tiene que salir a "cazar" el voto popular que Lavín dejó tras suyo y que a Piñera le costará mucho "retener". Digo lo siguiente: una vez más estamos considerando a los pobres como ganado bovino que puede ser arreado: sólo hacen falta buenos vaqueros. ¿Son estos los que proclaman a los cuatro vientos que quieren un país con oportunidades para todos?
El "voto popular" de Lavín no es solo un esfuerzo marketinero. Acá no ocurre, como dijo una vez el célebre entrenador Xavier Azkargorta, que muerto el perro se acabe la rabia. La UDI sembró, sobre todo en la pobreza urbana, y Lavín cosechó, pero antes de la UDI, y yo creo que esto viene desde la época de Frei Montalva, existieron, y existen, los pobres de derecha.
De hecho, he pensado que, si uno mira bien la pobreza chilena en 2005, lo sorprendente no es que existan pobres de derecha, sino de izquierda. Micro y macro tráfico, armas, muertos y como muy bien me lo dijo una profesora de La Pintana el año pasado: "la destrucción de la familia popular chilena"... ¿no querría cualquier persona con dos dedos de frente lo que la derecha tradicionalmente ha entregado como mensaje? Mano dura, orden, disciplina, autoridad, "moral" (va entre comillas porque me refiero al mensaje, no a que la derecha sea, de por sí, moral, pero sí envuelve su discurso más auténtico con el concepto de familia biparental y control de la sexualidad -que no de la natalidad).
Este discurso de autoridad, propio de la derecha, tiene un arraigo histórico en el mundo de la pobreza urbana. Puede que sus partidarios no se noten mucho, porque no salen a pintar grafitis, no hacen malabares, no machetean, ni hablan como tarados --para que después los humoristas de la tele los imiten--. Los pobres de derecha son más viejos, están más cansados, y muchos de ellos son mujeres. Tal vez no les importa "participar", pero al menos quieren que no los maten por vivir donde viven.
Esta plataforma fue la que tomaron Lavín y la UDI para estructurar una campaña comunicacional hacia el mundo popular hace muchos años. Y les resultó. No para formar una mayoría, pero sí para darle un cuerpo, una estructura, una organización, a esas personas que no hacen ruido pero que sí votan... y ahí hacen ruido.
Es medio infame, sobre todo de parte de la Concertación, pensar que "el voto popular" anda en busca de patrones. Se supone que, una vez caído Lavín, todos estos pobres pobres van a buscar refugio en Bachelet para "salvarse" de Piñera. Eso es desconocer que los pobres puedan tener ideas y visiones de mundo propias. La pobreza es muy jodida pero, gracias a Dios, aún no transforma en robots a quienes la sufren. Masticarán humillaciones todos los días, pero hay un lugar dentro de sí, muy dentro, donde todavía pueden tener dignidad.
No digo que Bachelet no pueda captar ese voto popular de derecha en la campaña 2. En realidad, no es "de derecha", sino de "orden". Es una tarea muy difícil, sobre todo si no se planteó con fuerza en la campaña 1 (¿se planteó algo en la campaña 1?) . Pero es algo sobre lo que se puede empezar a cranear una campaña. Piñera de seguro va a atacar por ahí: él también tiene que convencer a ese voto popular de que las poblaciones sí le importan, y en ese sentido, tal vez tenga más camino que recorrer que Bachelet.
La buena noticia para los dos candidatos es que el esfuerzo invertido en asegurar, vía mensajes de orden, autoridad, mano dura, etc., el voto popular "de derecha", sirve para el voto de derecha demócratacristiano también. Creo que en este mes que queda para el 15 de enero, veremos a Bachelet y a Piñera en una competencia brutal por demostrar quién se parece más a... ¡Lavín!
Plop.
El "voto popular" de Lavín no es solo un esfuerzo marketinero. Acá no ocurre, como dijo una vez el célebre entrenador Xavier Azkargorta, que muerto el perro se acabe la rabia. La UDI sembró, sobre todo en la pobreza urbana, y Lavín cosechó, pero antes de la UDI, y yo creo que esto viene desde la época de Frei Montalva, existieron, y existen, los pobres de derecha.
De hecho, he pensado que, si uno mira bien la pobreza chilena en 2005, lo sorprendente no es que existan pobres de derecha, sino de izquierda. Micro y macro tráfico, armas, muertos y como muy bien me lo dijo una profesora de La Pintana el año pasado: "la destrucción de la familia popular chilena"... ¿no querría cualquier persona con dos dedos de frente lo que la derecha tradicionalmente ha entregado como mensaje? Mano dura, orden, disciplina, autoridad, "moral" (va entre comillas porque me refiero al mensaje, no a que la derecha sea, de por sí, moral, pero sí envuelve su discurso más auténtico con el concepto de familia biparental y control de la sexualidad -que no de la natalidad).
Este discurso de autoridad, propio de la derecha, tiene un arraigo histórico en el mundo de la pobreza urbana. Puede que sus partidarios no se noten mucho, porque no salen a pintar grafitis, no hacen malabares, no machetean, ni hablan como tarados --para que después los humoristas de la tele los imiten--. Los pobres de derecha son más viejos, están más cansados, y muchos de ellos son mujeres. Tal vez no les importa "participar", pero al menos quieren que no los maten por vivir donde viven.
Esta plataforma fue la que tomaron Lavín y la UDI para estructurar una campaña comunicacional hacia el mundo popular hace muchos años. Y les resultó. No para formar una mayoría, pero sí para darle un cuerpo, una estructura, una organización, a esas personas que no hacen ruido pero que sí votan... y ahí hacen ruido.
Es medio infame, sobre todo de parte de la Concertación, pensar que "el voto popular" anda en busca de patrones. Se supone que, una vez caído Lavín, todos estos pobres pobres van a buscar refugio en Bachelet para "salvarse" de Piñera. Eso es desconocer que los pobres puedan tener ideas y visiones de mundo propias. La pobreza es muy jodida pero, gracias a Dios, aún no transforma en robots a quienes la sufren. Masticarán humillaciones todos los días, pero hay un lugar dentro de sí, muy dentro, donde todavía pueden tener dignidad.
No digo que Bachelet no pueda captar ese voto popular de derecha en la campaña 2. En realidad, no es "de derecha", sino de "orden". Es una tarea muy difícil, sobre todo si no se planteó con fuerza en la campaña 1 (¿se planteó algo en la campaña 1?) . Pero es algo sobre lo que se puede empezar a cranear una campaña. Piñera de seguro va a atacar por ahí: él también tiene que convencer a ese voto popular de que las poblaciones sí le importan, y en ese sentido, tal vez tenga más camino que recorrer que Bachelet.
La buena noticia para los dos candidatos es que el esfuerzo invertido en asegurar, vía mensajes de orden, autoridad, mano dura, etc., el voto popular "de derecha", sirve para el voto de derecha demócratacristiano también. Creo que en este mes que queda para el 15 de enero, veremos a Bachelet y a Piñera en una competencia brutal por demostrar quién se parece más a... ¡Lavín!
Plop.
20051211
Una de la mañana en el jardín del bien y del mal
Toda la fineza, el sentido común, el cerebro que los expertos en campañas ponen durante los meses que dura una, se va a las reverendas pailas la noche en que los candidatos, sin ataduras, agotados, choreados y supongo que bastante sudados, hablan. Se supone que ya no importa, que todo está decidido, que es el fin, que ahora hay que gobernar, que otra cosa es con guitarra, que gracias, compadre, te voy a recomendar con unos amigos que están tratando de armar un partido en Paraguay. Pero la verdad es que sí importa. Esta noche vi varias cuentas alegres por parte de los candidatos --era que no--. Lo que no está mal... si es que no se creen sus propios cuentos. Todos los datos siguientes, con el 90 por ciento de los votos escrutados:
1. La concertación ganó. Del presidente Lagos hasta Bachelet, andaban todos haciendo esta declaración y muy felices, por cierto. Vamos despejando la paja del trigo: es verdad que en las parlamentarias les fue muy bien. 51 por ciento en diputados, contra 38,6 de la Alianza; 55,7 en senadores contra 37,2. La Concertación tiene un apoyo popular indesmentible... que no le alcanza para elegir a Bachelet en primera vuelta. Es decir, todas las cuentas felices y extrapolaciones rápidas que se puedan sacar en una noche de elecciones al calor de una planilla excel con demasiado brillo, no sirven. Las cifras no son automáticamente traspasables. El premio mayor es la presidencia porque éste es un régimen presidencial. Y ya sabemos que el sistema binominal es el que manda al final del día, así que en Chile las votaciones altas son para la foto. Bueno, es cierto que la Concertación parece que por primera vez va a tener mayoría en las cámaras, pero insisto: en Chile la mayoría no sirve de nada si el presidente no es de los nuestros.
No voy a analizar diputados ni senadores aquí porque son muchos y es muy tarde, solo diré que el único al que esta noche le fue realmente bien en parlamentarias es el futuro senador Carlos Bianchi ("Carlos... Bianchi", era el último de la franja electoral y tenía como medio minuto), de Magallanes: el primer independiente que sale electo por fuera de los dos grandes pactos. De paso, impidió la elección del UDI Sergio Fernández.
Felicitarse por obtener más del cincuenta por ciento de los votos es una pérdida de tiempo. En realidad, que esa cifra no se haya traspasado a la votación de Bachelet habla más bien de una mala campaña por parte de la Concertación.
3. El gran perdedor es Lavín. Hay en la derrota una suerte de calma, de dulzura, que tranquilidad, que es muy agradable. Lavín no la está sintiendo esta noche: esta noche está hecho papilla, pero la sentirá mañana. Y en esa tranquilidad, en esa isla del fracaso, es donde se hará fuerte. Él ahora es prácticamente la mitad de lo que significa Sebastián Piñera, y lo sabe. Si hasta esta noche tuvo que luchar y luchar, a partir de mañana tendrá solamente que pedir y pedir y seguir pidiendo. Piñera es un hombre de negocios que necesita un préstamo: ese préstamo es la mitad del negocio y Lavín es el banco que se lo va a prestar. No sé si se pueda decir lo mismo de la UDI. De alguna manera, el resultado de Lavín, y varios otros resultados parlamentarios, creo que han castigado el estilo de conducción que la UDI ha impreso en la Alianza durante los últimos... ¿dieciseis años? Lo malo es que en Chile nadie sale castigado: los futuros senadores Longueira y Novoa perdieron la oportunidad de tener a alguien de sus filas en La Moneda y deberán mirar, con la ayuda de todos los ortodoncistas que les repararán sus dientes trizados, cómo el archienemigo podría ocuparla. Desde el senado en Valparaíso, por supuesto.
2. Por primera vez, la Alianza le gana a la Concertación. Okey, un momento. Sí, 48,67 contra 45,93 en las presidenciales. Ya, pero no me hueveen, ¿ok? Estamos entre gente seria. Si quieren ir por allí palmoteándose la espalda, háganlo, pero esos dos porcentajes están pegados con escupo. Sobre todo si uno considera que Bachelet también va a tener "votos en el banco" (el 5,39 de Hirsch). Si ustedes creen que sus dos porcentajes sumados les llevarán a la victoria, tienen que creer también en los porcentajes sumados de Bachelet y de Hirsch, lo que les generaría un cortocircuito lógico.
Pensemos en lo siguiente:
Ya que los votos de Lavín van a ir automáticamente para Piñera, porque votar por Bachelet es un contrasentido para los lavinistas --a menos que la vocación destructiva de la Alianza llegue a tanto, que los Lavines no apoyen a Piñera, cosa que dudo, pero no descarto--; y ya que los votos de Hirsch se van a ir por la misma razón a Bachelet --y aquí las relaciones son mucho mejores entre las partes--, el verdadero combate se va a dar en las fronteras: en los votos "demócratacristianos" de Bachelet y de Piñera, y a esos electores las campañas intentarán captar con todo este mes.
Hagamos un jueguito con el que me he entretenido esta noche.
Si la Concertación "ganó", en senadores y diputados, y si ese "triunfo" se hubiera trasladado íntegro a Bachelet, ella habría triunfado esta noche con 53,74 puntos: es el promedio de la votación de la Concertación en Senadores y Diputados. Y ya que ella esta noche "ganó" con el 45,93 por ciento de los votos, podemos decir que le faltaron 7,82 puntos para llegar a la votación que le hubiera correspondido en un mundo ideal.
Muy bien. Suponiendo que el 15 de enero entrarán las fuerzas del "Juntos Podemos Más" para apoyar a Bachelet frente a Piñera, si sumamos el 5,39 de Hirsch (es la variante pesimista: al "Juntos podemos más" le fue comparativamente mejor en diputados y senadores que en la presidencial), tenemos que Bachelet tiene que conseguir 2,43 puntos porcentuales para llegar a lo que se supone le corresponde: el voto que realmente representa a la Concertación, que es el de diputados y senadores.
O sea, según este trasnochado cálculo, Bachelet --y por lo tanto Piñera... ¿o no? Son las una de la mañana, Dios mío, ¡que hago escribiendo ésto!-- tiene que ir a la caza de unos 166 mil indecisos entre ella y Piñera. Según el cálculo anterior, solo sumando a Hirsch hace más de la mitad de los votos, pero por otro lado, esa suma no considera a los que se le podrían escapar: yo creo que estoy diciendo acá que esos posibles fugados hacia Piñera son unos 166 mil.
Suerte, Michelle: estoy contigo. Estos posts han sido sobre mensajes comunicacionales y estrategia. Pues bien: te vi hablar esta noche y me di cuenta de que NO TIENES IDEA de eso. Vi a Piñera esta noche y no me sorprendió que, después de declarar a diestra y siniestra que quiere fundar una "nueva alianza" (una que de paso le pasara la aplanadora al cadáver político de Lavín), sale con la monserga de que ahora es una "nueva" alianza porque incluirá a Lavín y a los DC arrepentidos. So Piñerish. ¿No que era sin Lavín ni la UDI la cosa? ¿No se lo dijiste en la cara en el debate? Ahora Piñera necesita el 23 y tanto por ciento de Lavín, y lo cuidará como a su mejor amigo.
Mi candidata para el 15 de enero es Bachelet. No será una maravilla, pero en su torpeza comunicacional, en sus discursos para cuarto básico, en la manera torpe en que gesticula, en la ausencia de fashion emergency con que se planta ante el mundo, me parece que es una buena persona. Con los años, me he puesto progresivamente indifirente hacia la Concertación... ah, qué lejos está 1988, cuando serví de apoderado de mesa para el plebiscito del Sí y el No. Soy, finalmente, un románticoo un imbécil, porque en política no se puede ser buena persona, y si se es presidente de la república uno tiene que estar seteado para traicionar y muñequear. Pero qué bah. Prefiero que ella sea la que tenga ese "privilegio" y no aquel que ya sabe traicionar y muñequear. Supongo que, cuando ocurra, ella sabrá que está traicionando; Piñera ya no es capaz de darse cuenta y lo encuentra lo más normal.
1. La concertación ganó. Del presidente Lagos hasta Bachelet, andaban todos haciendo esta declaración y muy felices, por cierto. Vamos despejando la paja del trigo: es verdad que en las parlamentarias les fue muy bien. 51 por ciento en diputados, contra 38,6 de la Alianza; 55,7 en senadores contra 37,2. La Concertación tiene un apoyo popular indesmentible... que no le alcanza para elegir a Bachelet en primera vuelta. Es decir, todas las cuentas felices y extrapolaciones rápidas que se puedan sacar en una noche de elecciones al calor de una planilla excel con demasiado brillo, no sirven. Las cifras no son automáticamente traspasables. El premio mayor es la presidencia porque éste es un régimen presidencial. Y ya sabemos que el sistema binominal es el que manda al final del día, así que en Chile las votaciones altas son para la foto. Bueno, es cierto que la Concertación parece que por primera vez va a tener mayoría en las cámaras, pero insisto: en Chile la mayoría no sirve de nada si el presidente no es de los nuestros.
No voy a analizar diputados ni senadores aquí porque son muchos y es muy tarde, solo diré que el único al que esta noche le fue realmente bien en parlamentarias es el futuro senador Carlos Bianchi ("Carlos... Bianchi", era el último de la franja electoral y tenía como medio minuto), de Magallanes: el primer independiente que sale electo por fuera de los dos grandes pactos. De paso, impidió la elección del UDI Sergio Fernández.
Felicitarse por obtener más del cincuenta por ciento de los votos es una pérdida de tiempo. En realidad, que esa cifra no se haya traspasado a la votación de Bachelet habla más bien de una mala campaña por parte de la Concertación.
3. El gran perdedor es Lavín. Hay en la derrota una suerte de calma, de dulzura, que tranquilidad, que es muy agradable. Lavín no la está sintiendo esta noche: esta noche está hecho papilla, pero la sentirá mañana. Y en esa tranquilidad, en esa isla del fracaso, es donde se hará fuerte. Él ahora es prácticamente la mitad de lo que significa Sebastián Piñera, y lo sabe. Si hasta esta noche tuvo que luchar y luchar, a partir de mañana tendrá solamente que pedir y pedir y seguir pidiendo. Piñera es un hombre de negocios que necesita un préstamo: ese préstamo es la mitad del negocio y Lavín es el banco que se lo va a prestar. No sé si se pueda decir lo mismo de la UDI. De alguna manera, el resultado de Lavín, y varios otros resultados parlamentarios, creo que han castigado el estilo de conducción que la UDI ha impreso en la Alianza durante los últimos... ¿dieciseis años? Lo malo es que en Chile nadie sale castigado: los futuros senadores Longueira y Novoa perdieron la oportunidad de tener a alguien de sus filas en La Moneda y deberán mirar, con la ayuda de todos los ortodoncistas que les repararán sus dientes trizados, cómo el archienemigo podría ocuparla. Desde el senado en Valparaíso, por supuesto.
2. Por primera vez, la Alianza le gana a la Concertación. Okey, un momento. Sí, 48,67 contra 45,93 en las presidenciales. Ya, pero no me hueveen, ¿ok? Estamos entre gente seria. Si quieren ir por allí palmoteándose la espalda, háganlo, pero esos dos porcentajes están pegados con escupo. Sobre todo si uno considera que Bachelet también va a tener "votos en el banco" (el 5,39 de Hirsch). Si ustedes creen que sus dos porcentajes sumados les llevarán a la victoria, tienen que creer también en los porcentajes sumados de Bachelet y de Hirsch, lo que les generaría un cortocircuito lógico.
Pensemos en lo siguiente:
Ya que los votos de Lavín van a ir automáticamente para Piñera, porque votar por Bachelet es un contrasentido para los lavinistas --a menos que la vocación destructiva de la Alianza llegue a tanto, que los Lavines no apoyen a Piñera, cosa que dudo, pero no descarto--; y ya que los votos de Hirsch se van a ir por la misma razón a Bachelet --y aquí las relaciones son mucho mejores entre las partes--, el verdadero combate se va a dar en las fronteras: en los votos "demócratacristianos" de Bachelet y de Piñera, y a esos electores las campañas intentarán captar con todo este mes.
Hagamos un jueguito con el que me he entretenido esta noche.
Si la Concertación "ganó", en senadores y diputados, y si ese "triunfo" se hubiera trasladado íntegro a Bachelet, ella habría triunfado esta noche con 53,74 puntos: es el promedio de la votación de la Concertación en Senadores y Diputados. Y ya que ella esta noche "ganó" con el 45,93 por ciento de los votos, podemos decir que le faltaron 7,82 puntos para llegar a la votación que le hubiera correspondido en un mundo ideal.
Muy bien. Suponiendo que el 15 de enero entrarán las fuerzas del "Juntos Podemos Más" para apoyar a Bachelet frente a Piñera, si sumamos el 5,39 de Hirsch (es la variante pesimista: al "Juntos podemos más" le fue comparativamente mejor en diputados y senadores que en la presidencial), tenemos que Bachelet tiene que conseguir 2,43 puntos porcentuales para llegar a lo que se supone le corresponde: el voto que realmente representa a la Concertación, que es el de diputados y senadores.
O sea, según este trasnochado cálculo, Bachelet --y por lo tanto Piñera... ¿o no? Son las una de la mañana, Dios mío, ¡que hago escribiendo ésto!-- tiene que ir a la caza de unos 166 mil indecisos entre ella y Piñera. Según el cálculo anterior, solo sumando a Hirsch hace más de la mitad de los votos, pero por otro lado, esa suma no considera a los que se le podrían escapar: yo creo que estoy diciendo acá que esos posibles fugados hacia Piñera son unos 166 mil.
Suerte, Michelle: estoy contigo. Estos posts han sido sobre mensajes comunicacionales y estrategia. Pues bien: te vi hablar esta noche y me di cuenta de que NO TIENES IDEA de eso. Vi a Piñera esta noche y no me sorprendió que, después de declarar a diestra y siniestra que quiere fundar una "nueva alianza" (una que de paso le pasara la aplanadora al cadáver político de Lavín), sale con la monserga de que ahora es una "nueva" alianza porque incluirá a Lavín y a los DC arrepentidos. So Piñerish. ¿No que era sin Lavín ni la UDI la cosa? ¿No se lo dijiste en la cara en el debate? Ahora Piñera necesita el 23 y tanto por ciento de Lavín, y lo cuidará como a su mejor amigo.
Mi candidata para el 15 de enero es Bachelet. No será una maravilla, pero en su torpeza comunicacional, en sus discursos para cuarto básico, en la manera torpe en que gesticula, en la ausencia de fashion emergency con que se planta ante el mundo, me parece que es una buena persona. Con los años, me he puesto progresivamente indifirente hacia la Concertación... ah, qué lejos está 1988, cuando serví de apoderado de mesa para el plebiscito del Sí y el No. Soy, finalmente, un románticoo un imbécil, porque en política no se puede ser buena persona, y si se es presidente de la república uno tiene que estar seteado para traicionar y muñequear. Pero qué bah. Prefiero que ella sea la que tenga ese "privilegio" y no aquel que ya sabe traicionar y muñequear. Supongo que, cuando ocurra, ella sabrá que está traicionando; Piñera ya no es capaz de darse cuenta y lo encuentra lo más normal.
20051130
BERNARDO
Hoy me lanzo a trabajar en un proyecto que me tendrá ocupado por lo menos gran parte de 2006.
Una biografía de Bernardo O'Higgins.
¿Qué? ¿Por qué?
Se viene el bicentenario y quiero vender libros.
Pero también me parece que nunca se ha escrito una biografía de "divulgación" decente. Todo tiene moral "Icarito". Todos nuestros héroes son héroes sin manchas, que cuando se equivocaron lo hicieron por culpa de otros.
La independencia de Chile se consiguió con un baño de sangre. Eso no nos lo enseñaron en el colegio. Alguien tiene que poner las cosas en su lugar para 2010, antes de que empiece la tontera. Ya tengo algo adelantado. Les puedo decir que mucho de lo que vemos hoy viene de esa época. ¿Por qué todo lo "oficial" en Chile se llama O'Higgins? De Carrera-su archienemigo- sólo queda el Instituto Nacional.
Así que me lanzo a esto. Raro, pero me parece que es un desafío periodístico más que interesante.
Una biografía de O'Higgins que lo baje del monumento y de la parte de atrás de las monedas de cien pesos y lo transforme en un ser humano.
20051125
Noventa años
Hoy es el cumpleaños de Pinochet. Cumple noventa años, y está procesado, reo en su propia casa, por cargos que tienen que ver con robo y con asesinato. No hubo fiesta de cumpleaños. No hubo "pero sigooo sieeeendo el reeeeey". ¿Fue Pati Maldonado a verlo?
Noventa años.
He reiniciado muchas veces este párrafo, porque ¿qué más se puede decir de Augusto Pinochet? ¿Me da pena ver a un anciano acosado? Sí, pero no me da pena ver a este anciano acosado. Al menos, nadie le ha mandado comandos de bigotones para que lo saquen a patadas de su casa, en el medio de la noche, y de él nunca más se supo. No, no me da pena.
Quisiera decir "no me interesa Pinochet". Pero no puedo. Pinochet significa algo. Pinochet vive en nosotros. Fuimos capaces de producirlo. Fue nuestra creación. Somos el doctor Frankenstein, Pinochet el monstruo. ¿Y la novia?
Sé ésto: durante la dictadura, cuando Pinochet significaba algo, la democracia también significaba algo. Yo era muy joven y es lógico que "la democracia" remitiera a un territorio épico, poético, romántico. Mientras Pinochet estuvo fuerte, "la democracia" significó, de alguna manera, ese algo: ese territorio en el que, si no votabas por la Concertación, si no votaste por Aylwin, Frei, o hasta por Lagos, en el fondo sabías que estabas votando por Pinochet.
¿Qué significa la democracia hoy, cuando su peor pesadilla cumple noventa años, toda apolillada? ¿Qué significa todos nosotros juntos? Por años definimos "democracia" como todo lo que NO era Pinochet. Esa caricatura nos sirvió, al principio. ¿Qué viene ahora? ¿Cómo nos definimos sin Pinochet? ¿Realmente da lo mismo votar por Piñera o Bachelet? ¿Realmente Lavín es democrático? ¿Realmente el Ejército es incapaz de volverse a poner bajo la tutela de un jefe sanguinario? ¿En serio estamos dispuestos a no ponerle la pata encima a nuestro enemigo y, en cambio, a dialogar con él o ella? ¿Qué tan tolerantes, abiertos, civilizados somos? ¿Vamos a hacer un país que incluya gente o que excluya gente "para que no haya problemas después"? ¿Vamos a dar oportunidades para todos o nos va a importar una soberana raja, porque una vez que estamos en el poder, ya lo logramos, y a la mierda el resto?
¿Cómo evitamos un nuevo Pinochet? Así como vamos, hay luces y sombras. Entre las luces, debo decir que este gobierno ha instalado, por fin, como una roca muy pesada, estos temas en la discusión de país: ya nadie justifica que para lograr algo hay que hacer campos de concentración ni tirar gente al mar. O si lo justifica, al menos se queda callado o callada en las reuniones sociales. Desaparecieron los pinochetistas de los asados de fin de semana. Gran, gran cosa. Algunos, incluso, empezaron a hablar de otras cosas... y resulta que no eran tan huevones, después de todo. Tenían, como todos, una vida que no estaba definida por Pinochet.
Tal vez eso es lo mejor de Lagos. Mucho más importantes que las toneladas de cemento gastadas en sus autopistas. Las ideas que instaló en el corazón de la sociedad. Los conceptos de respeto a los derechos humanos, tolerancia, civilidad, ciudadanía. Será malas pulgas, gruñón, taimado, contestador, pesado. Pero esto, creo, lo ha hecho ser un gran presidente.
¿Y cuáles son las sombras? ¿Las hay? Sí, claro que las hay, siempre las hay. Yo creo que es la idiotez. La educación mala trae personas malas. La educación tonta trae personas tontas, que son incapaces de resolver conflictos. ¿Hay más? Suena a poco. ¿Lo es?
El gran grito durante la dictadura era el "Y va a caer, y va a caer". No sólo era un grito, sino también una esperanza. ¿Cuál es el grito hoy? ¿Qué tenemos que hacer caer?
20051123
El contraataque de la Concertación
Si las campañas estaban más o menos aburridas, casi indiferenciables unas de otras, con toda la clase política de acuerdo en que el país es desigual y que eso hay que cambiarlo dando “más oportunidades” (ya…), la batalla comunicacional la ha asumido La Moneda, que hace el trabajo sucio con el que su candidata no se puede embarrar (aunque también ella lo ha hecho, un poco).
Suena cerdo, y lo es, pero estas cosas constituyen las campañas chilenas. Desde ese punto de vista, a la Concertación no le quedaba otra. La candidatura Piñera ya ha hecho bastante daño en las filas de la coalición de gobierno. Tal vez el media buzz al principio iba en torno al desastre que Piñera significaba para Lavín, pero el bombazo primero hundió a la candidata que tenía más queso como para aguantar una campaña (Alvear, sí, es una opinión personal, pero siempre me pareció más sólida que Bachelet), y después empezó a fagocitar del descontento –y desconcierto— del lado derecho, y hasta del centro, de la Concertación.
¿Es así? Puede que no, pero esto es el resultado de las encuestas –que están mal hechas (mi amigo-gurú Armen Kouyoumdjian hace ver, entre otras cosas, con toda razón, que las encuestas sólo incluyen teléfonos fijos, lo que deja fuera a gran parte del electorado con celulares de tarjeta, que se ubica en los estratos más bajos de la escala socioeconómica)--: las encuestas crean una realidad paralela y sobre esa realidad es que los actores políticos reaccionan.
Tenemos entonces ahora al gobierno como el brazo armado de la campaña de Bachelet, que se olvida de Lavín y se concentra en atacar a Piñera, sobre la base de su calidad de multimillonario. Estos disparos para complacer a la galería son bastante débiles. Si me preguntan a mí, y si yo fuera el estratega de Bachelet, me hubiera centrado no en la calidad de millonario de Piñera, sino en la manera que gobierna sus empresas y a sus subordinados. Diría que es un hombre que sólo puede trabajar en equipo en la medida que tenga un grupo de eunucos que lo sirvan, y que a los chilenos no nos conviene tener un rey y una corte de chupamedias. El gobierno, si quiere ayudar a su candidata, lo está haciendo mal. Con el señor y la señora simpatía (Eyzaguirre y Luisa Durán) como los rostros visibles… plagio a Héctor Soto: no me ayuden tanto, compadres.
El contraste entre Piñera y Bachelet no está en los millones de uno y en la falta de millones de la otra. Está en la “fantasía” que representan los dos (de nuevo, “fantasía” en términos comunicacionales, recuerden que estos posts son estrictamente comunicacionales). Bachelet representa el ascenso de un nuevo tipo de poder: uno marcado por la horizontalidad, por la participación, por la sensibilidad “femenina” en la toma de decisiones. Menos memorandums dando órdenes y más reuniones para acordar esas decisiones. Más comprensión y menos reacción. Tanto es así que el problema es que la candidata ni siquiera lo parece. Piñera, por otro lado, da la fantasía de un estilo que ya conocimos bien, en alguien que por cierto tenía menos labia y simpatía: Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Empresarios, ingenieros los dos, las decisiones se meditaban un rato y se tomaban. Si no te gusta, te ibas.
En ese sentido, el concepto más efectivo anti-Piñera que he visto es un cartel, dibujado a mano, en papel café, que se le ocurrió a alguien de “Juntos Podemos Más”. Era una caricatura, pegada cerca del metro Los Héroes, en la que Piñera te miraba a la cara y te decía: “Vota por mí o te despido”. En estos momentos, la lluvia de primavera que cae sobre Santiago la debe estar deshaciendo.
Suena cerdo, y lo es, pero estas cosas constituyen las campañas chilenas. Desde ese punto de vista, a la Concertación no le quedaba otra. La candidatura Piñera ya ha hecho bastante daño en las filas de la coalición de gobierno. Tal vez el media buzz al principio iba en torno al desastre que Piñera significaba para Lavín, pero el bombazo primero hundió a la candidata que tenía más queso como para aguantar una campaña (Alvear, sí, es una opinión personal, pero siempre me pareció más sólida que Bachelet), y después empezó a fagocitar del descontento –y desconcierto— del lado derecho, y hasta del centro, de la Concertación.
¿Es así? Puede que no, pero esto es el resultado de las encuestas –que están mal hechas (mi amigo-gurú Armen Kouyoumdjian hace ver, entre otras cosas, con toda razón, que las encuestas sólo incluyen teléfonos fijos, lo que deja fuera a gran parte del electorado con celulares de tarjeta, que se ubica en los estratos más bajos de la escala socioeconómica)--: las encuestas crean una realidad paralela y sobre esa realidad es que los actores políticos reaccionan.
Tenemos entonces ahora al gobierno como el brazo armado de la campaña de Bachelet, que se olvida de Lavín y se concentra en atacar a Piñera, sobre la base de su calidad de multimillonario. Estos disparos para complacer a la galería son bastante débiles. Si me preguntan a mí, y si yo fuera el estratega de Bachelet, me hubiera centrado no en la calidad de millonario de Piñera, sino en la manera que gobierna sus empresas y a sus subordinados. Diría que es un hombre que sólo puede trabajar en equipo en la medida que tenga un grupo de eunucos que lo sirvan, y que a los chilenos no nos conviene tener un rey y una corte de chupamedias. El gobierno, si quiere ayudar a su candidata, lo está haciendo mal. Con el señor y la señora simpatía (Eyzaguirre y Luisa Durán) como los rostros visibles… plagio a Héctor Soto: no me ayuden tanto, compadres.
El contraste entre Piñera y Bachelet no está en los millones de uno y en la falta de millones de la otra. Está en la “fantasía” que representan los dos (de nuevo, “fantasía” en términos comunicacionales, recuerden que estos posts son estrictamente comunicacionales). Bachelet representa el ascenso de un nuevo tipo de poder: uno marcado por la horizontalidad, por la participación, por la sensibilidad “femenina” en la toma de decisiones. Menos memorandums dando órdenes y más reuniones para acordar esas decisiones. Más comprensión y menos reacción. Tanto es así que el problema es que la candidata ni siquiera lo parece. Piñera, por otro lado, da la fantasía de un estilo que ya conocimos bien, en alguien que por cierto tenía menos labia y simpatía: Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Empresarios, ingenieros los dos, las decisiones se meditaban un rato y se tomaban. Si no te gusta, te ibas.
En ese sentido, el concepto más efectivo anti-Piñera que he visto es un cartel, dibujado a mano, en papel café, que se le ocurrió a alguien de “Juntos Podemos Más”. Era una caricatura, pegada cerca del metro Los Héroes, en la que Piñera te miraba a la cara y te decía: “Vota por mí o te despido”. En estos momentos, la lluvia de primavera que cae sobre Santiago la debe estar deshaciendo.
20051117
Señores TV
Impresiones sobre el debate de anoche.
Hirsch. ¿Qué pasó? ¿Dónde se metió este hombre durante todos estos años? Un Piñera creíble, pero para el otro lado. Según mi humilde opinión, anoche fue el mejor. Creo que lo fue (y no estoy hablando de la “propuesta”; en estos dos últimos posts me interesa solamente el manejo comunicacional de los candidatos), porque fue el único que, de verdad, no le tiene miedo a la discusión. Molesta, atiza, jode, y le sale natural. “El ofertón de fin de año”, one liners, el chiste de mirar el reloj y ver cuántos empresarios se están haciendo ricos mientras transcurre el debate… Es una lástima que el mensaje que envía Hirsch, aunque suene bien, no tiene correspondencia con la realidad. “Cambiar el sistema”. ¿Cómo? ¿A lo Allende? ¿A lo Pinochet? ¿Y qué es el sistema? Ahora tenemos un tremendo superavit, y eso sirve para 2006, pero ¿y 2007? ¿Y 2008? ¿De dónde piensa sacar el billete? Ese es el problema: que nadie, por más chorito que se las dé, puede resolver de verdad. Pero las campañas no están hechas para deprimir, sino para seducir, y Hirsch lo hace bien. Fue, lejos, el más atractivo de los cuatro.
Bachelet pareciera que no quiere ser presidente. ¡Por Dios! Conduce su campaña como si quedaran cinco meses para las votaciones, y mientras todos golpean la mesa, ella le hace cariño. Anoche no tuvo ni un solo one liner. Pero ninguno. Está bien no ser confrontacional, pero en los debates sí pueden serlo, es más, a través de la confrontación de argumentos es que, se supone, los electores pueden sacar sus conclusiones. Bachelet fue ministra de Defensa, se las vio con los milicos, fue ministra de salud, se las vio con los funcionarios… pero en el debate de anoche parecía que nunca hubiera tenido que enfrentar una situación antagónica. Tal vez exagero, dijo eso de que es la única candidata que no es empresaria, que no tiene compromisos. Bueno, no digamos que los sociolistos ni los PPD son tipos que no van a ir a joderla si es presidente recordándole los compromisos, pero en fin, estamos en campaña y ya va haber tiempo para eso. Además (bah, se me olvidaba): ¿qué fue eso de reconocer la baja en las encuestas? No sé si Bachelet esté inventando una nueva forma de comunicación política, ojalá que sí, porque me parece decente reconocer eso, pero hasta el momento ninguna elección en Chile, ninguna, se ha ganado sobre la base del manual de Carreño; más bien se ha empleado –y mal— “El arte de la guerra” (Toda guerra está basada en el engaño).
Lavín se me subió. No se asusten, no voy a votar por él, pero se me subió en términos comunicacionales. No todo el mundo le da vuelta una trampa a Piñera, pero esta vez Lavín lo hizo y hay que reconocérselo: fue cuando Piñera dijo (no tenía para qué) “tú sabes perfectamente bien cual de los dos, Joaquín, va a a pasar a segunda vuelta”; Lavín –y lo estaban pinchando—se apuntó a sí mismo. Al menos vi anoche en Lavín una estrategia: acorralar a Piñera presentándolo como un divisor de la derecha, y llamarlo a la unidad. Me parece a estas alturas una buena movida: está dirigida al corazón de los votos aliancistas, cómo van a votar por el tipo que nos dividió, voten por mí, que aunque él nos dividió, no le guardo rencor y lo llamo a la unidad. Yo soy capaz de unir si soy presidente; él no.. Estuvo bien también al desmarcarse de la UDI: A mí me interesa el bien de Chile, no el del ningún partido (no es cita textual). Se lo he escuchado antes, pero no sé, ahora, en medio del debate, me pareció que por primera vez eso era creíble. Creíble no significa real, eso sí.
Fue raro lo que pasó con Piñera. Hizo una DOÑA declaración que pasó inadvertida. Prácticamente sepultó a la Alianza y clavó en medio de la Concertación un clavo gigante, que ya veremos si logra agrietar el muro: llamó a la creación de una nueva alianza, centrada en él, que junte a la izquierda de la Alianza y al centro y la derecha de la Concertación. Es decir, tácitamente… ¡llamó a refundar la DC! Es casi la ideología de los founding fathers de la Democracia Cristiana… y no creo que Frei Montalva se hubiera revolcado en su tumba anoche. Piñera es lejos el más pillo de los tres, el con mejor manejo comunicacional a largo plazo (aunque anoche, en términos televisivos, brilló menos que Hirsch). Pero comparte con Hirsch, aunque no lo dice, un proyecto diferente al status quo (o al menos dice que lo tiene… bueno, no lo dice tan abiertamente, pero es lo que interpreto de lo que vi anoche). Hirsch sabe lo que NO quiere: lo que hay ahora. Piñera sabe lo que SÍ quiere: refundar la DC que iba a almorzar a la casa de su papá los sábados. Y no es una mala idea. La DC es un partido que no ventila tanto los trapos al sol (como la alianza), pero que está tan fracturado como esta última, y tan decadente como RN. Piñera sabe que la carcaza que lo cobija tiene olor a muerto, y tal como vio un día que estas tarjetitas que prestaban plata podían ser buen negocio, se está dando cuenta de que ese partido que está ahí, a saltos y peos, macuco como siempre pero dividido como pocas veces, y que aún es una buena marca, puede servirle. Creo que, en el hipotético caso de que tengamos a Piñera como presidente, de alguna manera va a ser el cuarto presidente DC. Negocio redondo para Piñera y para la DC. Nadie sabe para quién trabaja.
Hirsch. ¿Qué pasó? ¿Dónde se metió este hombre durante todos estos años? Un Piñera creíble, pero para el otro lado. Según mi humilde opinión, anoche fue el mejor. Creo que lo fue (y no estoy hablando de la “propuesta”; en estos dos últimos posts me interesa solamente el manejo comunicacional de los candidatos), porque fue el único que, de verdad, no le tiene miedo a la discusión. Molesta, atiza, jode, y le sale natural. “El ofertón de fin de año”, one liners, el chiste de mirar el reloj y ver cuántos empresarios se están haciendo ricos mientras transcurre el debate… Es una lástima que el mensaje que envía Hirsch, aunque suene bien, no tiene correspondencia con la realidad. “Cambiar el sistema”. ¿Cómo? ¿A lo Allende? ¿A lo Pinochet? ¿Y qué es el sistema? Ahora tenemos un tremendo superavit, y eso sirve para 2006, pero ¿y 2007? ¿Y 2008? ¿De dónde piensa sacar el billete? Ese es el problema: que nadie, por más chorito que se las dé, puede resolver de verdad. Pero las campañas no están hechas para deprimir, sino para seducir, y Hirsch lo hace bien. Fue, lejos, el más atractivo de los cuatro.
Bachelet pareciera que no quiere ser presidente. ¡Por Dios! Conduce su campaña como si quedaran cinco meses para las votaciones, y mientras todos golpean la mesa, ella le hace cariño. Anoche no tuvo ni un solo one liner. Pero ninguno. Está bien no ser confrontacional, pero en los debates sí pueden serlo, es más, a través de la confrontación de argumentos es que, se supone, los electores pueden sacar sus conclusiones. Bachelet fue ministra de Defensa, se las vio con los milicos, fue ministra de salud, se las vio con los funcionarios… pero en el debate de anoche parecía que nunca hubiera tenido que enfrentar una situación antagónica. Tal vez exagero, dijo eso de que es la única candidata que no es empresaria, que no tiene compromisos. Bueno, no digamos que los sociolistos ni los PPD son tipos que no van a ir a joderla si es presidente recordándole los compromisos, pero en fin, estamos en campaña y ya va haber tiempo para eso. Además (bah, se me olvidaba): ¿qué fue eso de reconocer la baja en las encuestas? No sé si Bachelet esté inventando una nueva forma de comunicación política, ojalá que sí, porque me parece decente reconocer eso, pero hasta el momento ninguna elección en Chile, ninguna, se ha ganado sobre la base del manual de Carreño; más bien se ha empleado –y mal— “El arte de la guerra” (Toda guerra está basada en el engaño).
Lavín se me subió. No se asusten, no voy a votar por él, pero se me subió en términos comunicacionales. No todo el mundo le da vuelta una trampa a Piñera, pero esta vez Lavín lo hizo y hay que reconocérselo: fue cuando Piñera dijo (no tenía para qué) “tú sabes perfectamente bien cual de los dos, Joaquín, va a a pasar a segunda vuelta”; Lavín –y lo estaban pinchando—se apuntó a sí mismo. Al menos vi anoche en Lavín una estrategia: acorralar a Piñera presentándolo como un divisor de la derecha, y llamarlo a la unidad. Me parece a estas alturas una buena movida: está dirigida al corazón de los votos aliancistas, cómo van a votar por el tipo que nos dividió, voten por mí, que aunque él nos dividió, no le guardo rencor y lo llamo a la unidad. Yo soy capaz de unir si soy presidente; él no.. Estuvo bien también al desmarcarse de la UDI: A mí me interesa el bien de Chile, no el del ningún partido (no es cita textual). Se lo he escuchado antes, pero no sé, ahora, en medio del debate, me pareció que por primera vez eso era creíble. Creíble no significa real, eso sí.
Fue raro lo que pasó con Piñera. Hizo una DOÑA declaración que pasó inadvertida. Prácticamente sepultó a la Alianza y clavó en medio de la Concertación un clavo gigante, que ya veremos si logra agrietar el muro: llamó a la creación de una nueva alianza, centrada en él, que junte a la izquierda de la Alianza y al centro y la derecha de la Concertación. Es decir, tácitamente… ¡llamó a refundar la DC! Es casi la ideología de los founding fathers de la Democracia Cristiana… y no creo que Frei Montalva se hubiera revolcado en su tumba anoche. Piñera es lejos el más pillo de los tres, el con mejor manejo comunicacional a largo plazo (aunque anoche, en términos televisivos, brilló menos que Hirsch). Pero comparte con Hirsch, aunque no lo dice, un proyecto diferente al status quo (o al menos dice que lo tiene… bueno, no lo dice tan abiertamente, pero es lo que interpreto de lo que vi anoche). Hirsch sabe lo que NO quiere: lo que hay ahora. Piñera sabe lo que SÍ quiere: refundar la DC que iba a almorzar a la casa de su papá los sábados. Y no es una mala idea. La DC es un partido que no ventila tanto los trapos al sol (como la alianza), pero que está tan fracturado como esta última, y tan decadente como RN. Piñera sabe que la carcaza que lo cobija tiene olor a muerto, y tal como vio un día que estas tarjetitas que prestaban plata podían ser buen negocio, se está dando cuenta de que ese partido que está ahí, a saltos y peos, macuco como siempre pero dividido como pocas veces, y que aún es una buena marca, puede servirle. Creo que, en el hipotético caso de que tengamos a Piñera como presidente, de alguna manera va a ser el cuarto presidente DC. Negocio redondo para Piñera y para la DC. Nadie sabe para quién trabaja.
20051116
Soñé que Piñera ganaba
Es verdad. Soñé que Piñera ganaba. ¿Por qué soñé eso? No recuerdo nada más. No sé si era en primera o segunda vuelta, pero ganaba. ¿Era una pesadilla? No tanto. ¿Era un sueño? No tanto.
Interpreté mi propio sueño. Ese día, mientras pasaba frente a un cartel de Piñera, pensé que su campaña era la mejor si uno considera lo malas que están las campañas. Al menos Piñera ha sido directo: Más salud, más educación, menos delincuencia (las dos primeras frases en amarillo, creo; la última en rojo). El Estoy contigo de Bachelet es más vago que estudiante con problemas vocacionales. Y después se preguntan: amá, por qué estamos cayendo en las encuestas... A Bachelet le han cortado todo lo que había hecho subir. No era mucho, cierto, es la simpatía, y justamente el susto era que la pelaran por simpática. Pero ahí tienen a Lili Pérez (ya llegaremos a ella). No rocket scientist there. Todo en Bachelet es vago. Estoy contigo se puede ller como que ella está con uno o uno con ella. ¿A quién se le ocurrió que mabos conceptos daban lo mismo? A uno le interesa que el o la presidente (sí, presidentE en ambos casos) esté con unoi, y no al revés. La época de Marta Harnecker ya pasó. No son ustedes los que movilizan las masas, son las masas las que los movilizan a ustedes. Amá, ¿por qué estamos cayendo en las encuestas? Y el Alas de Lavín no resiste comentario. ¿De verdad pagaron por esa idea? La campaña ha sido sorprendentemente limpia: en caso de guerra, yo habría mandado a rayar todos los carteles de Lavín para transformarlos en olor a alas para todos. Hirsh me parece bastante decente en su campaña: bueno, no tiene plata y no aparece mucho. Pero también es el que la tiene más fácil: no tiene que conquistar a nadie más que a los desencantados de la izquierda concertacionista. Los otros juegan un ajedrez endemoniado: Lavín tiene que evitar la fuga de los votos de derecha hacia Piñera, de los votos de población hacia Bachelet… ¡e incluso Hirsh! Piñera tiene que conquistar electorado par todos lados: los descolgados a la izquierda de Lavín y a la derecha de Bachelet (fundamentalmente la DC más dura, que no se traga un segundo gobierno socialista). Y Bachelet tiene que evitar la fuga hacia Lavín en las poblaciones, la fuga hacia Piñera en la DC y la fuga hacia Hirsh en la izquierda más rebeldilla.
¿Enredado? Un poco, pero el único que sólo tiene que dedicarse a ganar gente, y no a mantener gente en el corral, (además de Hirsh) es Piñera.
Más pensamientos.
¿Por qué Longueira anda de rojo? ¿Qué tiene en contra de que Lili Pérez sea bonita? ¿Acaso él no se las da de vaquero suburbano con sus bluyines y su chaleco rojo? (¿Y por qué toda la UDI anda con chaleco? ¿Nadie les dijo que la elección es en diciembre? ¿Piensan “sofocarnos” con su eventual gobierno?) Más encima sale detrás de Lavín en ese discurso final, del "gran equipo"... un momento... ¿es Evelyn Matthei la que forma parte del "gran" equipo? Sh, la jugadora en equipo número uno. Y Longueira, ¿no duerme? ¿No ha pensado en operarse las ojeras? Ah, es que la campaña no está centrada en su irresistible físico.
Lili Pérez es endiabladamente atractiva con solo levantar el brazo y una polera blanca. Es como el poster de Farrah Fawcett en bikini de la política chilena. Con bandera sale mejor que la Bolocco. Pero no trivialicemos el debate. Lili Pérez no ha hecho NADA que los candidatos hombres no hayan hecho. Tiene todo el derecho a sacarse la foto que se sacó. Su símbolo del corazón está bien, es juguetón, modernillo (su enemigo podría decir que es el mismo símbolo del chapulín colorado, pero nadie lo ha hecho hasta el momento). Si alguien cree que las campañas se ganan con ideas… lo lamento, no se ganan así.
Qué más. El spot parlamentario de la estrella, de RN. Bellísimo. Filmado muy publicitariamente, y no tiene nada de malo. Sol, luz, sol, luz, prados verdes, gente linda, feliz, con onda, flaca, bien filmada. Pero esto lo hizo la Concertación en 1988 (y con “un poco más” de contenido: sacudirse de un presidente asesino). El mensaje de este spot es que RN “une” a Chile, por eso la estrella va de mano en mano y de mochila en mochila y bla bla. ¿Creerán que uno es tonto? ¿Estamos hablando del mismo partido que casi tiene hecha mierda a su alianza porque levantó un candidato presindencial de última hora? Es verdad que la UDI también tiene su parte en esto, pero al menos la UDI no recurrió al cuento de la “unión” en su campaña (peor: recurrió a una campaña… para desodorantes). Es muy bonito el segmento, pero no dice absolutamente nada. Y lo que dice, sólo se lo puede creer alguien muy, muy desinformado. Bueno, capaz que por eso mismo resulte.
Partido radical: lo mejor de la campaña: me he reído A GRITOS. Al lado de esto, olor a alas para todos es una obra de Neruda. Un grupo de vejetes (y todos hombres), frolicks contra un sinfín blanco: salta, juega, lesea como si sus miembros tuvieran doce años. Unos textos acompañan sus movimientos: “buena onda” y no sé qué otras estupideces. Después van a mover las charchas al estadio nacional. Ya entiendo por qué filmaron de noche: para que no se les vean tanto. Uy, los radicales... un equipo... de fútbol... sí, equipo de fútbol después del asado en que se comieron un kilo de carne cada unon. ¿Quién recibió plata para hacer esto? Al menos las platas truchas para la campaña de Lagos 99 financiaron cosas mejor que esta mierda. No resisto pensar que hubo platas de ministerios para PAGAR por la basura que es la campaña del partido radical, de verdad. ¿Esperan convencer a alguien de votar por ustedes, o de construir un refugio atómico para SALVARSE de ustedes? “Un cambio radical”, “Una medida radical”… ¡por favor! Una patada en la raja "radical" se merecen. No sé cómo todavía están en el sistema político. Bueno, no creo que estén por sus irresistibles dotes de seducción.
Qué más. La DC parlamentaria. ¡Están recurriendo a los parientes de los candidatos para decir que los candidatos son buenos! Por Dios. La hija del senador no sé cuánto diciendo que el tipo es el hombre más bueno de la tierra. El nieto, el hijo. ¿Les dijeron que así daban una imagen “de familia”? Por el amor de Dios que les metieron el dedo en la boca. Hay dos alternativas para esta campaña: o la DC piensa que la gente es tonta, o la DC es tan tonta como para pagar por una campaña así.
Los independientes. Ese viejo enojado que BRAMA: “¡trabajo! ¡trabajo! ¡trabajo!” es el nuevo "Rosa de Aric".
Del PPD no me acuerdo: juro que no me acuerdo. Sólo diré que Girardi me aterroriza tanto como Longueira y Piñera. Quizás la campaña de Piñera es la mejor porque es la que más plata tiene. Quizás por eso soñé –o tuve la pesadilla— que ganaba.
Interpreté mi propio sueño. Ese día, mientras pasaba frente a un cartel de Piñera, pensé que su campaña era la mejor si uno considera lo malas que están las campañas. Al menos Piñera ha sido directo: Más salud, más educación, menos delincuencia (las dos primeras frases en amarillo, creo; la última en rojo). El Estoy contigo de Bachelet es más vago que estudiante con problemas vocacionales. Y después se preguntan: amá, por qué estamos cayendo en las encuestas... A Bachelet le han cortado todo lo que había hecho subir. No era mucho, cierto, es la simpatía, y justamente el susto era que la pelaran por simpática. Pero ahí tienen a Lili Pérez (ya llegaremos a ella). No rocket scientist there. Todo en Bachelet es vago. Estoy contigo se puede ller como que ella está con uno o uno con ella. ¿A quién se le ocurrió que mabos conceptos daban lo mismo? A uno le interesa que el o la presidente (sí, presidentE en ambos casos) esté con unoi, y no al revés. La época de Marta Harnecker ya pasó. No son ustedes los que movilizan las masas, son las masas las que los movilizan a ustedes. Amá, ¿por qué estamos cayendo en las encuestas? Y el Alas de Lavín no resiste comentario. ¿De verdad pagaron por esa idea? La campaña ha sido sorprendentemente limpia: en caso de guerra, yo habría mandado a rayar todos los carteles de Lavín para transformarlos en olor a alas para todos. Hirsh me parece bastante decente en su campaña: bueno, no tiene plata y no aparece mucho. Pero también es el que la tiene más fácil: no tiene que conquistar a nadie más que a los desencantados de la izquierda concertacionista. Los otros juegan un ajedrez endemoniado: Lavín tiene que evitar la fuga de los votos de derecha hacia Piñera, de los votos de población hacia Bachelet… ¡e incluso Hirsh! Piñera tiene que conquistar electorado par todos lados: los descolgados a la izquierda de Lavín y a la derecha de Bachelet (fundamentalmente la DC más dura, que no se traga un segundo gobierno socialista). Y Bachelet tiene que evitar la fuga hacia Lavín en las poblaciones, la fuga hacia Piñera en la DC y la fuga hacia Hirsh en la izquierda más rebeldilla.
¿Enredado? Un poco, pero el único que sólo tiene que dedicarse a ganar gente, y no a mantener gente en el corral, (además de Hirsh) es Piñera.
Más pensamientos.
¿Por qué Longueira anda de rojo? ¿Qué tiene en contra de que Lili Pérez sea bonita? ¿Acaso él no se las da de vaquero suburbano con sus bluyines y su chaleco rojo? (¿Y por qué toda la UDI anda con chaleco? ¿Nadie les dijo que la elección es en diciembre? ¿Piensan “sofocarnos” con su eventual gobierno?) Más encima sale detrás de Lavín en ese discurso final, del "gran equipo"... un momento... ¿es Evelyn Matthei la que forma parte del "gran" equipo? Sh, la jugadora en equipo número uno. Y Longueira, ¿no duerme? ¿No ha pensado en operarse las ojeras? Ah, es que la campaña no está centrada en su irresistible físico.
Lili Pérez es endiabladamente atractiva con solo levantar el brazo y una polera blanca. Es como el poster de Farrah Fawcett en bikini de la política chilena. Con bandera sale mejor que la Bolocco. Pero no trivialicemos el debate. Lili Pérez no ha hecho NADA que los candidatos hombres no hayan hecho. Tiene todo el derecho a sacarse la foto que se sacó. Su símbolo del corazón está bien, es juguetón, modernillo (su enemigo podría decir que es el mismo símbolo del chapulín colorado, pero nadie lo ha hecho hasta el momento). Si alguien cree que las campañas se ganan con ideas… lo lamento, no se ganan así.
Qué más. El spot parlamentario de la estrella, de RN. Bellísimo. Filmado muy publicitariamente, y no tiene nada de malo. Sol, luz, sol, luz, prados verdes, gente linda, feliz, con onda, flaca, bien filmada. Pero esto lo hizo la Concertación en 1988 (y con “un poco más” de contenido: sacudirse de un presidente asesino). El mensaje de este spot es que RN “une” a Chile, por eso la estrella va de mano en mano y de mochila en mochila y bla bla. ¿Creerán que uno es tonto? ¿Estamos hablando del mismo partido que casi tiene hecha mierda a su alianza porque levantó un candidato presindencial de última hora? Es verdad que la UDI también tiene su parte en esto, pero al menos la UDI no recurrió al cuento de la “unión” en su campaña (peor: recurrió a una campaña… para desodorantes). Es muy bonito el segmento, pero no dice absolutamente nada. Y lo que dice, sólo se lo puede creer alguien muy, muy desinformado. Bueno, capaz que por eso mismo resulte.
Partido radical: lo mejor de la campaña: me he reído A GRITOS. Al lado de esto, olor a alas para todos es una obra de Neruda. Un grupo de vejetes (y todos hombres), frolicks contra un sinfín blanco: salta, juega, lesea como si sus miembros tuvieran doce años. Unos textos acompañan sus movimientos: “buena onda” y no sé qué otras estupideces. Después van a mover las charchas al estadio nacional. Ya entiendo por qué filmaron de noche: para que no se les vean tanto. Uy, los radicales... un equipo... de fútbol... sí, equipo de fútbol después del asado en que se comieron un kilo de carne cada unon. ¿Quién recibió plata para hacer esto? Al menos las platas truchas para la campaña de Lagos 99 financiaron cosas mejor que esta mierda. No resisto pensar que hubo platas de ministerios para PAGAR por la basura que es la campaña del partido radical, de verdad. ¿Esperan convencer a alguien de votar por ustedes, o de construir un refugio atómico para SALVARSE de ustedes? “Un cambio radical”, “Una medida radical”… ¡por favor! Una patada en la raja "radical" se merecen. No sé cómo todavía están en el sistema político. Bueno, no creo que estén por sus irresistibles dotes de seducción.
Qué más. La DC parlamentaria. ¡Están recurriendo a los parientes de los candidatos para decir que los candidatos son buenos! Por Dios. La hija del senador no sé cuánto diciendo que el tipo es el hombre más bueno de la tierra. El nieto, el hijo. ¿Les dijeron que así daban una imagen “de familia”? Por el amor de Dios que les metieron el dedo en la boca. Hay dos alternativas para esta campaña: o la DC piensa que la gente es tonta, o la DC es tan tonta como para pagar por una campaña así.
Los independientes. Ese viejo enojado que BRAMA: “¡trabajo! ¡trabajo! ¡trabajo!” es el nuevo "Rosa de Aric".
Del PPD no me acuerdo: juro que no me acuerdo. Sólo diré que Girardi me aterroriza tanto como Longueira y Piñera. Quizás la campaña de Piñera es la mejor porque es la que más plata tiene. Quizás por eso soñé –o tuve la pesadilla— que ganaba.
20051112
Mis tres libros del año
Recomendados que leí este año (o que al menos recuerdo haber leído):
The go-between Si vieron "Se arrienda", reconocerán la cita que abre la cinta: The past is a foreign country. They do things differently there. Es la frase que abre esta novela del inglés L.P. Hartley. En el mundo anglo es una cita muy popular sobre el pasado, y es cierta. Hartley es un escritor inglés, activo hacia 1950, y de por ahi proviene la cinta, homosexual, reprimido: un hombre que se formó en los últimos estertores de la época victoriana, y que jamás pudo dejar atrás eso. Vista desde ahora, la trama de "The go-between", parece infantil, pero es una señal de cómo los valores y las visiones de mundo de una sociedad van cambiando. Un chico de once años es invitado a apsar unos días del verano a casa de un compañero de curso rico. Es 1900, el año del cambio de siglo, y el muchacho se deslumbra con la familia de su compañero: con sus modales, su dinero, pero sobre todo la distancia que ponen entre ellos y la plebe, los criados del campo. El compañero rico se aburre pronto de la compañía y deja al protagonista de la novela vagar libre por la propiedad. El protagonista pronto establece una relación con la hermana de su amigo y con un campesino que vive solo y es vecino de los ricos. Y tiene que servir de mensajero, o de "correveidile", como dicen los españoles, de esta relación prohibida entre el campesino y la chica, que tiene -oh- sexo entre sus ingredientes. No voy a contar el final, que es bueno; más importante contar es el contraste que Hartley consigue entre los valores del pasado y del presente. El protagonista de este libro, al final del día, es el paso del tiempo.
El libro es película (Julie Christie en el rol de la muchacha); y en español se llama "El mensajero" (Editorial Pre-textos, Madrid).
Under the banner of Heaven El regreso de Jon Krakauer (en la foto) a la no-ficción. Krakauer es el periodista-montañista, famoso por "Mal de altura", el impresionante recuento sobre el día en que varios escaladores amateur murieron en el Everest. Krakauer regresa con un libro sobre los mormones fundamentalistas: investiga un caso en que una mujer mormona es asesinada por su fanátio cuñado. Krakauer se larga un libro de no-ficción tremendo, en el que pinta la historia de los mormones desde su inicio, y la filosofía de los mormones fundamentalistas -que son los que mantienen la poligamia: en realidad una disfrazada teología chanta para poder ir teniendo sexo cada vez con niñas más chicas: las propias hijas de las esposas. Es interesante notar que este libro se publicó en un momento en que Estados Unidos se horroriza del fundamentalismo islámico, sin darse cuenta qué tan fundamentalista puede ser su propia sociedad. En español: "Por mandato del cielo". Colección "Hechos reales". Emecé.
Honrarás a tu padre Un clásico del periodismo. Gay Talese (en la foto) investigó durante años a una de las últimas familias mafiosas de la vieja escuela: los Bonnano. Decir "investigó" es medio engañoso. En realidad se hizo amigo del hijo del gran mafioso. Tuvo acceso a él durante años. Y lo retrató en su momento de decadencia. Jamás antes alguien había reporteado la mafia "desde adentro". Talese, sin los malabarismos escriturales de Wolf, y sin la cirrosis de Hunter S. Thompson (QEPD), es, según mi humilde opinión, el escritor más completo de lo que se llamó "el nuevo periodismo", que es más viejo que el mal.
The go-between Si vieron "Se arrienda", reconocerán la cita que abre la cinta: The past is a foreign country. They do things differently there. Es la frase que abre esta novela del inglés L.P. Hartley. En el mundo anglo es una cita muy popular sobre el pasado, y es cierta. Hartley es un escritor inglés, activo hacia 1950, y de por ahi proviene la cinta, homosexual, reprimido: un hombre que se formó en los últimos estertores de la época victoriana, y que jamás pudo dejar atrás eso. Vista desde ahora, la trama de "The go-between", parece infantil, pero es una señal de cómo los valores y las visiones de mundo de una sociedad van cambiando. Un chico de once años es invitado a apsar unos días del verano a casa de un compañero de curso rico. Es 1900, el año del cambio de siglo, y el muchacho se deslumbra con la familia de su compañero: con sus modales, su dinero, pero sobre todo la distancia que ponen entre ellos y la plebe, los criados del campo. El compañero rico se aburre pronto de la compañía y deja al protagonista de la novela vagar libre por la propiedad. El protagonista pronto establece una relación con la hermana de su amigo y con un campesino que vive solo y es vecino de los ricos. Y tiene que servir de mensajero, o de "correveidile", como dicen los españoles, de esta relación prohibida entre el campesino y la chica, que tiene -oh- sexo entre sus ingredientes. No voy a contar el final, que es bueno; más importante contar es el contraste que Hartley consigue entre los valores del pasado y del presente. El protagonista de este libro, al final del día, es el paso del tiempo.
El libro es película (Julie Christie en el rol de la muchacha); y en español se llama "El mensajero" (Editorial Pre-textos, Madrid).
Under the banner of Heaven El regreso de Jon Krakauer (en la foto) a la no-ficción. Krakauer es el periodista-montañista, famoso por "Mal de altura", el impresionante recuento sobre el día en que varios escaladores amateur murieron en el Everest. Krakauer regresa con un libro sobre los mormones fundamentalistas: investiga un caso en que una mujer mormona es asesinada por su fanátio cuñado. Krakauer se larga un libro de no-ficción tremendo, en el que pinta la historia de los mormones desde su inicio, y la filosofía de los mormones fundamentalistas -que son los que mantienen la poligamia: en realidad una disfrazada teología chanta para poder ir teniendo sexo cada vez con niñas más chicas: las propias hijas de las esposas. Es interesante notar que este libro se publicó en un momento en que Estados Unidos se horroriza del fundamentalismo islámico, sin darse cuenta qué tan fundamentalista puede ser su propia sociedad. En español: "Por mandato del cielo". Colección "Hechos reales". Emecé.
Honrarás a tu padre Un clásico del periodismo. Gay Talese (en la foto) investigó durante años a una de las últimas familias mafiosas de la vieja escuela: los Bonnano. Decir "investigó" es medio engañoso. En realidad se hizo amigo del hijo del gran mafioso. Tuvo acceso a él durante años. Y lo retrató en su momento de decadencia. Jamás antes alguien había reporteado la mafia "desde adentro". Talese, sin los malabarismos escriturales de Wolf, y sin la cirrosis de Hunter S. Thompson (QEPD), es, según mi humilde opinión, el escritor más completo de lo que se llamó "el nuevo periodismo", que es más viejo que el mal.
20051109
Tarjeta de navidad de una puta en Minneapolis
Había una época en que no existía el e-mail. Tom Waits tiene una canción maravillosa al respecto:
Hey Charlie I'm pregnant / Hey Charlie, estoy embarazada
and living on the 9th Street / y vivo en la calle 9
right above a dirty bookstore / arriba de una librería cochina
off Euclid Avenue / cerca de la Avenida Euclid
And I stopped takin dope / Y paré de meterme droga
And I quit drinkin whiskey / Y dejé de tomar whisky
And my old man plays the trombone / Mi pareja toca el trombón
and works out at the track / y trabaja en el hipódromo
And he says that he loves me / y dice que me ama
even though its not his baby / aunque no sea su guagua
And he says that he'll raise him up / y dice que lo va a criar
like he would his own son / como si fuera su propio hijo
And he gave me a ring / y me dio un anillo
that was worn by his mother / que lo usó su madre
And he takes me out dancin / y me saca a bailar
every Saturday night. / todos los sábado en la noche.
And hey Charlie I think about you / Y hey, Charley, pienso en ti
everytime I pass a fillin station / cada vez que paso por una bomba de bencina
on account of all the grease / me acuerdo de toda la grasa
you used to wear in your hair / que te ensuciaba el pelo
And I still have that record / y todavía tengo ese disco
of Little Anthony & The Imperials / de Little Anthony & the Imperials
but someone stole my record player / pero alguien me robó el tocadiscos
Now how do you like that? / ¿Qué te parece?
Hey Charlie I almost went crazy / Hey, Charly, casi me volví loca
after Mario got busted / después de que agarraron al Mario
So I went back to Omaha to / Así que volví a Omaha a
live with my folks / vivir con mis viejos
but everyone I used to know / pero todos los que conocía
was either dead or in prison / estaban muertos o presos
So I came back to Minneapolis / así que volví a Minneapolis
This time I think I'm gonna stay. / Creo que ahora me voy a quedar.
Hey Charlie I think I'm happy / Hey Charlie, creo que soy feliz
for the first time since my accident / por primera vez desde mi accidente
And I wish I had all the money / me gustaría tener toda la plata
that we used to spend on dope / que nos gastábamos en droga
I'd buy me a used car lot / me compraría un negocio de autos usados
and I wouldn't sell any of em / y no vendería ninguno
I'd just drive a different car / manejaría un auto distinto
every day, dependin on howI feel / cada día, dependiendo de cómo me sintiera
Hey Charlie for Christsakes / Hey Charlie, por el amor de Dios
do you want to know thetruth of it? / ¿quieres saber la verdad?
I don't have a husband / No tengo marido
He don't play the trombone / no toca el trombón
And I need to borrow money / y necesito pedir plata prestada
to pay this lawyer / para pagarle al abogado
And Charlie, heyI'll be eligible for parole / Y Charlie, puedo postular a libertad provisional
come Valentine's Day / para San Valentín
20051107
Perú: El nacionalismo se quita viajando
Desde hace días que vengo sintiendo, y lo más preocupante es que es algo que supera a los medios, ese tufillo triunfalista y condescendiente que emana cada vez que hay algún problema con Perú. No sé si el hecho de que el loco de Fujimori haya aparecido chupando unas botellas de vino en el Marriot de Avda. Kennedy cambie algo (a propósito, Menem se vino para acá, ahora Fujimori... ¿quién viene después? ¿El loco Bucaram? ¿Collor de Melo?), el punto es que me sorprende que haya tan pocas voces entre la inteligentzia chilena (¿es inteligente escribir así inteligenzia?) que se escapen a la típica e imbécil actitud que asumimos cada vez que hay un problema con Perú. Esto de cuadrarnos todos detrás del gran líder a mí me da vergüenza, qué quieren que les diga.
En el corto plazo, y le robo acá la idea a mi gurú Armen Kouyoumdjian... ¿quién dijo que los tratados son inalterables? No lo son. Sería lindo que lo fueran, pero no lo son. Perú quiere entrar a la convención del mar, y si lo hace, lo más probable es que sí tenga pie para negociar un reacomodo de la línea marítima. ¿Y? ¿Qué tanto? A negociar, pues, que para eso les pagan, y harto. Pero si todos los gobiernos se han dedicado a usar la diplomacia como bolsa para las recompensas a los compadrazgos políticos... bueno, no se extrañen después por perder en las negociaciones (la frase "Laguna del desierto", ¿hace sonar alguna campana? El Sábado publicará este fin de semana un reportaje mío a los pacos que estuvieron allá en 1965).
Lo que más me tiene abrumado con este asunto, es esta actitud que trasciende gobiernos, políticos, canales oficiales. Es esta suerte de superioridad que los chilenos sienten hacia los dos vecinos del norte, esta especie de mirada por sobre el hombro, esta simpleza idiota que usamos para explicar sus procesos, culturas, historia. Nosotros, los "arios" de Latinoamérica.
Se empieza a mencionar la palabra "guerra", aunque sea en el campo de la política ficción... ¿Y nadie en Chile se escandaliza? ¿Nadie es capaz de parar los carros, de decir, ey: un momento, sentémonos y conversemos esta cuestión? ¿Nadie es capaz de decir que la guerra simplemente no es una opción, y no lo va a ser nunca a menos que sigamos el modelo serbio de agresión a los vecinos?
Por el contrario, lo único que escucho son chistes y suspiros de alivio al comprobar que, por suerte, estamos bien armados (el combate a la pobreza, y la plata que se necesita para eso, se fueron a la cresta esta semana: qué bueno que gastamos en armas en vez). Nos sentamos y aplaudimos a rabiar los pases para la galería. "Este mar es nuestro" y otras bobaliconadas por el estilo, como si los pescados anduvieran con pasaporte; como si fuera llegar y tirar tiza sobre las olas para que quede claro donde empieza un mar y dónde termina el otro.
Si nos jactamos tanto de la estabilidad de nuestras brillantes instituciones, si tenemos tanta confianza en nuestro espléndido sistema económico, ¿por qué cresta Chile reacciona como vieja histérica cada vez que pasan estas cosas?
Creo fervientemente que el nacionalismo se quita viajando. La tontera y la estupidez también. Ahora tenemos al cacho de Fujimori acá. Espero que tengamos la creatividad, sangre fría y bolas de acero para solucionar nuestras diferencias con Perú donde corresponde: en una conversación.
En el corto plazo, y le robo acá la idea a mi gurú Armen Kouyoumdjian... ¿quién dijo que los tratados son inalterables? No lo son. Sería lindo que lo fueran, pero no lo son. Perú quiere entrar a la convención del mar, y si lo hace, lo más probable es que sí tenga pie para negociar un reacomodo de la línea marítima. ¿Y? ¿Qué tanto? A negociar, pues, que para eso les pagan, y harto. Pero si todos los gobiernos se han dedicado a usar la diplomacia como bolsa para las recompensas a los compadrazgos políticos... bueno, no se extrañen después por perder en las negociaciones (la frase "Laguna del desierto", ¿hace sonar alguna campana? El Sábado publicará este fin de semana un reportaje mío a los pacos que estuvieron allá en 1965).
Lo que más me tiene abrumado con este asunto, es esta actitud que trasciende gobiernos, políticos, canales oficiales. Es esta suerte de superioridad que los chilenos sienten hacia los dos vecinos del norte, esta especie de mirada por sobre el hombro, esta simpleza idiota que usamos para explicar sus procesos, culturas, historia. Nosotros, los "arios" de Latinoamérica.
Se empieza a mencionar la palabra "guerra", aunque sea en el campo de la política ficción... ¿Y nadie en Chile se escandaliza? ¿Nadie es capaz de parar los carros, de decir, ey: un momento, sentémonos y conversemos esta cuestión? ¿Nadie es capaz de decir que la guerra simplemente no es una opción, y no lo va a ser nunca a menos que sigamos el modelo serbio de agresión a los vecinos?
Por el contrario, lo único que escucho son chistes y suspiros de alivio al comprobar que, por suerte, estamos bien armados (el combate a la pobreza, y la plata que se necesita para eso, se fueron a la cresta esta semana: qué bueno que gastamos en armas en vez). Nos sentamos y aplaudimos a rabiar los pases para la galería. "Este mar es nuestro" y otras bobaliconadas por el estilo, como si los pescados anduvieran con pasaporte; como si fuera llegar y tirar tiza sobre las olas para que quede claro donde empieza un mar y dónde termina el otro.
Si nos jactamos tanto de la estabilidad de nuestras brillantes instituciones, si tenemos tanta confianza en nuestro espléndido sistema económico, ¿por qué cresta Chile reacciona como vieja histérica cada vez que pasan estas cosas?
Creo fervientemente que el nacionalismo se quita viajando. La tontera y la estupidez también. Ahora tenemos al cacho de Fujimori acá. Espero que tengamos la creatividad, sangre fría y bolas de acero para solucionar nuestras diferencias con Perú donde corresponde: en una conversación.
20051105
El fin de don Casimiro
Mi amigo don Casimiro Huerta Valverde, autor de la columna "Malditos jóvenes" de la Zona de Contacto de El Mercurio, me encarga comunicar a todos sus lectores que lo han echado. Lo han hecho, según él, de la manera más brutal y ordinaria: simplemente no lo publicaron más. Ni un mensaje, ni una advertencia. Un día miró el diario y simplemente no estaba.
"Se fueron a esa cuestión del interné", me dijo, "y nunca más supe de ellos".
"Típico de los jóvenes", agregó. "Son todos unos maricuecones, incapaces de hacer frente a la verdad. Pero yo sabía que iba a pasar esto. Fue mucho que durante dos años les dijera en sus caras de nalga que son unos privilegiados retamboreados, mientras los cabros chicos de las poblaciones tienen que prostituirse para comprar una marraqueta. Harto duró la cuestioncita. Al final, parece que los papis de los niños se enojaron (porque a ellos también los trataba de zoquetes retutas de sus tatas, y amenazaron con cancelar las suscripciones)".
Don Casimiro recibe una jubilación de $80 mil por sus cincuenta años en los Ferrocarriles del Estado. La plata que le pagaban en Zona de Contacto era poca, pero por lo menos doblaba sus ingresos.
"Me da lo mismo", me dijo. "Ya estoy muy viejo. No me pudieron matar con argumentos; probablemente me van a matar de hambre. Jóvenes de porquería".
Como primicia, aquí está la última columna de Don Casimiro: aquella que "el editor jovencito" recibió y nunca publicó.
Don Casimiro:
Leo su columna todas las semanas y con algunas cosas que plantea estoy de acuerdo, pero no con otras, como cuando trata mal a los padres de los niños. Yo quiero decirle que me preocupo de mis lolos, y mucho: ellos tienen un excelente grupo de amigos, un grupo de muchachas y muchachos del colegio, de primer nivel, que jamás haría las barbaridades que usted describe. Pongo mis manos al fuego por ellos.
Una mamá.
Mire, señora, no quiero ser irrespetuoso, pero mírese las manos y VÁYASE CORRIENDO A LA POSTA, para que le curen las quemaduras HORRIBLES que tiene. Si no se ha dado cuenta hasta ahora, yo creo que es porque los “angelitos” que usted tanto defiende, simplemente le echan DROGA al tecito que se toma con sus amigas, otra sarta de viejas que NO CACHA NI UNA de lo que pasa.
Así son los jóvenes privilegiaditos chilenos, señora: puras risitas, puras caritas de angelitos, pero la verdad es que la gran mayoría de ellos, mientras los jetones de los padres están en BABIA, salen a hacer puras barrabasadas.
Y no hablo de DROGARSE COMO MONO o tener SEXITO COMO CONEJOS. No señora, esas son batallas perdidas ya: prepárese para ser abuela pronto, y para que los infelices de los padres de esa criatura mezclen la MAMADERA con la MARIHUANA. De lo que hablo es de que los muy desgenerados, pese a que usted y el jetón de su marido SE HAN SACADO LA CONTUMELIA para poner a los “lolos” en el colegio privilegiadito, ellos han tirado AL WATER las oportunidades. En todos estos años de “carrete”, no han aprendido NI LA TABLA DEL UNO, señora.
Le recomiento seriamente, señora, HACERSE LA JETONA hasta el fin de sus días. Se lo recomiendo porque en el fondo, que estos granujas estudien o no da lo mismo: lo único que cuenta aquí es el colegio privilegiadito “de primer nivel”, porque después los compañeritos “de primer nivel” se van a dar trabajo entre ellos no más, y al pobre y triste jetón pobre que viene de un liceo, aunque les de MIL patadas en el tambembe en lo que se refiere a inteligencia, lo van a dejar de junior.
Viva Chile miércole. ¡Qué país más justo, solidario y democrático! ¿verdad?
20051102
Mejor que Neruda
En algún momento de los años ochenta, a principios probablemente, vi la siguiente escena en el "Festival de la Una".
Era uno de esos típicos concursos de artistas aficionados. Fundamentalmente los que participaban eran cantantes. Pero a veces, también, rara vez, pero ocurría, subía al escenario gente a recitar poesías. Entre sabrosalsa Deyco, abuelitas queridas y Enrique Maluenda, recuerdo a un tipo que se subió y declamó:
-Bueno, jo jo --dijo Maluenda--. Pasemos ahora a nuestro siguiente concursante.
La memoria me traiciona, pero no en lo que se refiere a los personajes (Maluenda, el poeta, la voz qaue dice "no"). Es cierto que lo único que retuve del poema fue esa frase, pero con el tiempo me topé con el poema entero. Era un clásico de los años sesenta, y lo escribió Fernando Alegría, poeta y escritor que murió ayer en Estados Unidos. Yo tenía --y perdí, maldición-- un prehistórico cassette en que el actor Roberto Parada, ya fallecido también, narraba el mismo poema que el colega del "Festival de la Una", con una voz sobre-coge-dora.
Fernando Alegría: un escritor para ser descubierto después de muerto. Por lo pronto, aquí está Viva Chile Mierda: juzguen ustedes mismos por favor.
Cuando el buzo ilumina su escafandra
Cuando se viene el invierno flotando en el Mapocho
cuando en noche de luna crece una población callampa
Me pregunto de repente y asombrado, por qué
¿Fue un soldado, herido en la batalla de Rancagua?
¡Ah!, qué empresa tan gigante para destino tan menguado.
Y lo que digo es un grito de combate
País - Pájaro, raíz vegetal, rincón donde el mundo se cierra,
Prueben a leerlo en voz alta, imposten la voz. "Digo con nostalgia" díganlo lento. "Digo enfurecido" díganlo enfurecidos.
Mejor que la mierda esa de "vaaamos, vaaaamos chilenos", ¿o no? Más sobre Fernando Alegría, aquí.
Era uno de esos típicos concursos de artistas aficionados. Fundamentalmente los que participaban eran cantantes. Pero a veces, también, rara vez, pero ocurría, subía al escenario gente a recitar poesías. Entre sabrosalsa Deyco, abuelitas queridas y Enrique Maluenda, recuerdo a un tipo que se subió y declamó:
bla bla bla bla
bla bla bla bla
bla bla bla bla
Viva Chile Mierda
¿Qué? Presté atención. Hubo algunos carraspeos en el estudio. Luego el poeta siguió.Bla bla bla bla
bla bla bla bla
bla bla bla bla
Viva Chile Mierda
Cortaron el sonido. El tipo miró hacia un lugar que se le escapaba a la cámara. Se escuchó algo como "no". El tipo se bajó del escenario.-Bueno, jo jo --dijo Maluenda--. Pasemos ahora a nuestro siguiente concursante.
La memoria me traiciona, pero no en lo que se refiere a los personajes (Maluenda, el poeta, la voz qaue dice "no"). Es cierto que lo único que retuve del poema fue esa frase, pero con el tiempo me topé con el poema entero. Era un clásico de los años sesenta, y lo escribió Fernando Alegría, poeta y escritor que murió ayer en Estados Unidos. Yo tenía --y perdí, maldición-- un prehistórico cassette en que el actor Roberto Parada, ya fallecido también, narraba el mismo poema que el colega del "Festival de la Una", con una voz sobre-coge-dora.
Fernando Alegría: un escritor para ser descubierto después de muerto. Por lo pronto, aquí está Viva Chile Mierda: juzguen ustedes mismos por favor.
¡Viva Chile Mierda!
por Fernando Alegría
Cuando al alba sale el huaso a destapar estrellas
y, mojado de rocío, enciende el fuego en sus espuelas
cuando el caballo colorado salta la barra del mar
y se estremece el lago con una lenta bruma de patos,
cuando cae el recio alerce y en sus ramas cae el cielo:
digo con nostalgia ¡VIVA CHILE MIERDA!
Cuando el buzo ilumina su escafandra
y las ballenas se acercan a mamar en el vientre de las lanchas
cuando cae al fondo del océano la osamenta de la patria
y como vaca muerta la arrastra la ola milenaria
cuando explota el carbón y se enciende la Antártida:
digo, pensativo, ¡VIVA CHILE MIERDA!
Cuando se viene el invierno flotando en el Mapocho
como un muerto atado con alambres, con flores y con tarros
y lo lamen los perros y se aleja embalsamado de gatos
cuando se lleva un niño y otro niño dormidos en su escarcha
y se va revolviendo sus grises ataúdes de saco:
digo enfurecido ¡VIVA CHILE MIERDA!
cuando en noche de luna crece una población callampa
cuando se cae una escuela y se apaga una fábrica
cuando fallece un puerto en el Norte y con arena lo tapan
cuando Santiago se apesta y se oxidan sus blancas plazas
cuando se jubila el vino y las viudas empeñan sus casas:
digo cabeza bajo ¡VIVA CHILE MIERDA!
Me pregunto de repente y asombrado, por qué
diré Viva Chile Mierda y no Mier... mosa Patria?
quizás en mi ignorancia repito el eco de otro eco:
¡Viva! dice el roto con la pepa de oro entre los dedos
¡Chile! dice el viento al verde cielo de los ebrios valles
¡Mierda! responde el sapo a la vieja bruja de Talagante
¿Qué problema tan profundo se esconde en las líneas de mi mano?
¿Es mi país una ilusión que me sigue como la sombra al perro?
¿No hay Viva entre nosotros sin su Mierda, compañeros?
la una para el esclavo, la otra para el encomendero
la una para el que explota salitre, cobre, carbón, ganado
la otra para el que vive su muerte subterránea de minero.
Y como penamos y vivimos en pequeña faja de abismo
frente al vacío alguien gritó la maldición primero.
¿Fue un soldado, herido en la batalla de Rancagua?
¿Fue un marino en Angamos? ¿Un cabo en Cancha Rayada?
¿Fue un huelguista en La Coruña? ¿Un puño cenado en San Gregorio?
¿O un pascuense desangrándose en la noche de sus playas?
¿No cantó el payador su soledad a lo divino
y a lo humano se ahorcó con cuerdas de guitarra?
¿No siguió al Santísimo a caballo y a cuchillás mantuvo al diablo raya?
¡Ah!, qué empresa tan gigante para destino tan menguado.
Entre nieve y mar, con toda el alma, nos damos contra un rumbo ya tapiado,
por consecuencia, en la mañana cuando Dios nos desconoce,
cuando alzado a medianoche nos sacude un terremoto,
cuando el mar saquea nuestras casas y se esconde entre los bosques,
cuando Chile ya no puede estar seguro de sus mapas
y cantamos, como un gallo que ha de picar el sol en pedazos,
digo, con firmeza, ¡VIVA CHILE MIERDA!
Y lo que digo es un grito de combate
oración sin fin, voz de partida, fiero acicate
espuelazo sangriento con las riendas al aire
galopón del potro chileno a través de las edades
es crujido de capas terrestres, anillo de fuego,
vieja ola azul de claros témpanos pujantes.
País - Pájaro, raíz vegetal, rincón donde el mundo se cierra,
quien lo grite no tendrá paz, caerá para seguir adelante.
Y porque de isla en isla, del mar a la cordillera,
de una soledad a otra, como de una estrella a otra estrella,
nos irá aullando en los oídos la sentencia de la tierra:
digo, finalmente, ¡VIVA CHILE MIERDA!
Prueben a leerlo en voz alta, imposten la voz. "Digo con nostalgia" díganlo lento. "Digo enfurecido" díganlo enfurecidos.
Mejor que la mierda esa de "vaaamos, vaaaamos chilenos", ¿o no? Más sobre Fernando Alegría, aquí.
20051026
Mucho trabajo
Disculpen la poca actualización del blog. He estado con trabajo hasta el cuello. Espero poder postear después del miércoles.
20051017
Los goles de mi vida: 8 de julio de 1982
El Mundial de España 82 ya era un recuerdo para Chile cuando, en las semifinales, presencié el que debe ser el partido de fútbol más eléctrico de la historia. A estas alturas es un clásico que creo que no ha sido igualado en intensidad, bolas y electricidad. Es el Francia 3, Alemania 3 (4-5 en penales).
Francia era mi equipo favorito para este mundial. ¡Jugaban mejor que Brasil! Elegantes, corajudos... las tenían todas, partiendo por Michel Platini. Y los alemanes... malditos, cómo odiaba su fútbol cerebral de mierda, sustentado solo en el físico. Claro que Rumenigge no era nada de malo.
Y llega esa definición para la final en Sevilla. Marcó Alemania primero, con Pierre Littbarski. Y fue lo mejor que pudo haber pasado. Los franchutes se fueron como lobos al arco de Toni Schumacher. Platini, Rocheteau, Giresse: intentaban e intentaban hasta que Platini marcó.
Pero faltaba más. En el segundo tiempo, Toni Schumacher sale a interceptar una pelota y aprovecha de darle una repasada a Patrick Battiston, que había entrado para el segundo tiempo. Battiston queda inconciente, tendido en el pasto. Schumacher se vuelve a su arco y, mientras Battiston es atendido por los paramédicos... ¡comienza a hacer estiraditas! Los setenta mil espectadores no lo podían creer. El árbitro... NADA. Qué tarjeta roja, o amarilla... ni siquiera tiro libre concedió.
El partido estaba por terminar. Después de un palo en el arco de Alemania, los equipos se prepararon para el tiempo complementario.
El mejor tiempo extra de la historia
Qué treinta minutos fueron esos. Todavía los tengo grabados. No lo podía creer. Dos minutos después de reiniciado el partido, los franceses hacen un gol y quedan 2 a 1. Siete minutos después, y con la estrella germana Karl-Heinz Rummenigge en la cancha, Alain Giresse marca el 3 a 1 a favor de Francia.
Está a punto de terminar el primer tiempo complementario y Alemania hace un gol... ¡pero el árbitro marca off-side! Diablos, parecía que los franceses iban a ir a la final.
Al regreso, si la cosa ya estaba al rojo, ahora está peor. Rummenigge, fresco del entretiempo, marca el 2x3. Alemania está a un gol del empate, pero queda poquísimo tiempo. Hasta que Klaus Fischer, de chilena, empata para Alemania.
La mejor definición a penales de la historia
Giresse: gol. Kaltz, gol. Amoros, gol. Breitner, gol. Rocheteau, gol... y entonces el arquero Jean-Luc Ettori ataja el pencazo del defensa Uli Stielike. El alemán cae al pasto, llorando. Francia queda 3x2 arriba.
Va a tirar el francés Didier Six... pero se pone nervioso y... ¡falla! Es el turno de Alemania: Littbarski no duda y marca. Vuelven a estar empatados, esta vez a tres.
Viene el turno de los delanteros. Platini para los franceses, gol. Rummenigge para los alemanes, gol. Estamos a cuatro. Falta la última serie de penales.
Le toca a Francia. Bossis tira y... su tiro no tiene fuerza y es atajado fácilmente por Schumacher. Empatados a cuatro, pero Francia ya no tiene más penales.
El alemán Horst Hrubesch está frente al balón...
Gol.
A la mierda.
Alemania ganaba 5 a 4 la definición a penales, y de paso sepultaba a uno de los mejores equipos del siglo XX, Francia 82. Los alemanes posteriormente perderían con Italia la final. Pero qué importa.
Dicen que Platini ha dicho de este partido: "Si nos hubiéramos dado cuenta de lo buenos que éramos, no hubiéramos perdido este partido".
20051013
Bang Bang Bang (pobreza en Chile 3)
Hace poco menos de un año, tres (o cuatro, no lo sabré nunca) pendejos, entraron a la casa de mis padres y balearon a mi papá. Voy a saltarme los escabrosos detalles, como que a mi mamá y a mi hermana discapacitada las hicieron tirarse al suelo, salvo para decir que un cinturón, un torniquete, el hecho de que mi viejo es cirujano, y la llegada del Samu, lo salvaron.
No así ADT, la empresa de alarmas, que dice que mi papá apretó "muy poco rato" el botón de pánico: y claro, se estaba desangrando (además, se supone que con "poco rato" debe funcionar:es un botón de "pánico").
Unos días después, Carabineros atrapó a uno de ellos. Era un pendejo de 19 años, que vivía en Colón Oriente. Es decir, un vecino.
No sé muy bien como, pero creo que el baleo sí tuvo que ver algo con esto, terminé embarcado en un reportaje sobre un colegio de La Pintana que se especializa en jóvenes "en riesgo social". Fueron varios días de reporteo, entre los que se incluye uno visitando las casas de los alumnos un día después de inundación.
Para poder acceder a esto, tuve que ceder en un principio periodístico que mantuve virgen durante todo mi paso por el "espectáculo": Jamás mostrar el artículo al entrevistado. Los sostenedores del colegio me pidieron esto y yo accedí antes de empezar. Pero lo que escribí no les gustó. La segunda versión que hice sí, pero a mí no, y a mi jefa en El Sábado, con razón, tampoco.
¿Qué diferencia había entre la primera versión y la segunda?
La primera versión era "la noticia negativa", como se dice en mamonish. La escuela me llevó "en un largo tour" por La Pintana, San Bernardo y Puente Alto. "Y vi la vida tal como es". Era un día después de una inundación. Y vi alcantarillas devolviéndose por el water, mujeres aporreadas, tipos de quince años durmiendo al mediodía frente a la tele, vi las famosas casas Copeva y la gente que aun queda en ellas, vi llanto, miseria, perros sarnosos, mediaguas sin ventanas, mucha gente durmiendo en una sola cama.
Vi también el esfuerzo de los profes por sacar adelante a sus alumnos. "El terremoto que ha ocurrido aquí", me dijo una profe, "es la destrucción de las familia popular". "Lo que queremos aquí", me dijo otra, "es sacar a los niños de sus casas, sacarlos de la calle".
Los sostenedores de la escuela odiaron el artículo. Les pareció que era verdad, pero también les pareció que "estigmatizaba", esa palabrilla tan ubicua, que pasó de la iconografía religiosa al análisis social. Es decir, yo ponía "estigmas" sobre mis entrevistados.
La segunda versión no era menos verdad que la primera. Pero era "la noticia positiva" (bbrrr). Los profes ayudaban a los niños, la gente celebraba los cumpleaños, los niños podían graduarse, el paseo por sus casas no estaba (para no traicionar la confianza de los padres en la escuela).
Vi venir la posibilidad de no publicar el artículo desde que recibí el mail con la palabra "estigmatización". La segunda versión fue un esfuerzo medio desesperado por reflotar un buque que los propios interesados no estaban interesados en que saliera del astillero.
Desde que mi jefa me dijo que el artículo no iba, le he estado dando vueltas al asunto. Tal vez más de las debidas. Pobreza, delincuencia, estigmatización, periodismo, todo junto.
El asunto es que tanto la primera versión como la segunda versión, tanto mi mirada, la del periodista culiado que va a meterse a lugares que su medio nunca cubre; como la mirada de los sostenedores de la escuela, la de quienes por bondad, decencia, llamado, o lo que sea, se dan el trabajo de crear una escuela para mocosos en riesgo social, son miradas incompletas. Ni ellos ni yo somos pobres. Así de simple.
La historia de la escuela es una historia bonita, pero ¿qué pasa después de la escuela? ¿Qué pasa con los jóvenes cuando egresan? Los sostenedores saben evidentemente más que yo, pero igual que yo, no es mucho lo que puedan hacer después en las vidas de los muchachos que educan. La educación que reciben, por más bien intencionada que sea, no los va a sacar de donde están. Es la única oportunidad que los mocosos tienen. Y se necesitan miles de oportunidades.
No caricaturicen lo que estoy tratando de decir: no ssotengo que estos niños están condenados a ser delincuentes. Pero dejémonos de huevadas y mariconadas: están en contacto con la delincuencia, están relacionados con ella (los ricos también, pero los ricos tienen papis, mamis, tíos, redes que los acogen en sus caídas). Si la clase política ha optado porque Carabineros sea una fuerza que no entra a muchas poblaciones de Chile (¿qué paco, en su sano juicio, está dispuesto a arriesgar la vida por 150 lucas al mes?), ¿qué queda para los niños que viven allí? Traficar pasta base no es algo raro. Andar con pistolas no es raro. Los raros son los otros, nosotros, los que tenemos mil oportunidades en la vida y podemos darnos el lujo de desperdiciar unas pocas. ¿De qué "ley" les estamos hablando?
Respuesta de la clase política a la delincuencia juvenil: rebajar la edad de responsabilidad penal. ¡El sillón de Don Otto! Los niños están aprendiendo a ser delincuentes a los 16 años. Ag, pego gon esta nueva ley, ya no apgendegán a los 16. Solucionado el pgroblema. Apgrendegán a los catogce.
No así ADT, la empresa de alarmas, que dice que mi papá apretó "muy poco rato" el botón de pánico: y claro, se estaba desangrando (además, se supone que con "poco rato" debe funcionar:es un botón de "pánico").
Unos días después, Carabineros atrapó a uno de ellos. Era un pendejo de 19 años, que vivía en Colón Oriente. Es decir, un vecino.
No sé muy bien como, pero creo que el baleo sí tuvo que ver algo con esto, terminé embarcado en un reportaje sobre un colegio de La Pintana que se especializa en jóvenes "en riesgo social". Fueron varios días de reporteo, entre los que se incluye uno visitando las casas de los alumnos un día después de inundación.
Para poder acceder a esto, tuve que ceder en un principio periodístico que mantuve virgen durante todo mi paso por el "espectáculo": Jamás mostrar el artículo al entrevistado. Los sostenedores del colegio me pidieron esto y yo accedí antes de empezar. Pero lo que escribí no les gustó. La segunda versión que hice sí, pero a mí no, y a mi jefa en El Sábado, con razón, tampoco.
¿Qué diferencia había entre la primera versión y la segunda?
La primera versión era "la noticia negativa", como se dice en mamonish. La escuela me llevó "en un largo tour" por La Pintana, San Bernardo y Puente Alto. "Y vi la vida tal como es". Era un día después de una inundación. Y vi alcantarillas devolviéndose por el water, mujeres aporreadas, tipos de quince años durmiendo al mediodía frente a la tele, vi las famosas casas Copeva y la gente que aun queda en ellas, vi llanto, miseria, perros sarnosos, mediaguas sin ventanas, mucha gente durmiendo en una sola cama.
Vi también el esfuerzo de los profes por sacar adelante a sus alumnos. "El terremoto que ha ocurrido aquí", me dijo una profe, "es la destrucción de las familia popular". "Lo que queremos aquí", me dijo otra, "es sacar a los niños de sus casas, sacarlos de la calle".
Los sostenedores de la escuela odiaron el artículo. Les pareció que era verdad, pero también les pareció que "estigmatizaba", esa palabrilla tan ubicua, que pasó de la iconografía religiosa al análisis social. Es decir, yo ponía "estigmas" sobre mis entrevistados.
La segunda versión no era menos verdad que la primera. Pero era "la noticia positiva" (bbrrr). Los profes ayudaban a los niños, la gente celebraba los cumpleaños, los niños podían graduarse, el paseo por sus casas no estaba (para no traicionar la confianza de los padres en la escuela).
Vi venir la posibilidad de no publicar el artículo desde que recibí el mail con la palabra "estigmatización". La segunda versión fue un esfuerzo medio desesperado por reflotar un buque que los propios interesados no estaban interesados en que saliera del astillero.
Desde que mi jefa me dijo que el artículo no iba, le he estado dando vueltas al asunto. Tal vez más de las debidas. Pobreza, delincuencia, estigmatización, periodismo, todo junto.
El asunto es que tanto la primera versión como la segunda versión, tanto mi mirada, la del periodista culiado que va a meterse a lugares que su medio nunca cubre; como la mirada de los sostenedores de la escuela, la de quienes por bondad, decencia, llamado, o lo que sea, se dan el trabajo de crear una escuela para mocosos en riesgo social, son miradas incompletas. Ni ellos ni yo somos pobres. Así de simple.
La historia de la escuela es una historia bonita, pero ¿qué pasa después de la escuela? ¿Qué pasa con los jóvenes cuando egresan? Los sostenedores saben evidentemente más que yo, pero igual que yo, no es mucho lo que puedan hacer después en las vidas de los muchachos que educan. La educación que reciben, por más bien intencionada que sea, no los va a sacar de donde están. Es la única oportunidad que los mocosos tienen. Y se necesitan miles de oportunidades.
No caricaturicen lo que estoy tratando de decir: no ssotengo que estos niños están condenados a ser delincuentes. Pero dejémonos de huevadas y mariconadas: están en contacto con la delincuencia, están relacionados con ella (los ricos también, pero los ricos tienen papis, mamis, tíos, redes que los acogen en sus caídas). Si la clase política ha optado porque Carabineros sea una fuerza que no entra a muchas poblaciones de Chile (¿qué paco, en su sano juicio, está dispuesto a arriesgar la vida por 150 lucas al mes?), ¿qué queda para los niños que viven allí? Traficar pasta base no es algo raro. Andar con pistolas no es raro. Los raros son los otros, nosotros, los que tenemos mil oportunidades en la vida y podemos darnos el lujo de desperdiciar unas pocas. ¿De qué "ley" les estamos hablando?
Respuesta de la clase política a la delincuencia juvenil: rebajar la edad de responsabilidad penal. ¡El sillón de Don Otto! Los niños están aprendiendo a ser delincuentes a los 16 años. Ag, pego gon esta nueva ley, ya no apgendegán a los 16. Solucionado el pgroblema. Apgrendegán a los catogce.
20051011
Don Ramón boxeador
Perdonen, pero no resisto reproducir ésto:
Chavo: Ron Damón, ¿usted fue boxeador?
Don Ramón: Y de los buenos, Chavo; yo fui campeón de los barrios en el año de mil novecientos qué te importa. Yo era pluma.
Chilindrina: Todavía...
Don Ramón: Quiero decir que era peso pluma, pero pegaba como mula.
Chavo: ¿Con las patas?
Don Ramón: Me refiero a la fuerza, Chavo. Mira, te voy a enseñar...
Chavo: ¡Ay, no... no!
Don Ramón: No, no, te voy a enseñar algo que tengo aquí, mira.
Chavo: ¡Ahhh!
Don Rámón: Son los guantes que usé cuando gané la corona.
Quico: ¿Le pagaban con cerveza?
Don Ramón: ¡La corona del campeonato, Quico! Hubieran visto qué pelea. Caí cinco veces, ¡no!, pero él cayó seis, y el réferi cayó ocho... digo, es que a veces se equivoca uno, ¿no? Pero es más: mucha gente comentaba que yo me parecía a Mantequilla.
Chavo: ¿Lo embarraban en las teleras?
Don Ramón: A Mantequilla Nápoles, el boxeador. ¿Que no lo conociste?
Chavo: No.
Don Ramón: Era muy bueno, Chavo, muy bueno. ¿Sabes qué le pasó cuando le quitaron el cinturón?
Chavo: ¡Se le cayeron los pantalones!
Chilindrina: Ay, Chavo, ya no interrumpas. Síguenos contando, papi. Síguele.
Don Ramón: Pues sí mijita; es más: el Cuyo Hernández me quería manejar.
Quico: ¡Ijo! ¡Como si fuera camioneta!
Don Ramón: El cuyo Hernández maneja boxeadores, y me quería llevar a su establo.
Chavo: ¿Le vieron cara de vaca?
Don Ramón: ¡Más cara de vaca tiene otro!
Chavo: Bueno pero no se enoje...
Quico: Ya, Chavo. No interrumpas. Síganos contando, don Ramón. ¿Qué pasó después de que le vieron cara de vaca?
Don Ramón: ¿Cara de qué?
Quico: ¿Cara de toro?... ¿de buey?... ¿de becerro?... ¿de barbacoa a las brasas?... ¡me doy!
Chavo: Ron Damón, ¿usted fue boxeador?
Don Ramón: Y de los buenos, Chavo; yo fui campeón de los barrios en el año de mil novecientos qué te importa. Yo era pluma.
Chilindrina: Todavía...
Don Ramón: Quiero decir que era peso pluma, pero pegaba como mula.
Chavo: ¿Con las patas?
Don Ramón: Me refiero a la fuerza, Chavo. Mira, te voy a enseñar...
Chavo: ¡Ay, no... no!
Don Ramón: No, no, te voy a enseñar algo que tengo aquí, mira.
Chavo: ¡Ahhh!
Don Rámón: Son los guantes que usé cuando gané la corona.
Quico: ¿Le pagaban con cerveza?
Don Ramón: ¡La corona del campeonato, Quico! Hubieran visto qué pelea. Caí cinco veces, ¡no!, pero él cayó seis, y el réferi cayó ocho... digo, es que a veces se equivoca uno, ¿no? Pero es más: mucha gente comentaba que yo me parecía a Mantequilla.
Chavo: ¿Lo embarraban en las teleras?
Don Ramón: A Mantequilla Nápoles, el boxeador. ¿Que no lo conociste?
Chavo: No.
Don Ramón: Era muy bueno, Chavo, muy bueno. ¿Sabes qué le pasó cuando le quitaron el cinturón?
Chavo: ¡Se le cayeron los pantalones!
Chilindrina: Ay, Chavo, ya no interrumpas. Síguenos contando, papi. Síguele.
Don Ramón: Pues sí mijita; es más: el Cuyo Hernández me quería manejar.
Quico: ¡Ijo! ¡Como si fuera camioneta!
Don Ramón: El cuyo Hernández maneja boxeadores, y me quería llevar a su establo.
Chavo: ¿Le vieron cara de vaca?
Don Ramón: ¡Más cara de vaca tiene otro!
Chavo: Bueno pero no se enoje...
Quico: Ya, Chavo. No interrumpas. Síganos contando, don Ramón. ¿Qué pasó después de que le vieron cara de vaca?
Don Ramón: ¿Cara de qué?
Quico: ¿Cara de toro?... ¿de buey?... ¿de becerro?... ¿de barbacoa a las brasas?... ¡me doy!
20051007
Estrenos de la semana
Se arrienda
de Alberto Fuguet
-¿Oye, tú soi el Luciano Cruz Coke?
_____
Los dukes de Hazzard
de Jay Chandrasekhar
-Sí, nada que ver con la Daisy.
____
Wallace y Gromit
de Steve Box y Nick Park
-¡TVN está mostrando noticias de delincuencia de nuevo!
____
El Luchador
de Ron Howard
-Oye hueón, convéncete, no estai en "Gladiador"
20051004
Mi tía Lucía
Lucía Sepúlveda Ruiz, mi tía periodista, acaba de sacar un libro llamado "119 de nosotros" (editorial LOM). Son crónicas de las vidas --y de las muertes-- de los 119 asesinados en la operación Colombo: ese tongo que craneó la Dina en 1975 como "aperitivo" de la Operación Cóndor. La policía secreta de Pinochet inventó dos publicaciones, una en Curitiba, Brasil, y otra en Buenos Aires. En ambas se hablaba de un supuesto ajuste de cuentas entre "guerrilleros" chilenos en diferentes partes de Latinoamérica. Desde luego, todo era mentira. Se trataba de personas -del MIR, PS y PC-- asesinadas y desaparecidas por la Dina en Chile. "La Segunda", en un titular por el que no vendría mal pedir disculpas, se hizo eco de las informaciones de estas revistas truchas (salieron sólo una vez: ésa): Exterminan como ratas a miristas fue un titular "clásico" en el periodismo chileno. Otros diarios, como El Mercurio, LUN y La Tercera reprodujeron, con al menos un poco menos de "entusiasmo" en el título, la misma versión sin preguntar.
A la Lucía la conocí (o mejor dicho re-conocí) en Buenos Aires, en el verano de 1990. Fue un iniciático viaje en el extinto tren Mendoza-Buenos Aires que tenía el doble objetivo de verla a ella, a mi prima, y a la ciudad. Pinochet había perdido el plebiscito y Chile se preparaba para que asumiera el gobierno de Aylwin. La Lucía, durante casi toda la dictadura, había permanecido clandestina en Chile o afuera. Disciplinada, porfiada, cabeza dura, la Lucía, dirigente del Mir durante los setenta, cortó los contactos familiares y no la vi sino hasta esa fecha. Para 1990 había sobrevivido a todo: al asesinato del padre de mi prima (el también periodista Augusto Carmona) y al exterminio físico de los cuadros que quedaban del Mir en los bosques fríos de Neltume. Para el verano de 1990, la Lucía estaba contemplando la posibilidad de regresar a Chile; Pinochet, desde la comandancia en jefe, aún roncaba, y no era llegar y cruzar la cordillera.
La Lucía pudo haber estado entre esos 119 cuyo nombres se publicaron en 1975. En algún momento de los años ochenta, apareció en la C1 de El Mercurio como uno de los rostros de las personas más buscadas de Chile. No sé si tomó armas o hizo el trabajo para que otros las tomaran. Si es un hecho que participó en un movimiento que se opuso a Pinochet con armas, y que ese hecho la definió como persona --y la define hasta hoy.
Cuando volvió a Chile se encontró con una sociedad que, a la vez que había rechazado, con los años cada vez más, todo lo que significó Pinochet, tampoco aceptó el paquete que el MIR había ofrecido antes del golpe, ni la manera de enfrentar a la dictadura después. Entre medio, la Lucía se había dedicado al yoga y a las terapias alternativas. Esa es otra gran "pata" de su vida.
Dos libros que ella ha sacado (el otro es "Morir es la noticia", en el que fue una de las autoras que recopiló las historias de todos los periodistas asesinados por la dictadura) , son libros sobre el pasado. Y no son sobre hechos del pasado, sino sobre personas del pasado. Del pasado de ella, de la Lucía: de sus amigos, compañeros, del mundo que ella escogió y que le hicieron trizas, o se hizo trizas solo o cualquiera sea la interpretación de la historia que uno quiera darle al Mir y a la izquierda ultra de los setenta y ochenta. En "119 de nosotros" la Lucía usa el periodismo para resucitar, uno a uno, a los muertos que terminaron agrupados en esa truchería que bautizaron como "Operación Colombo". Es como si se echara sobre sus hombros la titánica tarea de retroceder el calendario. Sus compañeros de entonces tenían 25, 30 años a lo más. Han pasado treinta años de eso.
Yo pertenezco a otra generación. Quise, cuando tenía 15, 20, 25 años, creer en algo. Hoy creo en muy pocas cosas. Creo en cosas normales: en mi familia, en mi mujer, en mis hijas, en la gata de mis hijas, en la literatura, en el periodismo, en las historias, en el fútbol (algo), y en este blog como una forma de comunicación. Creo en una vida relativamente normal, no plana, pero sí normal. Miro a la generación del Mir y no la envidio; es más: creo que estaba profunda, seriamente equivocada. Pero recuerdo la primera época de Pinochet y me pregunto cómo hubiera sido yo de haber tenido más edad (para las protestas y los ochenta yo ya tenía edad como para saber que el Estado chileno estaba en el negocio del asesinato). ¿Habría mirado las cosas como ahora? ¿Qué tipo de persona hubiera sido? ¿Un sicópata? ¿Un idealista? ¿Habría recibido una bala? ¿Habría disparado una?
Hay un proverbio (creo que árabe) que dice que las personas se parecen más a la época que les toca vivir que a sus padres. Creo que esto aplica para la Lucía, para mí, para quienes leen esto. Compren el libro.
Más sobre la Lucía, aquí
20051003
Festival de Cine de Valdivia
Este post es solo para promocionar el trabajo de mi amigo Gonzalo Maza, quien está cubriendo Valdivia solo para su blog: Analízame. Visítenlo. Gonzalo tiene sensibilidad y a la vez cuero de chancho para ser crítico de cine.
20050930
Los goles de mi vida: 7 de junio de 1981
Antes de que Patricio Yáñez traicionara a la U, que pasaba por su peor momento, y se pasara a las infectas filas "albas", él se mandó uno de los goles más lindos de los que tenga memoria.
Chile jugaba contra Paraguay en Asunción. Era la segunda fecha de las eliminatorias del mundial de España, que se iba a jugar al año siguiente. Nos había tocado un grupo "relativamente" fácil: con Ecuador estábamos al otro lado (decíamos, aunque partimos empatando a cero de visita con ellos, en un partido en el cual anunciaron, en el entretiempo, que el presidente de ese país acababa de morir). El cuco era Paraguay, que venía con una generacionaza de jugadores, entre los que destacaba Gustavo Benítez (futuro entrenador de Colo Colo).
Era sorprendente, pero Chile no tenía jugadores de la U en la selección. Casi todo era Colo Colo y Cobreloa, que sería dos veces finalista de la libertadores y entregaba un buen turro de jugadores a la roja, especialmente el "delicado" Mario Soto, vicepresidente del club de los "patitas con sangre" (presidente honorario: Leonel Herrera).
En fin: la fórmula de Luis Santibáñez para estas eliminatorias (se jugaba en un grupo de a tres, con partidos de ida y vuelta, la cosa se resolvía en unos pocos meses, no en años, como ahora), era simple: diez jugadores chilenos en la defensa, el "chancho" Caszely arriba, en espera de algún pelotazo. Así habíamos logrado el cero a cero contra Ecuador allá. Y así íbamos a salir seguramente de Asunción, hasta que...
Cristián Orellana, en granvalparaiso.cl, escribió esto mejor de lo que lo puedo hacer yo:
En defensa de Carlos "Chancho" Caszely, colocolino a quien mi corazón de niño chuncho abominaba, hay que decir que una vez que Chile clasificó a España 82, la selección fue invitada a tomar tecito con Pinochet. Caszely se negó en principio a tomarse la foto de rigor con la bestia ("yo pateo con ésta", le dijo mostrándole su pierna izquierda). Si alguien sabe bien como fue, que por favor haga un comentario, pero yo recuerdo que Caszely a propósito fue con una corbata roja, y que Pinocho hizo el gesto de cortársela como si sus dedos fueran una tijera. Qué chistoso el conchesumadre.
Chile jugaba contra Paraguay en Asunción. Era la segunda fecha de las eliminatorias del mundial de España, que se iba a jugar al año siguiente. Nos había tocado un grupo "relativamente" fácil: con Ecuador estábamos al otro lado (decíamos, aunque partimos empatando a cero de visita con ellos, en un partido en el cual anunciaron, en el entretiempo, que el presidente de ese país acababa de morir). El cuco era Paraguay, que venía con una generacionaza de jugadores, entre los que destacaba Gustavo Benítez (futuro entrenador de Colo Colo).
Era sorprendente, pero Chile no tenía jugadores de la U en la selección. Casi todo era Colo Colo y Cobreloa, que sería dos veces finalista de la libertadores y entregaba un buen turro de jugadores a la roja, especialmente el "delicado" Mario Soto, vicepresidente del club de los "patitas con sangre" (presidente honorario: Leonel Herrera).
En fin: la fórmula de Luis Santibáñez para estas eliminatorias (se jugaba en un grupo de a tres, con partidos de ida y vuelta, la cosa se resolvía en unos pocos meses, no en años, como ahora), era simple: diez jugadores chilenos en la defensa, el "chancho" Caszely arriba, en espera de algún pelotazo. Así habíamos logrado el cero a cero contra Ecuador allá. Y así íbamos a salir seguramente de Asunción, hasta que...
Cristián Orellana, en granvalparaiso.cl, escribió esto mejor de lo que lo puedo hacer yo:
...la mano viene más complicada pues el juego aéreo guaraní es de temer en comparación a nuestros jugadores de la época, que no eran muy amigos del cabezazo. Pero con tres zagueros centrales, Valenzuela, Soto y el siempre impecable Figueroa, Chile soporta una carga tras otra. Hasta que ocurre el milagro. Benítez falla un toque que es interceptado por Moscoso. El iquiqueño envía un pase al vacío al que corre el veloz Patricio Yáñez, quien controla y, con un cachetazo, derrota al notable arquero paraguayo, Eber Almeyda.
Recuerdo haber estado viendo ese partido en mi casa y no me impresionó tanto el gol como el grito de Pedro Carcuro. El mismo Yáñez ha reconocido que la mitad del mérito de que ese gol se recuerde tanto es del apasionado relato del periodista de TVN.
El partido continúa y las cargas paraguayas son ya casi suicidas y la defensa chilena desesperada y heroica. Se termina el partido y Chile debe definir en casa con la clasificación casi asegurada.
Yo también lo veía en la televisión y no podía creerlo. Tal vez mi memoria exagere, pero aún tengo en la retina el carrerón de Patricio Yáñez. Qué cosa más hermosa. Igual esos partidos con Chile arratonado eran bellos por el trabajo de la defensa.Recuerdo haber estado viendo ese partido en mi casa y no me impresionó tanto el gol como el grito de Pedro Carcuro. El mismo Yáñez ha reconocido que la mitad del mérito de que ese gol se recuerde tanto es del apasionado relato del periodista de TVN.
El partido continúa y las cargas paraguayas son ya casi suicidas y la defensa chilena desesperada y heroica. Se termina el partido y Chile debe definir en casa con la clasificación casi asegurada.
En defensa de Carlos "Chancho" Caszely, colocolino a quien mi corazón de niño chuncho abominaba, hay que decir que una vez que Chile clasificó a España 82, la selección fue invitada a tomar tecito con Pinochet. Caszely se negó en principio a tomarse la foto de rigor con la bestia ("yo pateo con ésta", le dijo mostrándole su pierna izquierda). Si alguien sabe bien como fue, que por favor haga un comentario, pero yo recuerdo que Caszely a propósito fue con una corbata roja, y que Pinocho hizo el gesto de cortársela como si sus dedos fueran una tijera. Qué chistoso el conchesumadre.
20050929
Estrenos de la semana
La Caída
de Oliver Hirschbiegel
No tengo chistes para esta foto. Así eran los niños que Hitler mandó a defender Berlín poco antes de perder la guerra.
________
La Hechizada
de Nora Ephron
-¿Va a volar, mijita?
-No, jetón, pero tú vas a barrer.
_______
Vuelo nocturno
de Wes Craven
Me cargan estos chanchos que nunca limpian el baño del avión
________
Juegos de Verano
de Escuela de Cine de Chile
Uy, somos super malos, buuu
20050927
Adolescentes homosexuales ejecutados en Irán
Bueno, aquí va. Llegué a esta noticia y a esta espeluznante foto a través de Mother Jones. Dos adolescentes iraníes, de 18 y 16 años, fueron ejecutados bajo la ley islámica que los rige. El crimen: ser homosexuales. Esto fue el 19 de julio pasado en la ciudad de Mashad. Todo fue perfectamente legal: la ley islámica les "permitió" elegir entre cuatro opciones de ejecución (horca, apedreamiento, espada o ser arrojados desde lo alto).
¿Cómo habrá sido ese juicio? ¿Cuáles habrán sido las "pruebas" del "crimen"? ¿Qué habrán pensado los niños en el momento antes de morir?
Esto no es algo extremadamente fuera de lo común en Irán. Se cree que desde 1979 más de 4 mil homosexuales han sido ejecutados legalmente, sólo por el hecho de tener esa tendencia sexual. La noticia (en inglés) aquí. La foto proviene de la agencia estatal iraní de noticias.
¿Cómo habrá sido ese juicio? ¿Cuáles habrán sido las "pruebas" del "crimen"? ¿Qué habrán pensado los niños en el momento antes de morir?
Esto no es algo extremadamente fuera de lo común en Irán. Se cree que desde 1979 más de 4 mil homosexuales han sido ejecutados legalmente, sólo por el hecho de tener esa tendencia sexual. La noticia (en inglés) aquí. La foto proviene de la agencia estatal iraní de noticias.
20050924
Estrenos de la semana
Esto solía hacerlo cuando estaba en Wikén. Con mi socio Pancho Aravena escribíamos pies de fotos chistocillospara los estrenos de cine de la semana. Acá algunos últimos estrenos. Espero mantener la rutina todos los jueves. No va a ser tan gracioso como en Wikén: falta el partner.
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___________________________ __________________________________
El milagro de la vida
de Emir Kusturica
Mi amor, no se asuste, el presidente Lagos ya escribió la carta...
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Código 46
de Michael Winterbottom
La próxima vez que almuerces porotos, hazme el favor de avisar
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Play
de Alicia Scherson
Este cabro debería usar shampoo anti caspa
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Agua Turbia
de Walter Salles
Señora, es que hay que dentrar a picar...
Pobreza en Chile 2
Pobreza en Chile 2
Pobreza y elecciones
Antes la bandera de la izquierda era cambiar al sistema. Casi automáticamente, la pobreza chilena sería derrotada. La bandera de la derecha iba por mantener el sistema: el orden, se creía, era el que evitaba que hubiera más pobreza. En los sesenta, la irrupción del centro demócratacristiano nutrió a una generación con la idea de que la salida era una mezcla de ambas ideas.
Después de una larga vuelta que incluyó una dictadura sanguinaria, los temas macropolíticos (qué sistema queremos, qué tipo de sociedad deseamos, hasta dónde debe lelgar el derecho a la propiedad) se han consensuado en la clase política. La erradicación de la pobreza –al menos de la más miserable-- es casi la única parte de las agendas políticas de los candidatos que nadie pone en duda.
La erradicación de la pobreza es un manjar tentador para cocinar promesas de campaña; como estas elecciones no son unas con programas de gobierno sobre la mesa, no sabemos si alguien se va a tentar prometiendo tal cantidad de pobres menos al final de su gobierno. Si nadie se sale de madre, no habrá un cambio radical en el ataque a la pobreza. Despojadas hace una década de ropajes ideológicos, las políticas públicas sociales son cada vez más técnicas. Los gobiernos de la Concertación han hecho mucho por aumentar el gasto social, y poco para velar por la eficiencia en el gasto de esos recursos; y han desarrollado programas –oficinas con planes determinados y algo de recursos-- para atacar problemas sociales que antes sonaban desgarradores.
Hasta el momento, las políticas públicas han sido, desde Pinochet en adelante, absolutamente paternalistas. Necesarias, relativamente exitosas, todo lo que quieran, pero paternalistas. ¿Tiene un problema? Nosotros se lo arreglamos.
El resultado de esto ha sido una suerte de dependencia de los programas municipales. Se ha creado una relación de necesidad, en el que el único recurso al que los pobres pueden recurrir es al gobierno local. Hay mucho, muchísimo voluntariado también, pero la mayor cantidad de plata destinada al combate a la pobreza la hace el fisco a través de los gobiernos locales (y no estoy metiéndome ni en el tema de educación ni el de salud... aún)
Hace unos meses entrevisté para El Mercurio a Mohammad Yunus, el economista bengalí que creó en India el Grameen Bank, también conocido como banco de los pobres. El objetivo –por cierto cumplido-- del Grameen, fue transformar a los miserables en pobres. Con créditos de cinco dólares por persona, Yunus hizo una gran diferencia.
Yunus decía esa vez que Chile tenía la gran oportunidad de ser, para 2010, un país sin pobres. Él pensaba en un país sin miseria. Para cualquier candidato, este es un objetivo modesto, una promesa de campaña destinada sólo a los pobres entre los pobres... pero también a los foros de las naciones unidas. Las grandes masas de pobres en Chile no mendigan con lepra a cuestas: trabajan en empleos cuya remuneración no les alcanza. Esto es, desde luego, un eufemismo para decir que “viven” con 30, 40 o 50 mil pesos al mes... varias personas.
Como no hay programas de gobierno por ninguna parte aún no podemos saber si el acercamiento va a ser paternalista o vía “empowernment”. Desde luego, el paternalismo otorga más votos. Y es mucho más difícil de cortar. La tercera vía (¿Lavín? ¿¿Piñera??) puede ser la ruta de la flexibilidad laboral y el fin del sueldo mínimo. Es decir, más trabajo para todos, pero por menos tiempo y/o plata.
¿A alguien se le ocurre algo? A mí, de momento, nada.
Próximo viernes: De qué cresta estamos hablando.
Pobreza y elecciones
Antes la bandera de la izquierda era cambiar al sistema. Casi automáticamente, la pobreza chilena sería derrotada. La bandera de la derecha iba por mantener el sistema: el orden, se creía, era el que evitaba que hubiera más pobreza. En los sesenta, la irrupción del centro demócratacristiano nutrió a una generación con la idea de que la salida era una mezcla de ambas ideas.
Después de una larga vuelta que incluyó una dictadura sanguinaria, los temas macropolíticos (qué sistema queremos, qué tipo de sociedad deseamos, hasta dónde debe lelgar el derecho a la propiedad) se han consensuado en la clase política. La erradicación de la pobreza –al menos de la más miserable-- es casi la única parte de las agendas políticas de los candidatos que nadie pone en duda.
La erradicación de la pobreza es un manjar tentador para cocinar promesas de campaña; como estas elecciones no son unas con programas de gobierno sobre la mesa, no sabemos si alguien se va a tentar prometiendo tal cantidad de pobres menos al final de su gobierno. Si nadie se sale de madre, no habrá un cambio radical en el ataque a la pobreza. Despojadas hace una década de ropajes ideológicos, las políticas públicas sociales son cada vez más técnicas. Los gobiernos de la Concertación han hecho mucho por aumentar el gasto social, y poco para velar por la eficiencia en el gasto de esos recursos; y han desarrollado programas –oficinas con planes determinados y algo de recursos-- para atacar problemas sociales que antes sonaban desgarradores.
Hasta el momento, las políticas públicas han sido, desde Pinochet en adelante, absolutamente paternalistas. Necesarias, relativamente exitosas, todo lo que quieran, pero paternalistas. ¿Tiene un problema? Nosotros se lo arreglamos.
El resultado de esto ha sido una suerte de dependencia de los programas municipales. Se ha creado una relación de necesidad, en el que el único recurso al que los pobres pueden recurrir es al gobierno local. Hay mucho, muchísimo voluntariado también, pero la mayor cantidad de plata destinada al combate a la pobreza la hace el fisco a través de los gobiernos locales (y no estoy metiéndome ni en el tema de educación ni el de salud... aún)
Hace unos meses entrevisté para El Mercurio a Mohammad Yunus, el economista bengalí que creó en India el Grameen Bank, también conocido como banco de los pobres. El objetivo –por cierto cumplido-- del Grameen, fue transformar a los miserables en pobres. Con créditos de cinco dólares por persona, Yunus hizo una gran diferencia.
Yunus decía esa vez que Chile tenía la gran oportunidad de ser, para 2010, un país sin pobres. Él pensaba en un país sin miseria. Para cualquier candidato, este es un objetivo modesto, una promesa de campaña destinada sólo a los pobres entre los pobres... pero también a los foros de las naciones unidas. Las grandes masas de pobres en Chile no mendigan con lepra a cuestas: trabajan en empleos cuya remuneración no les alcanza. Esto es, desde luego, un eufemismo para decir que “viven” con 30, 40 o 50 mil pesos al mes... varias personas.
Como no hay programas de gobierno por ninguna parte aún no podemos saber si el acercamiento va a ser paternalista o vía “empowernment”. Desde luego, el paternalismo otorga más votos. Y es mucho más difícil de cortar. La tercera vía (¿Lavín? ¿¿Piñera??) puede ser la ruta de la flexibilidad laboral y el fin del sueldo mínimo. Es decir, más trabajo para todos, pero por menos tiempo y/o plata.
¿A alguien se le ocurre algo? A mí, de momento, nada.
Próximo viernes: De qué cresta estamos hablando.
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