Sin perjuicio del anterior post, hay que decir que la prensa no se preocupa de todas las tragedias por igual.
Un niño temporero -a nadie le escandaliza esto: el niño había dejado la escuela para dedicarse a trabajar y mantener a su familia- fue electrocutado mientras laboraba sin contrato en una parcela cerca de su casa en Longotoma, Valparaíso. He registrado una nota en Canal 13 el día en que ocurrió y una carta a El Mercurio ayer. Reproduzco la carta:
Cartas Jueves 27 de Diciembre de 2007 Un caso estremecedor
Señor Director:
Desde hace tres años dirijo el Servicio de Quemados del Hospital de Urgencia Asistencia Pública. Ese es el centro de derivación nacional para pacientes quemados graves. Tratamos alrededor de cien de estos pacientes al año y van en aumento. Detrás de cada uno de ellos hay una historia estremecedora que nos remece y nos compromete. El riesgo de fallecer supera el 50%. Nadie sobrevive sin secuelas.
Sin embargo, aun así, hay casos particularmente estremecedores tanto por la situación que lo genera como por sus consecuencias para toda la vida.
Hace casi una semana recibimos, trasladado del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, a un jovencito, un niño de 16 años, gravemente quemado por corriente eléctrica de alta tensión. Al evaluarlo en pabellón comprobamos que, además del riesgo vital, ya tiene perdidos el antebrazo y la mano derecha, buena parte de la mano izquierda y del pie izquierdo, además de otras lesiones en el dorso y los muslos.
Al informar a los padres nos enteramos que el chico se accidentó trabajando, según se nos dice, en una condición informal, como recolector de paltas en la zona de Longotoma. Proviene de una familia de muy escasos recursos de la comuna de Petorca. Impedido el padre por una enfermedad, él debió abandonar los estudios y comenzar a trabajar para contribuir al sustento del hogar.
En esas condiciones la garantía que protege a los quemados graves permitirá, sin costos para la familia, su tratamiento actual. Sin embargo, pareciera que a pesar de que se encontraba trabajando, la informalidad del empleo no le permitirá hacer uso de los derechos de un "accidentado del trabajo" a la manera de quienes están afiliados, por ejemplo, a una mutual.
Eso es grave; aunque consigamos salvar la vida de este niño, lo que nos preocupa es su futuro. No se trata sólo del daño actual, sino de todas las posibilidades que, como consecuencia del daño recibido, se le cierran en adelante.
Nosotros como médicos llegamos hasta salvar su vida y cerrar y curar sus heridas. Tal vez a intentar rehabilitar sus secuelas. Aunque sabemos que en este caso eso será sólo parcial. Quisiéramos que alguien se hiciera cargo de buscar la manera de asegurar su futuro.
DR. JORGE VILLEGAS C.Cirujano PlásticoJefe del Servicio de QuemadosHospital de Urgencia Asistencia Pública
En la nota entrevistaban al patrón. No era un latifundista ni mucho menos: un viejo que toda la vida había trabajado con la familia del chico, y que creía estar dándole una oportunidad. No sé como siga el tema legal pero desde luego, no puede hacerse el tonto.
Escritor, periodista. "Nuestro Terremoto", el 27/F en la empresa Arauco. "¡Independencia!", siete crónicas históricas de la revolución que nos parió. Ambos en venta en librerías.
20071228
20071227
Llorar
A Cristián Warnken le acaba de pasar lo peor que le puede pasar a un padre: la muerte de un hijo. Hoy se despacha en El Mercurio esta columna que igual reproduzco más abajo. Hay que tener mucho coraje para levantarse y escribirla en esas circunstancias. Es un dato que probablemente esta columna es de las mejores que se han escrito en El Mercurio en mucho tiempo. Es un dato también que el costo de sacar adelante esta columna es ridículamente alto, y que hubiera sido mejor que la columna no hubiera existido. Yo no sé si la literatura es un consuelo: sé que funciona mejor con dolor que con alegría. Sé también que es inevitable: que si uno escribe, escribe a rajatabla, pase lo que pase. E imagino que estamos hechos de recuerdos y que el pasado, aunque lo neguemos, aunque sea ayer, está en nosotros como si fuera nuestra alma.
--
Clemente
Llora por ti tu jardín, que siempre insistías en llamar "mi jardín". Llora el intruso gato blanco y negro, que merodeaba por las tardes y que tú llamabas mi gato amigo. Llora el cerro Manquehue, que veías desde la ventana de tu pieza. Llora la plaza de Almirante Acevedo, alrededor de la cual corrías una y otra vez, como un Forrest Gump de tres años. Lloran los resbalines que te vieron crecer en temeridad y por los que te lanzabas con gozo. Llora la montaña del camino de La Pirámide, destrozada por la construcción de autopistas y a la que decías "pobre montaña". Llora tu nana, a la que llamabas "mi reina", "mi Karencita hermosa", piropero precoz.
Lloran las fuentes de agua, ante las que te quedabas en éxtasis mirando caer el agua, el agua que te asombró más que nada en el mundo, el agua de los ríos, el agua de las llaves de agua de la casa, que abrías sin cesar, el agua del mar, oh, tu locura por el agua, Clemente, toda el agua del mundo llora por ti, y mana en nuestras lágrimas.
Lloran por ti Whinnie the Poo y Tigret y Christopher Robbin, y todos sus amigos, porque en sus libros de aventuras te sentías en familia. Tú eras como Whinnie the Poo, tierno, goloso, amical. Llora por ti tu chupete gastado y fiel, que intentamos vanamente botar tantas veces y que ahora te espera sobre la almohada vacía. Lloran por ti las esculturas del Parque de las Esculturas de Pedro de Valdivia, donde fuimos el día antes de tu partida, a correr, a subir al olmo gigante; llora por ti la escultura del ángel sin cabeza que miraste extrañado, llora por ti la librería Ulises, donde estuvimos esa misma tarde y donde hojeaste libros sobre un sillón de cuero. Llora por ti el libro de "Willie, el oso", que te regaló esa tarde Benjamín, el librero, y que no alcancé a leerte.
Llora la escalera de madera de nuestra casa, que bajaste todas las mañanas de tus días. Llora el espejo del baño hacia el cual te empinabas para mirarte, como si fuera extraño tu propio rostro, oh, hermoso, demasiado hermoso para durar aquí, al otro lado del reflejo. Llora la canción "Cangrejito" del grupo Zapallo, que bailaste tantas veces y querías volver a escuchar, pero que se perdió en algun rincón de nuestro bello desorden. Llorará la lluvia en invierno cuando no te encuentre debajo del panel de vidrio, mirándola gota a gota. Lloran los caballos del Club de Polo que siempre venías a espiar. Lloran los cuadros de Santos Guerra que cuelgan de nuestras murallas, y el pueblo de cuento y sus personajes a los que saludábamos como si fueran reales, el hombre del paraguas verde, tus amigos al otro lado del sueño. Llora la playa de Wailandia, donde corrimos mojándonos los pies con las olas, qué fiesta, qué gritos, qué risa. Lloran las gaviotas que pasaban por ahí, llora el restaurant Caleuche, donde fuimos a ver la puesta de sol con Angélica y Laura, llora el rayo verde que nunca se hizo ver. Llora el Estadio Santa Rosa de Las Condes, donde apenas empezabas a ir a clases de fútbol, estadio que desaparecerá, como desaparece todo y todos, porque somos un duelo sin fin. Llora el Parque Forestal donde naciste, llora la calle Ismael Valdés Vergara. Lloran los taxis en los que te gustaba que te llevara en las mañanas a tu jardín. Lloran los tres cojines que tú mismo instalabas obsesivo, hasta que quedaran perfectos (y tu decías "perfecto"), adonde posabas tu cabecita llena de rulos para tomarte tu mamadera. Todos lloran, también tu piscina amada, que te vio, dichoso, nadar, ¡cómo llora desconsolada! Lloran las cosas que tocaste, los lugares donde anduviste, y lloramos nosotros, ya sin lágrimas.
Entonces, ¿por qué ríes, por qué tu cara pura de niño muerto insiste en reír, mientras todos lloran sin consuelo? ¿Por qué ríes, Clemente, amor mío, dolor nuestro?
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Clemente
Llora por ti tu jardín, que siempre insistías en llamar "mi jardín". Llora el intruso gato blanco y negro, que merodeaba por las tardes y que tú llamabas mi gato amigo. Llora el cerro Manquehue, que veías desde la ventana de tu pieza. Llora la plaza de Almirante Acevedo, alrededor de la cual corrías una y otra vez, como un Forrest Gump de tres años. Lloran los resbalines que te vieron crecer en temeridad y por los que te lanzabas con gozo. Llora la montaña del camino de La Pirámide, destrozada por la construcción de autopistas y a la que decías "pobre montaña". Llora tu nana, a la que llamabas "mi reina", "mi Karencita hermosa", piropero precoz.
Lloran las fuentes de agua, ante las que te quedabas en éxtasis mirando caer el agua, el agua que te asombró más que nada en el mundo, el agua de los ríos, el agua de las llaves de agua de la casa, que abrías sin cesar, el agua del mar, oh, tu locura por el agua, Clemente, toda el agua del mundo llora por ti, y mana en nuestras lágrimas.
Lloran por ti Whinnie the Poo y Tigret y Christopher Robbin, y todos sus amigos, porque en sus libros de aventuras te sentías en familia. Tú eras como Whinnie the Poo, tierno, goloso, amical. Llora por ti tu chupete gastado y fiel, que intentamos vanamente botar tantas veces y que ahora te espera sobre la almohada vacía. Lloran por ti las esculturas del Parque de las Esculturas de Pedro de Valdivia, donde fuimos el día antes de tu partida, a correr, a subir al olmo gigante; llora por ti la escultura del ángel sin cabeza que miraste extrañado, llora por ti la librería Ulises, donde estuvimos esa misma tarde y donde hojeaste libros sobre un sillón de cuero. Llora por ti el libro de "Willie, el oso", que te regaló esa tarde Benjamín, el librero, y que no alcancé a leerte.
Llora la escalera de madera de nuestra casa, que bajaste todas las mañanas de tus días. Llora el espejo del baño hacia el cual te empinabas para mirarte, como si fuera extraño tu propio rostro, oh, hermoso, demasiado hermoso para durar aquí, al otro lado del reflejo. Llora la canción "Cangrejito" del grupo Zapallo, que bailaste tantas veces y querías volver a escuchar, pero que se perdió en algun rincón de nuestro bello desorden. Llorará la lluvia en invierno cuando no te encuentre debajo del panel de vidrio, mirándola gota a gota. Lloran los caballos del Club de Polo que siempre venías a espiar. Lloran los cuadros de Santos Guerra que cuelgan de nuestras murallas, y el pueblo de cuento y sus personajes a los que saludábamos como si fueran reales, el hombre del paraguas verde, tus amigos al otro lado del sueño. Llora la playa de Wailandia, donde corrimos mojándonos los pies con las olas, qué fiesta, qué gritos, qué risa. Lloran las gaviotas que pasaban por ahí, llora el restaurant Caleuche, donde fuimos a ver la puesta de sol con Angélica y Laura, llora el rayo verde que nunca se hizo ver. Llora el Estadio Santa Rosa de Las Condes, donde apenas empezabas a ir a clases de fútbol, estadio que desaparecerá, como desaparece todo y todos, porque somos un duelo sin fin. Llora el Parque Forestal donde naciste, llora la calle Ismael Valdés Vergara. Lloran los taxis en los que te gustaba que te llevara en las mañanas a tu jardín. Lloran los tres cojines que tú mismo instalabas obsesivo, hasta que quedaran perfectos (y tu decías "perfecto"), adonde posabas tu cabecita llena de rulos para tomarte tu mamadera. Todos lloran, también tu piscina amada, que te vio, dichoso, nadar, ¡cómo llora desconsolada! Lloran las cosas que tocaste, los lugares donde anduviste, y lloramos nosotros, ya sin lágrimas.
Entonces, ¿por qué ríes, por qué tu cara pura de niño muerto insiste en reír, mientras todos lloran sin consuelo? ¿Por qué ríes, Clemente, amor mío, dolor nuestro?
20071224
Una no tan mala navidad para la U
Colo Colo salió campeón. Por cuarta vez.
Algunas ideas al respecto.
1. Eventualmente nosotros también. Tengo fe.
2. Tengo fe en el sistema, por primera vez. Si caen lucas, eso se va a notar en la cancha, no como antes.
3. Tengo menos fe en volver al estadio. El nuevo sistema no está preparado para lidiar con la lumpenización del fútbol. Tampoco lo estaba el anterior. Mientras el negocio funcione, la delincuencia seguirá en los estadios, porque no hay incentivos económicos para que los clubes se hagan responsables del tema. Y pese a que ir al estadio hoy por hoy es un riesgo, el negocio sigue funcionando: no es en el aforo donde están las lucas. Solo si existe un castigo institucional relacionado con delincuencia que vaya al bolsillo de los clubes, esto va a cambiar, si no no. Me imagino una class action por servicios no prestados: contra la ANFP específicamente. No puede ser que uno vaya a ver un partido y le tiren un piedrazo en la cabeza.
4. Me gusta que la U juegue moralmente de chico a grande. En su historia es lo que más le acomoda. Y como más se saborean los triunfos.
5. La U necesita un estadio propio. Pero antes, hay que solucionar el punto cuatro.
20071221
El hombre que coleccionaba comienzos de novelas 2
Harry abandonó la librería con la cabeza abombada. Era una tarde pegajosa e idiota de mall. Al principio odiaba esos centros comerciales. Luego, cuando toda la izquierda los odió, él comenzó a amarlos. Esos infelices hijos de la condenada puta que no leían ni los grafitis de los meaderos le parecían más inocentes que todos esos condenados compañeros suyos que predicaban la lucha de clases y hacían gárgaras con los pobres y la construcción del país.
Cansado del cinismo, había intentado encajar, vaya que había. Se casó con una princesa de mall y luego el hastío lo había derrotado. Era una virginal criatura que tomó el matrimonio como un breve noviazgo y siguió adelante, a territorios más calurosos y fértiles.
En esos años Harry había intentado pensar, como todos, que la literatura era una mierda, que ganar dinero era un arte y que la moral era un obstáculo en la larga carrera que Pinochet y la Concertación habían impuesto al país. Por un momento, unos años, unos siglos, se dejó engañar con la dulce felicidad de la ignorancia. Pero al final esos brillantes técnicos que se posgraduaban en las tumefactas ciudades yanquis, esos herméticos sabios que parecían transformar en oro todo lo que tocaban, esas profetisas de abdómenes planos y pechos parados como cohetes hacia Plutón, esa sabiduría contenida en las pocas hectáreas del barrio alto de Santiago, no le llegaban ni a los talones a una buena novela, a la técnica para construirla, a la sangre que había que derramar para verterse en una historia.
Harry respiró hondo. La había cagado y no había nada más que hacer. Estaba muy viejo, muy huevón, como para empezar de nuevo.
Pero si tuviera en sus manos una vida bullente, como la que él tuvo hace treinta años. Si pudiera enderezar a una versión moderna de él. Ah, qué historia sería esa.
Una muchacha de unos 18 años, una princesa guerrera de las noches que en las tardes se hacía un sueldo con un estrecho vestido y una minifalda, le alcanzó un papel que Harry se negó a recibir.
-Gracias -dijo, despectiva, la muchacha.
-¿Gracias por qué? -reaccionó molesto Harry-. No te he hecho ningún favor. No quiero hacerte ningún favor. No me des las gracias.
Cansado del cinismo, había intentado encajar, vaya que había. Se casó con una princesa de mall y luego el hastío lo había derrotado. Era una virginal criatura que tomó el matrimonio como un breve noviazgo y siguió adelante, a territorios más calurosos y fértiles.
En esos años Harry había intentado pensar, como todos, que la literatura era una mierda, que ganar dinero era un arte y que la moral era un obstáculo en la larga carrera que Pinochet y la Concertación habían impuesto al país. Por un momento, unos años, unos siglos, se dejó engañar con la dulce felicidad de la ignorancia. Pero al final esos brillantes técnicos que se posgraduaban en las tumefactas ciudades yanquis, esos herméticos sabios que parecían transformar en oro todo lo que tocaban, esas profetisas de abdómenes planos y pechos parados como cohetes hacia Plutón, esa sabiduría contenida en las pocas hectáreas del barrio alto de Santiago, no le llegaban ni a los talones a una buena novela, a la técnica para construirla, a la sangre que había que derramar para verterse en una historia.
Harry respiró hondo. La había cagado y no había nada más que hacer. Estaba muy viejo, muy huevón, como para empezar de nuevo.
Pero si tuviera en sus manos una vida bullente, como la que él tuvo hace treinta años. Si pudiera enderezar a una versión moderna de él. Ah, qué historia sería esa.
Una muchacha de unos 18 años, una princesa guerrera de las noches que en las tardes se hacía un sueldo con un estrecho vestido y una minifalda, le alcanzó un papel que Harry se negó a recibir.
-Gracias -dijo, despectiva, la muchacha.
-¿Gracias por qué? -reaccionó molesto Harry-. No te he hecho ningún favor. No quiero hacerte ningún favor. No me des las gracias.
20071220
Leyendo en el auto
Quise sacarle una foto con el celular, pero me quedó muy lejos. En un taco de la costanera, un tipo que conducía una camioneta Ford verde-azul, no de las más grandes, iba leyendo el diario. Tal cual. Tenía el diario sobre el manubrio y leía. Cuando tenía que avanzar cinco metros, lo hacía y seguía leyendo. Otros cinco metros, lo mismo.
20071219
Michael
Me gustan los Jackson 5. Creo que Billie Jean es una canción excepcional. Sostengo que Thriller no era tan buena, pero se defendía. No me caen bien los pedófilos y creo que Michael Jackson hoy por hoy está loco. Pero también me parece una hijoputez presentarlo con la cara desfigurada, como todos los medios lo hicieron hoy. Esto es un linchamiento. Si cometió crímenes que vaya a la cárcel (no lo ha hecho) o que alcance acuerdos extrajudiciales (que sí ha hecho). ¿Por qué transformarlo en el payaso del mundo? ¿Por acostarse con niños o por haber querido ser blanco?
Acá un recuerdo de los viejos y buenos tiempos (no para él, parece).
Acá un recuerdo de los viejos y buenos tiempos (no para él, parece).
20071218
el editor
En el New Yorker: un artículo sobre la compleja relación entre Raymond Carver (a la izq.)y el editor que lo lanzó a la fama y de paso lo rescató del alcoholismo: Gordon Lish (a la der.).
Según la revista, Lish habría sido el hombre que, ocupando mucho lapiz rojo para tachar la sobreescritura, transformó a Carver en "minimalista": es decir, lo dotó del estilo que le dio los primeros fans al maestro.
Carver tuvo una relación casi de hermano con Lish: confiaba plenamente en él. La relación al final se fue enfriando y el artículo desentierra una carta de Carver a Lish en la que, temeroso de perder la amistad, pero tal vez cansado de "no ser él", Carver sugiere a su editar congelar el proceso de edición nada menos que de "De qué hablamos cuando hablamos de amor".
La relación no terminó bien. Tess Galagher (izq), la viuda de Carver, sostiene que Lish comenzó a tomar mucho crédito por la calidad literaria de su editado. Lish hoy no habla del tema.
20071210
Un libro hecho pedazos
El libro -físico, material- en que estoy leyendo "Crimen y Castigo" se está cayendo a pedazos. Es una edición de bolsillo en inglés (Pengüin), de los años 60, traducida por David Magarshack, que compré hace muchos años en la librería inglesa que hay en la galería El Patio en Providencia. Tenía la firma, imagino, del dueño original, pero hace unas semanas esa página se cayó y se perdió irremediablemente. El libro hede a viejo y a polvo, y no ayuda a combatir mi alergia precisamente, y cada semana pierde una página o dos porque lo leo cuando ando en Transantiago, lo que es un efecto colateral e inesperado de nuestro caótico sistema público. Es un libro rayado en partes interesantes por el dueño anterior. ¿Cómo llegó a Chile? ¿Qué extraño viaje hizo? ¿Quién lo habrá devorado por las calles de Santiago? Espero que sobreviva a mi lectura, pero así como se le están cayendo las páginas, no creo que ocurra.
20071207
Bernardo en Plan Z
Algunos errorcillos históricos, pero no es una mala síntesis. Gumucio está notable.
20071205
Carrera por el poder
Estimados. Inicié un experimento, a ver qué resulta.
Es un blog sobre política chilena.
La idea es centrarme más en símbolos y estrategias que en noticias duras.
http://carreraporelpoder.blogspot.com
Supongo que no habrá más post políticos en este blog: pasarán todos al nuevo.
Gracias.
Es un blog sobre política chilena.
La idea es centrarme más en símbolos y estrategias que en noticias duras.
http://carreraporelpoder.blogspot.com
Supongo que no habrá más post políticos en este blog: pasarán todos al nuevo.
Gracias.
20071204
Desde Rusia con amor
"¿Dónde fue?", pensó Raskolnikov, "donde leí de un hombre sentenciado a muerte que, una hora antes de su ejecución, dice o piensa que si tuviera que vivir en una gran roca, en un acantilado, en una superfice tan estrecha que sólo hubiera espacio para que estuviera parado, y si hubiera barrancos sin fondo alrededor de él, el océano, oscuridad eterna, soledad eterna y eternos vendavales, y si tuviera que pasar toda su vida en ese metro cuadrado de espacio -mil años, una eternidad-, él preferiría vivir así que morir de inmediato. ¡Oh, sólo vivir, vivir, vivir! ¡Vivir bajo cualquier circunstancia, sólo vivir! ¡Qué cierto es! ¡Buen Dios, qué cierto es! ¡El hombre es una basura! ¡Pero cualquiera que llame a un hombre basura es una basura mayor él mismo!", añadió un momento más tarde
20071203
Chile, Chávez, Bolívar
Si Hugo Chávez es el sucesor de Bolívar, bueno, hay que decir que Bolívar nunca tuvo buena prensa por acá en Chile.
Bernardo O'Higgins estuvo muy feliz cuando San Martín tomó Lima en julio de 1821, pero le duró poco. Pero menos de un año después, San Martín, cansado de enfermedades y guerras, en la entrevista de Guayaquil, dejó la pista libre para que fuera Bolívar el que culminase la guerra contra el rey en Perú. Para enero de 1823, cuando O'Higgins marchó al exilio al Perú, Bolívar era el hombre fuerte, y Bernardo intentó -infructuosamente- participar en campañas militares del ejército colombiano-venezolano.
Hasta aquí ningún problema, salvo que Bolívar tenía cierta agenda con Chile: quería hombres y armas, que tenían que ser provistos por los enemigos de O'Higgins (así que no podía hacerle muchos arrumacos al exiliado general); y quería a Chiloé, en rigor el último bastión realista, que Chile había fracasado en incorporar a la naciente república y que en la práctica siempre había dependido del Perú. La cercanía de O'Higgins con el venezolano y las ganas que Bolívar tenía por Chiloé lo transformaron rápidamente en enemigo de Chile.
Cuando Chiloé fue finalmente subyugado por la administración Freire, Bernardo se dejó convencer para participar en una supuesta revolución contra su antiguo camarada que partiría justamente en la sureña isla. Aparentemente, los o'higginistas, para asustar al gobierno chileno, hicieron correr la voz de que Bolívar apoyaba la asonada, y que estaba dispuesto a enviar desde Perú a 4 mil colombianos para instalar al exiliado líder en el poder. Esto fue la gota que rebalsó el vaso. San Martín -un extranjero- había instalado a O'Higgins, ¡y ahora Bolívar pretendía hacer lo mismo? La ola anti-Bolívar fue creciendo. Cuando la revolución chilota fracasó y todo el plan se fue al demonio, Bolívar y O'Higgins no eran precisamente vitoreados en Chile.
Desde luego que para Bolívar la fórmula de enviar 4 mil hombres a Chile para conseguir 4 mil que lo ayudaran en la guerra en Perú no tenía sentido, y después de esto Bolívar no se preocupó realmente más de Chile, salvo para invitarlo al famoso congreso de Panamá en 1826 en el que pretendía crear una liga de países hispanoamericanos. Chile no se dio por aludido. No envió representante alguno.
He ahí lo "bolivariano" que es Chile.
20071127
Senado al día
Gentileza de las noticias web del senado.
Advierten que regulación de venta de títulos universitarios en internet es un tema de difícil solución.
¡No me digan! Y yo que pensaba que bastaba con una simple ley para que los mamertos que contratan egresados de la Huachalomo State University Punto Edu se dieran cuenta de que estaban metiendo las patas.
Objetan proyecto que establece normas para evitar riñas al interior de los penales. El proyecto original sostenía que todas aquellos presos que participan en riñas podían ser condenados a... la cárcel. Hubo una indicación que les permitía quedar en libertad vigilada y firmar en el Patronato Nacional de reos, pero se sospechó que no iba a funcionar.
Valoran decisión de aumentar filtros para ingreso a Carabineros e imponer nuevo perfil psicológico. Se propone un test que mide el gusto por el color rosa y el grupo Village People.
Advierten que regulación de venta de títulos universitarios en internet es un tema de difícil solución.
¡No me digan! Y yo que pensaba que bastaba con una simple ley para que los mamertos que contratan egresados de la Huachalomo State University Punto Edu se dieran cuenta de que estaban metiendo las patas.
Objetan proyecto que establece normas para evitar riñas al interior de los penales. El proyecto original sostenía que todas aquellos presos que participan en riñas podían ser condenados a... la cárcel. Hubo una indicación que les permitía quedar en libertad vigilada y firmar en el Patronato Nacional de reos, pero se sospechó que no iba a funcionar.
Valoran decisión de aumentar filtros para ingreso a Carabineros e imponer nuevo perfil psicológico. Se propone un test que mide el gusto por el color rosa y el grupo Village People.
¿Primera vez?
Encontré en YouTube esta pieza de protesta ¿gremial?
Ya sabemos que la web 2.0 ha posibilitado nuevas formas de expresión, y que el periodismo ciudadano ha dado poder a los ciudadanos, poder que antes tenían los medios.
Pero este video creo que al menos en Chile representa algo distinto, no sé si nuevo: el empoderamiento de los empleados frente a sus empresas.
Desde luego, es una sátira. Si me permiten, muy bien realizada, hasta sofisticada. Hay más videoposts en youtube pero verlos todos es algo repetitivo. Este me pareció muy bueno.
Me informan -no lo he chequeado personalmente- que en Lan se las arreglaron para que no se pueda acceder a Youtube desde las oficinas institucionales. Me da la impresión, por algunas escenas de otros videos relacionados, que es un empleado o ex empleado argentino.
Ya sabemos que la web 2.0 ha posibilitado nuevas formas de expresión, y que el periodismo ciudadano ha dado poder a los ciudadanos, poder que antes tenían los medios.
Pero este video creo que al menos en Chile representa algo distinto, no sé si nuevo: el empoderamiento de los empleados frente a sus empresas.
Desde luego, es una sátira. Si me permiten, muy bien realizada, hasta sofisticada. Hay más videoposts en youtube pero verlos todos es algo repetitivo. Este me pareció muy bueno.
Me informan -no lo he chequeado personalmente- que en Lan se las arreglaron para que no se pueda acceder a Youtube desde las oficinas institucionales. Me da la impresión, por algunas escenas de otros videos relacionados, que es un empleado o ex empleado argentino.
20071126
Los aristócratas
Es uno de los chistes más viejos de las tablas anglosajonas, y de acuerdo a Frank Rich, en el New York Times, "el más grande chiste cochino de todos los tiempos".
La rutina es simple. Se trata de una familia que llega donde un agente de variedades y le dice que tiene un espectáculo. Luego viene la descripición del show: una majamama de incestuoso sexo que incluye, dependiendo del cómico que narre el chiste, zoofilia, gerontofilia y coprofagia, por decir lo menos. La descripción de esta vistosa actividad sexual se puede prolongar por varios minutos, casi horas, y ahí está la gracia: todo es tan demente, tan absurdamente grosero, tan inmodestamente desmadrado, que el remate del chiste, que le da el título a la narración, realmente importa bien poco. "¿Cómo se llama el show", dice el atónito agente. "Los Aristócratas", responde el pater familias.
Tras el 11/9 en Nueva York, el humorista Gilbert Gottfried, en el primer evento cómico tras la destrucción, y tras ser abucheado por contar el chiste de que tenía miedo de ir a NY porque le dijeron que el avión hacía escala en el edificio Empire State, echó mano a esta viejísima rutina y mató. El éxito de su interpretación motivó a los realizadores Paul Provenza y Penn Jillet a hacer un excelente documental que por estos días se puede ver en HBO: toda la historia del chiste y decenas de cómicos interpretándolo.
Para mí, un estudio sobre el humor y una buena oportunidad de matarse de la risa.
Aquí un estracto que no necesita traducción.
La rutina es simple. Se trata de una familia que llega donde un agente de variedades y le dice que tiene un espectáculo. Luego viene la descripición del show: una majamama de incestuoso sexo que incluye, dependiendo del cómico que narre el chiste, zoofilia, gerontofilia y coprofagia, por decir lo menos. La descripción de esta vistosa actividad sexual se puede prolongar por varios minutos, casi horas, y ahí está la gracia: todo es tan demente, tan absurdamente grosero, tan inmodestamente desmadrado, que el remate del chiste, que le da el título a la narración, realmente importa bien poco. "¿Cómo se llama el show", dice el atónito agente. "Los Aristócratas", responde el pater familias.
Tras el 11/9 en Nueva York, el humorista Gilbert Gottfried, en el primer evento cómico tras la destrucción, y tras ser abucheado por contar el chiste de que tenía miedo de ir a NY porque le dijeron que el avión hacía escala en el edificio Empire State, echó mano a esta viejísima rutina y mató. El éxito de su interpretación motivó a los realizadores Paul Provenza y Penn Jillet a hacer un excelente documental que por estos días se puede ver en HBO: toda la historia del chiste y decenas de cómicos interpretándolo.
Para mí, un estudio sobre el humor y una buena oportunidad de matarse de la risa.
Aquí un estracto que no necesita traducción.
20071123
¡Toma!
Y la mató. Raskolnikov se pitió a la vieja usurera. Y no solo a ella. Cuando estaba en eso, se dio cuenta de que en la casa estaba Lisaveta, la hermana perna de la vieja. Y la mató también. Y después, sorprendentemente, sobrevivió a dos tipos que querían entrar a la casa y no pudieron abrir la puerta, y a una bajada de la escalera en que evadió a aquellos que intrigados subían a ver qué pasaba con la vieja, que no abría.
Hay algo de intensa comedia en todo esto. Raskolnikov parece un personaje operático. Totalmente ido, vaga por las calles de Petesburgo o no hace nada en su conventillo, sin moverse, sin saber qué hacer, "pensando mal". Está medio enfermo, y entre sueños, se las ingenia para desprenderse del hacha que ocupó.
Sorprendentemente también, la vida comienza a sonreírle. Se encuentra con un amigo Ruzhumikin -gran personaje, para morirse de la risa, se "sirve" a la vieja de la pensión de Raskolnikov- y hasta aparece Luzhin, el "novio" de la hermana, con ofrecimientos de gran futuro.
Pero Raskolnikov no quiere nada, nada de nada de nada. No quiere que nadie le haga "el bien".
20071119
La casa de Bukowski
Tomado del blog de Dana Goodyear, en el New Yorker
______
Monumento a los bajos fondos
Estaba ayer en la oficina de Recursos Históricos cuando escuché una pequeña noticia que un poco de investigación en la Web confirmó: los dueños de 5124 De Longpre Avenue, el complejo de departamentos donde Charles Bukowski vivió en sus años de "Cartero", lograron posponer una audiencia hoy para determinar si el deteriorado inmueble podía acceder al estátus de monumento público.
Esto es lo último en este drama guachaca. En el verano, la propiedad apareció en Craiglist.
Aproximadamente un lote de 12,500 pies cuadrados, actualmente tiene un edificio de departamentos tipo bungalow completamente vacante. Es una VERDADERA INVERSIÓN, perfecta para constructores, inversionistas, contratistas, etc. ¡Puede fácilmente demoler el viejo edificio e iniciar una nueva construcción! Es un hallazgo raro en un área de alta demanda: Hollywood, cerca de restaurantes, estudios, malls, etc.
Los admiradores de Bukowski protestaron, y se agruparon para pedir la designación de monumento, lo que salvaría al edificio de transformarse en "nueva construcción". De acuerdo a los paladines del edificio, el abogado del dueño "no niega que Charles Bukowski escribió mucha de su importante obra en De Longpre", pero "intenta desafiar la designación con dos argumentos: que Bukowki fue un simpatizante nazi y una persona de bajo caracter moral".
_____
El primer argumento es una idiotez, cualquiera que haya leído a Hank entiende el sentido de esta "militancia nazi": era un tipo lleno de espinillas, un fracasado en un sistema que enviaba y enviaba lindos jóvenes a que les ametrallaran los sesos. El segundo es más probable, pero, además de la imposible definición, ¿importa?
20071114
Por qué no te informas
Sin ser chavista, para nada, después del "¿Por qué no te callas?" no me crujía que simplemente Chávez le tuviera "pica" a Aznar. Aquí algunos recursos para informarse. y hay que irse al breve golpe de abril de 2002 que por 48 mantuvo preso a Hugo Chávez, el "11A", como lo llaman los venezolanos.
El primero es un trozo de un documental llamado "The revolution will not be televised", hecho por la televisión irlandesa que captó lo que pasaba en el Palacio de Miraflores durante esas horas (aquí). Las escenas son bien fuertes.
Es este golpe el que Chávez le estaba cobrando a Aznar via Zapatero (plop). Para sintetizar al máximo, diremos que hubo unos enfrentamientos con muertos entre partidarios del presidente y de la oposición y que en la cosa técnica, los golpistas dijeron que Chávez renunció y Chávez dijo que, aunque preso, él nunca renunció.
Es interesante darse cuenta de que España y Estados Unidos tuvieron, por decir lo menos, una posición tibiona con respecto al golpe: siempre se les ha colgado que Aznar y Bush apoyaron el derrocamiento de Chávez en 2002. Al menos hay una tibiona declaración conjunta.
Me parece divertido que el famoso "¿Por qué no te callas?" haya sido gatillado justamente por esta historia, en la que Chile, recordemos, tuvo una participación por decir al menos histérica. La entonces canciller Soledad Alvear, según el sitio piensachile.com (no consigo entrar a los archivos del ministerio de RR.EE) se mandó la siguiente declaración sobre caliente: "El gobierno de Chile lamenta que la conducción del gobierno venezolano haya llevado a la alteración de la institucionalidad democrática con una alto costo de vidas humanas y de heridos, violentando la Carta Democrática Interamericana a través de esta crisis de gobernabilidad".
Chávez no hizo olas directas contra Bachelet esta vez, pero por Dios que salpicaron las indirectas.
El primero es un trozo de un documental llamado "The revolution will not be televised", hecho por la televisión irlandesa que captó lo que pasaba en el Palacio de Miraflores durante esas horas (aquí). Las escenas son bien fuertes.
Es este golpe el que Chávez le estaba cobrando a Aznar via Zapatero (plop). Para sintetizar al máximo, diremos que hubo unos enfrentamientos con muertos entre partidarios del presidente y de la oposición y que en la cosa técnica, los golpistas dijeron que Chávez renunció y Chávez dijo que, aunque preso, él nunca renunció.
Es interesante darse cuenta de que España y Estados Unidos tuvieron, por decir lo menos, una posición tibiona con respecto al golpe: siempre se les ha colgado que Aznar y Bush apoyaron el derrocamiento de Chávez en 2002. Al menos hay una tibiona declaración conjunta.
Me parece divertido que el famoso "¿Por qué no te callas?" haya sido gatillado justamente por esta historia, en la que Chile, recordemos, tuvo una participación por decir al menos histérica. La entonces canciller Soledad Alvear, según el sitio piensachile.com (no consigo entrar a los archivos del ministerio de RR.EE) se mandó la siguiente declaración sobre caliente: "El gobierno de Chile lamenta que la conducción del gobierno venezolano haya llevado a la alteración de la institucionalidad democrática con una alto costo de vidas humanas y de heridos, violentando la Carta Democrática Interamericana a través de esta crisis de gobernabilidad".
Chávez no hizo olas directas contra Bachelet esta vez, pero por Dios que salpicaron las indirectas.
20071107
Que no vivan los novios
Cap 4. A Raskolnikov no le gustó la idea de que su hermana se case con Luzhin, el ricachón soltero. Es más: la aborreció. Cree que la pánfila de su hermana está hipotecando su vida por salvar a lo que allá en la provincia consideran "la joya" de la familia: él. Le parece que Sonia Marmaladov -la chica que se tuvo que prostituir a causa de su borracho padre- y su angelical hermana Dunya están básicamente haciendo lo mismo. Y que su madre está gastando lo poco y nada que tiene en un plan idiota. Luzhin ni siquiera es capaz de pagarles el pasaje a Petesburgo: las mujeres tendrán que viajar en un carromato y después días y días en un tren de tercera.
Raskolnikov sale a la calle desesperado, para encontrarse con una chica de quince años, borracha, a la que aparentemente acaban de violar. Raskolnikov nota que un viejo verde la sigue y llama a un policía y hace un escándalo, y regala los últimos kopecks que le quedan para que el policía suba a la chica a un taxi. Pero después se pregunta por qué tiene él que ayudar, si acaso este horrible mundo que abusa de los débiles es solo el orden natural de las cosas. La chica desaparece, el viejo verde también y el policía se queda con los kopecks.
No hay respiro en Crimen y Castigo hasta ahora: el mundo es ciertamente una mierda, donde el más grande no solo le pone el pie encima al más chico, sino que lo revienta, lo viola, lo emborracha, lo posee como si fuera una cosa. Raskolnikov podría ser un héroe literario o romántico a lo Che Guevara, y hacer cosas para rebelarse, pero en cambio se hunde en la depresión.
20071103
Forma libre
Softcad es un lindo programa que permite un sueño frustrado: ser arquitecto. Probablemente me moriría de hambre por lo feo que me sale, pero como nunca se va a construir, qué me importa. Consideremos esto un ejercicio literario entonces.
Son dos tipos de bloques gigantes en el agua: ladrillo y hormigón. Los une, por todos lados, un entramado de ventanales con forma libre, como si fuera plasticina.
Lo de abajo es agua.
20071102
Pelemos al Senado
Algunas iniciativas que figuran en el servicio de noticias del Senado y que me llaman la atención:
Ejecutivo presentó indicación para destrabar el proyecto que sanciona el uso ilegal de tragamonedas. El Vicepresidente del Senado, Carlos Ominami, uno de los autores de la iniciativa valoró la propuesta argumentando que ésta permitirá llenar el vacío legal que permite la operación de estas máquinas.
Propongo una zona libre de restricciones para las máquinas tragamonedas en el desierto de Atacama. Así hacemos nuestra propia aunque modesta versión de Las Vegas.
Proyecto que prohíbe el uso del people meter on line pasó a segundo trámite La Sala había respaldado sólo la idea de legislar de la iniciativa originada en una moción del senador Jaime Orpis, pero como venció el plazo que tenía para presentar indicaciones quedó automáticamente aprobada en particular.
Por Dios, ahora va a ser la clase política la que nos va a salvar de la farandulización de la TV. Si creen que la tele es mala por la manera en que se mide, estoy preocupado. Esto es como decir que la responsabilidad de una persona está definida por la manera en que es la pareja de esa persona: ok, influye, pero cada uno se busca la pareja que merece.
Funcionarios diplomáticos no podrán eximirse de la revisión del SAG en sus equipajes Senado aprobó por unanimidad el proyecto que mejora la efectividad de las sanciones aplicables a quienes infrinjan la normativa del Servicio Agrícola y Ganadero relativa a la revisión de los productos de origen vegetal o animal que ingresan al país, en los controles fronterizos.
-¡Señor embajador! Por favor... tengo que revisar el mono que lleva dentro de la valija diplomática.
Senado rebaja de 40 a 20 veces el monto de la multas por reincidencia en el no pago del tag Respaldó unánime tuvo la iniciativa que establece una nueva regulación de las multas por no pago de tarifas en vías concesionadas y que modifica el actual sistema de indemnizaciones compensatorias.
¡Devuelvan la Kennedy! La incorporación de la Kennedy a la Costanera Norte y el tag bajo la Pérez Zujovic es una de las frescuras más grandes de todos los tiempos. ¿Por qué no los multamos a ellos? Oh... ¡porque fue el propio Congreso el que les permitió cobrar por infraestructura que YA existía!
Anticipan polémico debate de Ley de Cuotas que favorece la participación de mujeres en política Mientras el senador Andrés Chadwick cree que no es necesario legislar sobre la materia, el senador Carlos Bianchi apunta a abrir la ley a otros sectores y el senador Jaime Naranjo la respalda totalmente.
¿No que hay un sistema vigente que se llama ELECCIONES DEMOCRÁTICAS? Hasta donde sé, hombres y mujeres mayores de edad pueden ser candidatos.
Prestuplienie i Nakazanie
Voy a intentar llevar de aquí en adelante un diario de mi lectura de "Crimen y Castigo" ("Prestuplienie i Nakazanie" en ruso), la clásica novela del gran Fiodor Dostoievski. No se puede decir mucho en términos de opinión. Es, probablemente, junto al Quijote, la mejor novela de la historia. Es la primera vez que la leo. Voy en el capítulo tres.
Informe hasta el momento:
Al principio esto parece una suerte de Corín Tellado para depresivos. Raskolnikov, el estudiante hasta el cogote de deudas que ha dejado Derecho sin contarle nada a su familia provinciana, no es un tipo simpático. ¿Cuál es su problema? ¿Por qué tiene la cabeza llena de basura? Dostoievski conjura luego el peligro. Presenta de inmediato un personaje más insoportable que el estudiante: la vieja usurera. Hay un diálogo maravilloso en el que la vieja le recorta aún más la miserable suma que le entrega a cambio de un reloj, en virtud de intereses de préstamos pasados y presentes. Dostoievski da entonces una tremenda muestra de su maestría literaria: sin decir exactamente lo que R. piensa, hace que R. le pregunte a la vieja si vive sola. Es un diálogo extraño, fuera de foco, pero el primer indicio de lo que se viene.
Luego R. va a un bar. Yo no sé si es la primera vez que se describe tan bien la moralidad de un bar. Es un sitio de perdedores. Huele a perdedores y a trago. Hay risas idiotas y mucho olor, digamos, a sobaco. Y ahí R., con unos pocos kopecks en el bolsillo, conoce a alguien que está peor que él. Marmaladov: un alcohólico de fusta, que ha tocado fondo y con ese porrazo no sólo él, sino toda su familia, incluso su hija Sonia que se tiene que prostituir para ganarse la vida. Dostoievsky hace a Marmaladov contar su historia borracho; mientras más patética, más se ríen los borrachos del Tugurio. Raskolnikov finalmente confirma que todo es cierto: va a dejar al bulto de Marmaladov a su "casa" y conoce toda la miseria. Marmaladov ya no vive en sí mismo: la muerte sería mejor para él, pero es muy cobarde como para propinársela.
De vuelta en su cuartucho, Raskolnikov, recibe una carta de su mamá: hay una luz de esperanza porque su hermana ha conseguido novio, un tipo de unos cuarenta años, aburrido pero de buen pasar. La señora le anuncia que dentro de poco estarán todos en San Petesburgo. Raskolnikov se friquea: ¿cómo va a seguir fingiendo frente al nuevo cuñado? ¿que va a decir su mamá y su hermana, que se han sacado la cresta por él, cuando vean el estado en que está?
20071029
La Gabi
29 de Octubre de 2007
Los cachureos de la Mistral
por Antonio Gil
"No quiero ir a Chile porque allí me llamarán la Gaby y me tomarán para el fideo", decía Gabriela Mistral desde sus innumerables exilios voluntarios por el mundo. Pues volvió, fugazmente tras el Nóbel, a recibir las ovaciones bobas y pueblerinas de ese Chile ceniciento de entonces, luego regresó su cadáver devorado por el cáncer de páncreas. Estuvimos en la Catedral de Santiago haciendo la larga fila para verla. Es uno de nuestros primeros recuerdos de la infancia, junto con el Sputnik surcando la noche de Chile.
Y ahora sigue volviendo la Mistral a pedazos, en cajas que contienen buena parte de su obra inédita. ¿Para qué? ¿Para que la lea quién? Más allá de sus Piececitos de niño nadie lee nada de esta gran creadora de lenguaje, relegada al comidillo provinciano de esta fértil provincia en homofobias cerriles y descalificaciones escalofriantes.
¿Era o no era lesbiana? Ésa parece ser la gran pregunta de un país a una de sus máximas creadoras desconocidas. Que si Yin yin, el joven suicida, era su hijo o su sobrino o su amante. Que si hacía esto o aquello con su secretaria Doris Dana. Somos, francamente una sociedad de pavor. Y la Mistral viviendo entre nosotros habría sido como un roble plantado en un macetero. Menos mal que voló lejos, a otras latitudes.
Al vernos afanados como ropavejeros en sus documentos y apuntes, acopiados en Washington, la mujer sonreiría. "Sonreír muchas veces no es una expresión de felicidad sino una manera de llorar con bondad", solía decir. Que se queden las cajas y los manuscritos en Estados Unidos. Ahí cuando menos no se los comerán los ratones. ¿Para qué queremos más de algo que a nadie le interesa ni le ha interesado nunca? Dejemos de lado de una bendita vez la hipocresía y el arribismo cultural, tan concertacionista, y reconozcamos que salvo la que aparece en los billetes de cinco mil, nos importa un carajo la Mistral. Que no sabemos ni queremos saber nada de ella ni de su obra.
Basta de mentiras para llenar las páginas de cultura de los diarios. Chile odió siempre a Gabriela y ella nos respondió con un desdén mayúsculo. Un desprecio nunca camuflado. Que levante la mano quien haya leído Lagar o Tala. Que dé un paso al frente quienes conozcan su carta a los jóvenes de América. Basta de pamplinas. Y sus textos conocidos, sus poemitas colegiales, nos llenan de vergüenza, porque no comprendemos ni reconocemos tampoco en ellos la profunda crítica que hacía a una sociedad ferozmente injusta como ésta.
Piececitos de niño, azulosos de frío, ¿cómo os ven y no os cubren, Dios mío? Ahora nos ha venido la fiebre mistraliana, de cara a los gringos que, para variar, tienen su tesoro. Que se lo queden ellos. Lo cuidarán mejor y no quedarán por ahí arrumbados como cachivaches. Ya tienen todos los manuscritos de Enrique Lihn, bien archivados en bibliotecas espectaculares, con control de humedad, de temperatura, de plagas de carcoma y de hongos. Lo de Huidobro también estaría mejor allá que convertido en fetiche de nietecitos y familiares inoperantes. Pese a que su cuerpo está enterrado en Montegrande, la Mistral jamás regresó en realidad a Chile. Nunca quisimos a esa mujer hombruna, nunca la entendimos y no será ésta la ocasión de hacerlo. Dejemos de lado las patrañas y averigüemos si a la señora le gustaban o no las tortillas de rescoldo. Sabiendo eso nos podemos dar por bien pagados. Y nos ahorramos de pasada, una torre de cajas inútiles que hoy simulamos esperar con ansias. Y resumamos, con o sin ministra de Cultura: somos, en buen chileno, una cagada de pueblo.
Antonio Gil es escritor y periodista
20071025
Periodistaaas de televisioooon... salven la viiiida, de la humanidaaad
Me hago eco de "Pobrecito Mortal", el viejo tema del gran Florcita Motuda para anunciar que a partir del lunes 5 de noviembre comienza en Via X un programa que se llama Periodistas, Información en Acción... en el cual participaré como jurado. La idea es evaluar el trabajo de una serie de periodistas que presentan una nota que les han pauteado en la mañana. La idea es que lo hagan con creatividad. Es a las 11, de lunes a viernes. Comparto funciones con Raquel Telias y conduce Verónica Calabi, que en esta entrevista que le hicieron en La Nación explica el programa mucho mejor de lo que yo soy capaz.
20071022
Un poco más de Bernardo
El sábado 27 de octubre estaré en la Feria del Libro de Santiago en un coloquio sobre Bernardo O'Higgins junto a Ricardo Larraín, el director de "O'Higgins: vivir para merecer su nombre", la película sobre Bernardo de Canal 13. Es a las 18:30 en la sala Camilo Mori. Para los fans, dispongo de algunas entradas liberadas para ese día/hora en la Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado. Pedirlas por mail por favor.
En La Nación del sábado pasado, Ángel Carcavilla habla del libro. En Elclarin.cl, Carlos Monge, que tiene una bio sobre Carrera, le contesta.
En El Sábado de El Mercurio del sábado 13, Rodrigo Pinto también comentó el libro.
Aquí hay unos links pdf a las presentaciones que hicieron cuando lancé el libro en septiembre. Corresponden a la historiadora Trinidad Zaldívar y al crítico y novelista Álvaro Bisama.
En La Nación del sábado pasado, Ángel Carcavilla habla del libro. En Elclarin.cl, Carlos Monge, que tiene una bio sobre Carrera, le contesta.
En El Sábado de El Mercurio del sábado 13, Rodrigo Pinto también comentó el libro.
Aquí hay unos links pdf a las presentaciones que hicieron cuando lancé el libro en septiembre. Corresponden a la historiadora Trinidad Zaldívar y al crítico y novelista Álvaro Bisama.
20070924
¿En qué momento se jodieron los mimos?
¿Por qué los mimos han entrado tan rápidamente en la categoría de personajes a aborrecer? ¿Será porque en la calle caminan detrás de cualquier transeúnte imitando cómo él o ella extrae mocos de la nariz? ¿Será, más que por ellos, por la galería de público que se ríe? ¿Será porque en verdad son fomes? ¿Porque uno se pregunta todo el rato cuándo van a hablar? ¿Porque hacen como que hay cosas -puertas, autos, vidrios- donde no las hay?
¿Cuándo comenzaron a ser la cara "buena onda" de la democracia? ¿Había un mimo en el célebre clip de "La alegría ya viene"? ¿Armaron un sindicato y lograron que los contrataran a todos en las no menos famosas fiestas de la cultura del Parque Forestal? ¿Tenían razones concretas para quejarse contra las explosiones nucleares en la Polinesia francesa? ¿Por qué siempre andan entregando flores? ¿Si uno les pega, hablan? ¿Por qué no se pintan la cara de otro color? ¿Me odian? ¿Desean golpear tanto a su público como uno desea golpearlos a ellos? ¿Desaparecerán algún día? ¿Será la derecha capaz de inventarse un personaje para que ejemplifique sus preocupaciones "buena onda" por la cultura? ¿Ocupará Piñera mimos en su campaña?
20070913
Bernardo de paseo por los medios
Hasta ahora, septiembre:
Sábado 8, adelanto en revista El Sábado, de El Mercurio.
Miércoles 12, 12:00, lanzamiento en UAH.
Jueves 13, 8:30; "Vitamina", de Radio Horizonte.
Jueves 13, 19:00, "La jaula por dentro", de Radio Zero.
Viernes 14, 8:15, "Mañana será otro día", de Radio Concierto.
Viernes 14, 18:00, "Efecto Invernadero", de Radio Duna.
Sábado 15, ensayo en suplemento "Cultura", de La Tercera.
Domingo 16, entrevista en "Reportajes", de La Tercera.
Domingo 16, extracto del libro en La Nación Domingo.
Jueves 20, entrevista en Emol.
Viernes 21, entrevista en revista Capital.
Sábado 8, adelanto en revista El Sábado, de El Mercurio.
Miércoles 12, 12:00, lanzamiento en UAH.
Jueves 13, 8:30; "Vitamina", de Radio Horizonte.
Jueves 13, 19:00, "La jaula por dentro", de Radio Zero.
Viernes 14, 8:15, "Mañana será otro día", de Radio Concierto.
Viernes 14, 18:00, "Efecto Invernadero", de Radio Duna.
Sábado 15, ensayo en suplemento "Cultura", de La Tercera.
Domingo 16, entrevista en "Reportajes", de La Tercera.
Domingo 16, extracto del libro en La Nación Domingo.
Jueves 20, entrevista en Emol.
Viernes 21, entrevista en revista Capital.
Lunes 24, entrevista en radio Universidad de Chile.
Martes 25, entrevista en Bio Bio, la radio.
Viernes 28, entrevista en El Diario Financiero.
Martes 25, entrevista en Bio Bio, la radio.
Viernes 28, entrevista en El Diario Financiero.
Octubre
20070902
20070813
Western
20070731
20070730
El hombre que coleccionaba comienzos de novela
Harry, con las últimas fuerzas de su alma, pensaba que había que tener fe en la literatura. Pero costaba.
Tenía la costumbre de pasearse por las librerías en busca de comienzos de novelas que le devolvieran la fe. Le gustaban las librerías modernas de los centros comerciales, porque la luz halógena se reflejaba en los lomos de los libros. Le gustaba acercarse al mostrador principal y abrir al azar. "La primera vez que Juan", "La muerte tiene muchas caras", "Juanita se acercó al velador y levantó el arma", "La noche era fría y húmeda", "Cuando Pedro de Valdivia fundó Santiago nunca se imaginó que", "Al principio creó Dios el cielo y la tierra".
Progresivamente Harry iba consumiéndose en ira. Era una sensación difícil de manejar y no muy agradable. Estos, pensaba, eran los hijos de puta que le habían robado la vida. Afeitados mocosos becados por organismos internacionales o vendidos cuarentones que contaban grandes verdades que hasta un idiota podía entender.
"El padre de Juan tenía miedo de su hijo". "En el museo del Louvre, el más famoso del mundo, yacía asesinado un hombre maduro", "Yo antes no creía en nada", "El camino para conocerte a ti mismo pasa por amarte a ti mismo".
Afortunadamente las librerías tenían ciertas colecciones de libros fotográficos. "1000 desnudos". "Lesbianas y daguerrotipos". "Arte sexual". "Las mejores prostitutas de la historia". Harry abría cualquiera de esos libros y eran tanto mejores que los comienzos de novelas. ¿Eran novelas esas mierdas? ¿Qué eran?
Un libro de tapa muy brillante le devolvió su rostro, como si fuera un espejo. ¿Dónde se había jodido Harry? Le hubiera gustado que su novela dijera: "Harry no se reconoció". Pero era exactamente lo que veía en el aceitado papel couché: un cuarentón olvidado, con la barba a medio afeitar, ojeras, cara de mierda, que se equilibraba en la cuerda floja mientras toda su generación parecía tan segura de sí misma. "El cultivo de las flores es una de las actividades que más recompensas le pueden dar en la vida". "El sentido de todo lo que hacemos está en nosotros". "Si está pensando en ganar, es probable que lo logre". Alguna vez pensó que los libros eran el antídoto. Se había dado cuenta demasiado tarde de que no era así.
Tenía la costumbre de pasearse por las librerías en busca de comienzos de novelas que le devolvieran la fe. Le gustaban las librerías modernas de los centros comerciales, porque la luz halógena se reflejaba en los lomos de los libros. Le gustaba acercarse al mostrador principal y abrir al azar. "La primera vez que Juan", "La muerte tiene muchas caras", "Juanita se acercó al velador y levantó el arma", "La noche era fría y húmeda", "Cuando Pedro de Valdivia fundó Santiago nunca se imaginó que", "Al principio creó Dios el cielo y la tierra".
Progresivamente Harry iba consumiéndose en ira. Era una sensación difícil de manejar y no muy agradable. Estos, pensaba, eran los hijos de puta que le habían robado la vida. Afeitados mocosos becados por organismos internacionales o vendidos cuarentones que contaban grandes verdades que hasta un idiota podía entender.
"El padre de Juan tenía miedo de su hijo". "En el museo del Louvre, el más famoso del mundo, yacía asesinado un hombre maduro", "Yo antes no creía en nada", "El camino para conocerte a ti mismo pasa por amarte a ti mismo".
Afortunadamente las librerías tenían ciertas colecciones de libros fotográficos. "1000 desnudos". "Lesbianas y daguerrotipos". "Arte sexual". "Las mejores prostitutas de la historia". Harry abría cualquiera de esos libros y eran tanto mejores que los comienzos de novelas. ¿Eran novelas esas mierdas? ¿Qué eran?
Un libro de tapa muy brillante le devolvió su rostro, como si fuera un espejo. ¿Dónde se había jodido Harry? Le hubiera gustado que su novela dijera: "Harry no se reconoció". Pero era exactamente lo que veía en el aceitado papel couché: un cuarentón olvidado, con la barba a medio afeitar, ojeras, cara de mierda, que se equilibraba en la cuerda floja mientras toda su generación parecía tan segura de sí misma. "El cultivo de las flores es una de las actividades que más recompensas le pueden dar en la vida". "El sentido de todo lo que hacemos está en nosotros". "Si está pensando en ganar, es probable que lo logre". Alguna vez pensó que los libros eran el antídoto. Se había dado cuenta demasiado tarde de que no era así.
20070725
Kowtow
Una nueva palabra en el mundo anglo.
Ha aparecido, me da la impresión, en el ámbito del periodismo económico, y tiene que ver con los tratos que se hacen con China y sus autoridades. Google, por ejemplo, hizo kowtow con las autoridades chinas cuando accedió a bloquear el contenido que le pudiera molestar al gobierno.
También se puede usar en el ámbito de la vida privada. El antiguo "Espinita" es un activo practicante del kowtow.
20070720
20070718
Futbolistas con caña
Esto lo publiqué en la revista El Sábado, el sábado pasado.
Había una vez un futbolista al que, la verdad, no le importaba mucho el fútbol. No entrenaba nunca, no ahorraba y odiaba a los periodistas. Dedicó su juventud a tres cosas: fornicar, beber y jugar. En las tres fue un astro. La última, eso sí, fue la que lo convirtió en una estrella internacional. Se llamaba Mané Garrincha; fue campeón con Brasil en el Mundial de Chile de 1962. Terminó sus días como indigente alcohólico en un hospital de Río de Janeiro.Si hubiera tenido menos talento en sus pies, no conoceríamos su historia. Habría sido un pobre más, uno que, como muchos, no soportó y se mató de la forma habitual: tomando. Pero sabemos de Garrincha porque tenía el don. La mayoría, la gran mayoría de nosotros, no lo tenemos.Aquellos a quienes nos gusta como diablo el fútbol, pero no fuimos bendecidos con el talento para jugarlo, tenemos una salvación: verlo. Quien mira fútbol, quien mira fútbol de verdad, con interés, con pasión, desarrolla una intensa actividad mental. Ante nuestros ojos se despliega un apasionante y veloz ajedrez, un concierto fugaz de figuras humanas que se esfuerzan al máximo por llenar el espacio verde de la inmensa cancha.Aquellos que explotaron, templaron y domaron su don, ya sea en el Real Madrid o en San Luis de Quillota, no sólo mueven los pies por inspiración, sino que son dueños de una inteligencia física que no tiene nada que envidiarle a la matemática, a la científica, a la literaria, a la emocional. Son los jugadores de fútbol, y son capaces de algo que pocos pueden: ver ese código escondido que hace moverse a los compañeros y a los rivales en el tiempo y en el espacio, adivinar no sólo el pasado de la jugada, o el presente en el que están pateando el balón, sino el futuro. Lo llaman leer la cancha.Dios me hace jugar bien, dijo Maradona alguna vez. Por eso siempre me persigno cuando salgo a la cancha. Me sentiría traicionándolo si no lo hiciera.
LA TRAICIÓN DEL JUGADOR Y entonces, la serpiente, que tras el árbol espera para ofrecer la manzana.No: la manzana no viene en la forma de una muchacha con silicona pectoral, visos rubios falsos y grasa removida de su cintura. No viene tampoco como botellas de ron venezolano. Ni tiene que ver con la riqueza ni los autos último modelo ni irse a Europa ni los programas faranduleros. La serpiente no está afuera, está adentro, y dice: Esto no vale la pena". La serpiente se enrolla en el árbol y dice: Éste no es el mejor juego del mundo. Sesea y susurra: Ésta no es una gran aventura. Saca la lengua y añade: Driblear, pasarse a cinco y anotar; detener dos penales consecutivos; quitar una pelota de taquito, hacer una chilena no es gran cosa. Se acerca también a la oreja del entrenador: Ganar da lo mismo, saca la calculadora: empatar o perder por poco te puede convenir también.De pronto, el jugador le encuentra razón a la serpiente. ¿Qué hace ahí, en ese lugar en el que ganar da lo mismo? ¿Por qué no vive grandes aventuras? ¿Por qué no se convierte en el alma de la fiesta, en el florero de la mesa, en el curado chistoso y seco para las minas, en el pendenciero que es capaz de derrotar a quien se le ponga por delante, en el mejor de los peores, sin tener que demostrar nada en una cancha? ¿Por qué no puede ser normal?El escritor norteamericano Charles Bukowski alguna vez dijo que cuando estaba borracho –y estuvo muchas veces– se sentía un héroe que atraviesa el tiempo y el espacio. Me da la impresión de que con el carrete ocurre algo parecido. Pero, un momento. Si eres un futbolista profesional, que juega una Copa América, ya eres un héroe que atraviesa el tiempo y el espacio. Sin la farra en la ecuación, ya hay adrenalina en la cancha. Y es más: te pagan –y bien– por estar ahí. Es el síndrome del actor Hugh Grant, que aún emparejado con una de las mujeres más lindas del mundo, prefirió los servicios profesionales de una no muy agraciada prostituta. Así, personas que tienen la posibilidad de jugar una Copa América, uno de los grandes eventos del oficio que han elegido y se supone quieren, pueden llegar a considerar que es más interesante pasar una noche encerradas en una habitación tomando que salir a una cancha a jugarse la vida.Mientras más joven, menos piensa el jugador en estas cosas. Sorprendido con su talento, y encantado con él, el jugador adolescente suele ser un ejemplo, en comparación a sus colegas más veteranos, de entrega y alegría al jugar. No quiere decir esto que el gusto por el fútbol implique que el equipo gane, pero sí garantiza que juega. Y es en ese temblor bendito que los niños sub 20, sub 16, sub 14, respiran. Saben que los minutos que están en la cancha son los mejores momentos de sus vidas. Sospechan que costará mucho que vuelvan a repetirse.Pero la gente crece, y los juegos de ayer suelen transformarse en el trabajo de hoy o, lo que es peor, la pega. El problema con los futbolistas de hoy, dijo alguna vez el Kaiser Franz Beckenbauer, es que tienen demasiadas distracciones. Los jugadores de antes iban a los entrenamientos con revistas de fútbol en sus manos. Ahora, las más de las veces, se dedican a mirar el precio de sus acciones. Y en otra oportunidad añadió, refiriéndose a los jugadores de un específico equipo alemán: Son todos como prostitutas: fuman, son flojos y duermen todo el día.Es cierto. Las cosas son más complejas que como las presento aquí. No sé cómo es la psiquis de cada uno de los protagonistas del bochorno que fue la Copa América en Venezuela. No sé qué antiguas cuentas están cobrando, qué rencores guardan, qué traiciones han sufrido en sus vidas, qué quieren, creen, necesitan. Ignoro si tienen miedo de fracasar, de lesionarse, de terminar en la tercera división, o si en caso de llegar a Europa la nostalgia por las sopaipillas que les hace mamá les impida jugar. Pero sé qué es el fútbol, y sé notar si a alguien le gusta o no. ¿Por qué, si tienen uno de los mejores trabajos del mundo, parece que estos jugadores tuvieran uno de los peores? Sólo se me ocurre ensayar esta respuesta: si es que un jugador prefiere farrear, quiere decir que ese futbolista ha perdido las ganas de jugar. Ya no le gusta el fútbol. Como Hugh Grant: entre Elizabeth Hurley –probablemente mandona, difícil, compleja y bellísima– y los servicios fáciles, rápidos y descomplicados de la pobre y fea prostituta Divine Brown, elige a la última.Hay que decir que los futbolistas que en Venezuela al menos se arrojaron mermelada y jamón en el rostro y untaron mantequilla en el tapiz de la silla de un restaurante de hotel no son villanos. No han llegado al extremo de hacerse cortes en las cejas para hacer creer que el público malévolo les ha lanzado fuegos artificiales, y así clasificar en forma ilegítima a la siguiente fase. Pero aún en el tristemente célebre Maracanazo, había una suerte de brutal pasión que venía de la demencia de los jugadores chilenos. Más allá del dinero involucrado, de los contratos, de la política, hicieron la barbaridad que hicieron porque no querían quedar fuera de la cancha. Fueron unos sacos de brevas, pero aún con todo lo rasca del episodio, nuestros sacos de brevas.Una buena parte de la elite de los jugadores profesionales 2007, la parte que pone el jamón en la cara de algún estólido compañero en vez de hacerlo sobre el pan, no tiene esta hambre por seguir dentro del juego. Sólo esa indolencia explica el seis-uno en contra y el paupérrimo desempeño general en todos los partidos de Venezuela 2007. Sucede que esa parte de la elite, joven y millonaria, considera que pasar quince días en una concentración es una carga insoportable, una que debe ser exorcisada en discotecas, comportándose como si no fuera depositaria del talento que recibió. ¿Por qué esa suerte de código infantil que convierte en un derecho humano el esparcimiento, la recreación? ¿Qué tiene de malo encerrarse quince días, veinte días, un mes, dos, si el objetivo es ser campeón de algo? Cualquier empresa humana con objetivos altos implica sacrificios altos, muchas veces desgastadores. No hay ninguna novedad en esto.
QUE LES VUELVA A GUSTAR EL FÚTBOL Ningún jugador de fútbol está para que lo canonicen. Los únicos santos del fútbol que conozco son los del homónimo equipo brasileño en el que jugaba Pelé, y tal vez no sea casualidad que El Rey jugara ahí. Ninguna selección chilena ha sido célibe: las historias de farras y mujeres han ocurrido más veces que menos. La prensa tampoco es un dechado de buenos modales en la mesa, para qué estamos con cosas. Y los dirigentes de las últimas décadas pueden saber usar las servilletas, pero se les ha fiscalizado poco.La viga en los ojos de quienes piden sanciones y castigos para los implicados en los incidentes de jamón, mantequilla y alcohol ocurridos en Venezuela es grande.Pero hay un pequeño gran detalle. Nadie de los que está afuera de la cancha de fútbol tiene el don. Ninguno de los críticos que cada cierto tiempo se escandalizan con estas ocurrencias tiene la capacidad de ver el futuro y anticiparse físicamente a una jugada. Apenas poseemos la capacidad de apreciar la sacrosanta belleza de un buen partido, pero no podemos entender cómo ocurre.Nadie pide que los jugadores de fútbol sean unos monumentos a la moralidad y a las buenas costumbres. Lo único que uno modestamente pide, y no tiene idea cómo lograrlo, es que estos amermelados que se lanzan mermelada se reencanten con el juego, que les vuelva a gustar. O que a los niños que juegan en Canadá en estos días no se les olvide que estar en la cancha les gusta, les gusta mucho, los mata, los deja locos. Creo que no tenemos derecho a pedir que los futbolistas chilenos ganen siempre –aunque no estaría mal ganar siempre–. Pero sí tenemos derecho a exigir que el asunto les guste tanto como a nosotros. Nosotros, los malos para la pelota, mataríamos por ser buenos. Hubiéramos matado cuando chicos y, de no existir leyes que respetar, probablemente mataríamos ahora, de adultos. Hay muchos en la fila para ser un jugador de fútbol, pero lamentablemente pocos, muy pocos, que pueden llenar el puesto. Nosotros somos los normales; ellos, les guste o no, los excepcionales.
ALFREDO SEPÚLVEDA ES ACADÉMICO DE LA UNIVERSIDAD ALBERTO HURTADO, AUTOR DEL LIBRO DE CUENTOS SANGRE AZUL Y DE LA NOVELA LAS MUCHACHAS SECRETAS.
Había una vez un futbolista al que, la verdad, no le importaba mucho el fútbol. No entrenaba nunca, no ahorraba y odiaba a los periodistas. Dedicó su juventud a tres cosas: fornicar, beber y jugar. En las tres fue un astro. La última, eso sí, fue la que lo convirtió en una estrella internacional. Se llamaba Mané Garrincha; fue campeón con Brasil en el Mundial de Chile de 1962. Terminó sus días como indigente alcohólico en un hospital de Río de Janeiro.Si hubiera tenido menos talento en sus pies, no conoceríamos su historia. Habría sido un pobre más, uno que, como muchos, no soportó y se mató de la forma habitual: tomando. Pero sabemos de Garrincha porque tenía el don. La mayoría, la gran mayoría de nosotros, no lo tenemos.Aquellos a quienes nos gusta como diablo el fútbol, pero no fuimos bendecidos con el talento para jugarlo, tenemos una salvación: verlo. Quien mira fútbol, quien mira fútbol de verdad, con interés, con pasión, desarrolla una intensa actividad mental. Ante nuestros ojos se despliega un apasionante y veloz ajedrez, un concierto fugaz de figuras humanas que se esfuerzan al máximo por llenar el espacio verde de la inmensa cancha.Aquellos que explotaron, templaron y domaron su don, ya sea en el Real Madrid o en San Luis de Quillota, no sólo mueven los pies por inspiración, sino que son dueños de una inteligencia física que no tiene nada que envidiarle a la matemática, a la científica, a la literaria, a la emocional. Son los jugadores de fútbol, y son capaces de algo que pocos pueden: ver ese código escondido que hace moverse a los compañeros y a los rivales en el tiempo y en el espacio, adivinar no sólo el pasado de la jugada, o el presente en el que están pateando el balón, sino el futuro. Lo llaman leer la cancha.Dios me hace jugar bien, dijo Maradona alguna vez. Por eso siempre me persigno cuando salgo a la cancha. Me sentiría traicionándolo si no lo hiciera.
LA TRAICIÓN DEL JUGADOR Y entonces, la serpiente, que tras el árbol espera para ofrecer la manzana.No: la manzana no viene en la forma de una muchacha con silicona pectoral, visos rubios falsos y grasa removida de su cintura. No viene tampoco como botellas de ron venezolano. Ni tiene que ver con la riqueza ni los autos último modelo ni irse a Europa ni los programas faranduleros. La serpiente no está afuera, está adentro, y dice: Esto no vale la pena". La serpiente se enrolla en el árbol y dice: Éste no es el mejor juego del mundo. Sesea y susurra: Ésta no es una gran aventura. Saca la lengua y añade: Driblear, pasarse a cinco y anotar; detener dos penales consecutivos; quitar una pelota de taquito, hacer una chilena no es gran cosa. Se acerca también a la oreja del entrenador: Ganar da lo mismo, saca la calculadora: empatar o perder por poco te puede convenir también.De pronto, el jugador le encuentra razón a la serpiente. ¿Qué hace ahí, en ese lugar en el que ganar da lo mismo? ¿Por qué no vive grandes aventuras? ¿Por qué no se convierte en el alma de la fiesta, en el florero de la mesa, en el curado chistoso y seco para las minas, en el pendenciero que es capaz de derrotar a quien se le ponga por delante, en el mejor de los peores, sin tener que demostrar nada en una cancha? ¿Por qué no puede ser normal?El escritor norteamericano Charles Bukowski alguna vez dijo que cuando estaba borracho –y estuvo muchas veces– se sentía un héroe que atraviesa el tiempo y el espacio. Me da la impresión de que con el carrete ocurre algo parecido. Pero, un momento. Si eres un futbolista profesional, que juega una Copa América, ya eres un héroe que atraviesa el tiempo y el espacio. Sin la farra en la ecuación, ya hay adrenalina en la cancha. Y es más: te pagan –y bien– por estar ahí. Es el síndrome del actor Hugh Grant, que aún emparejado con una de las mujeres más lindas del mundo, prefirió los servicios profesionales de una no muy agraciada prostituta. Así, personas que tienen la posibilidad de jugar una Copa América, uno de los grandes eventos del oficio que han elegido y se supone quieren, pueden llegar a considerar que es más interesante pasar una noche encerradas en una habitación tomando que salir a una cancha a jugarse la vida.Mientras más joven, menos piensa el jugador en estas cosas. Sorprendido con su talento, y encantado con él, el jugador adolescente suele ser un ejemplo, en comparación a sus colegas más veteranos, de entrega y alegría al jugar. No quiere decir esto que el gusto por el fútbol implique que el equipo gane, pero sí garantiza que juega. Y es en ese temblor bendito que los niños sub 20, sub 16, sub 14, respiran. Saben que los minutos que están en la cancha son los mejores momentos de sus vidas. Sospechan que costará mucho que vuelvan a repetirse.Pero la gente crece, y los juegos de ayer suelen transformarse en el trabajo de hoy o, lo que es peor, la pega. El problema con los futbolistas de hoy, dijo alguna vez el Kaiser Franz Beckenbauer, es que tienen demasiadas distracciones. Los jugadores de antes iban a los entrenamientos con revistas de fútbol en sus manos. Ahora, las más de las veces, se dedican a mirar el precio de sus acciones. Y en otra oportunidad añadió, refiriéndose a los jugadores de un específico equipo alemán: Son todos como prostitutas: fuman, son flojos y duermen todo el día.Es cierto. Las cosas son más complejas que como las presento aquí. No sé cómo es la psiquis de cada uno de los protagonistas del bochorno que fue la Copa América en Venezuela. No sé qué antiguas cuentas están cobrando, qué rencores guardan, qué traiciones han sufrido en sus vidas, qué quieren, creen, necesitan. Ignoro si tienen miedo de fracasar, de lesionarse, de terminar en la tercera división, o si en caso de llegar a Europa la nostalgia por las sopaipillas que les hace mamá les impida jugar. Pero sé qué es el fútbol, y sé notar si a alguien le gusta o no. ¿Por qué, si tienen uno de los mejores trabajos del mundo, parece que estos jugadores tuvieran uno de los peores? Sólo se me ocurre ensayar esta respuesta: si es que un jugador prefiere farrear, quiere decir que ese futbolista ha perdido las ganas de jugar. Ya no le gusta el fútbol. Como Hugh Grant: entre Elizabeth Hurley –probablemente mandona, difícil, compleja y bellísima– y los servicios fáciles, rápidos y descomplicados de la pobre y fea prostituta Divine Brown, elige a la última.Hay que decir que los futbolistas que en Venezuela al menos se arrojaron mermelada y jamón en el rostro y untaron mantequilla en el tapiz de la silla de un restaurante de hotel no son villanos. No han llegado al extremo de hacerse cortes en las cejas para hacer creer que el público malévolo les ha lanzado fuegos artificiales, y así clasificar en forma ilegítima a la siguiente fase. Pero aún en el tristemente célebre Maracanazo, había una suerte de brutal pasión que venía de la demencia de los jugadores chilenos. Más allá del dinero involucrado, de los contratos, de la política, hicieron la barbaridad que hicieron porque no querían quedar fuera de la cancha. Fueron unos sacos de brevas, pero aún con todo lo rasca del episodio, nuestros sacos de brevas.Una buena parte de la elite de los jugadores profesionales 2007, la parte que pone el jamón en la cara de algún estólido compañero en vez de hacerlo sobre el pan, no tiene esta hambre por seguir dentro del juego. Sólo esa indolencia explica el seis-uno en contra y el paupérrimo desempeño general en todos los partidos de Venezuela 2007. Sucede que esa parte de la elite, joven y millonaria, considera que pasar quince días en una concentración es una carga insoportable, una que debe ser exorcisada en discotecas, comportándose como si no fuera depositaria del talento que recibió. ¿Por qué esa suerte de código infantil que convierte en un derecho humano el esparcimiento, la recreación? ¿Qué tiene de malo encerrarse quince días, veinte días, un mes, dos, si el objetivo es ser campeón de algo? Cualquier empresa humana con objetivos altos implica sacrificios altos, muchas veces desgastadores. No hay ninguna novedad en esto.
QUE LES VUELVA A GUSTAR EL FÚTBOL Ningún jugador de fútbol está para que lo canonicen. Los únicos santos del fútbol que conozco son los del homónimo equipo brasileño en el que jugaba Pelé, y tal vez no sea casualidad que El Rey jugara ahí. Ninguna selección chilena ha sido célibe: las historias de farras y mujeres han ocurrido más veces que menos. La prensa tampoco es un dechado de buenos modales en la mesa, para qué estamos con cosas. Y los dirigentes de las últimas décadas pueden saber usar las servilletas, pero se les ha fiscalizado poco.La viga en los ojos de quienes piden sanciones y castigos para los implicados en los incidentes de jamón, mantequilla y alcohol ocurridos en Venezuela es grande.Pero hay un pequeño gran detalle. Nadie de los que está afuera de la cancha de fútbol tiene el don. Ninguno de los críticos que cada cierto tiempo se escandalizan con estas ocurrencias tiene la capacidad de ver el futuro y anticiparse físicamente a una jugada. Apenas poseemos la capacidad de apreciar la sacrosanta belleza de un buen partido, pero no podemos entender cómo ocurre.Nadie pide que los jugadores de fútbol sean unos monumentos a la moralidad y a las buenas costumbres. Lo único que uno modestamente pide, y no tiene idea cómo lograrlo, es que estos amermelados que se lanzan mermelada se reencanten con el juego, que les vuelva a gustar. O que a los niños que juegan en Canadá en estos días no se les olvide que estar en la cancha les gusta, les gusta mucho, los mata, los deja locos. Creo que no tenemos derecho a pedir que los futbolistas chilenos ganen siempre –aunque no estaría mal ganar siempre–. Pero sí tenemos derecho a exigir que el asunto les guste tanto como a nosotros. Nosotros, los malos para la pelota, mataríamos por ser buenos. Hubiéramos matado cuando chicos y, de no existir leyes que respetar, probablemente mataríamos ahora, de adultos. Hay muchos en la fila para ser un jugador de fútbol, pero lamentablemente pocos, muy pocos, que pueden llenar el puesto. Nosotros somos los normales; ellos, les guste o no, los excepcionales.
ALFREDO SEPÚLVEDA ES ACADÉMICO DE LA UNIVERSIDAD ALBERTO HURTADO, AUTOR DEL LIBRO DE CUENTOS SANGRE AZUL Y DE LA NOVELA LAS MUCHACHAS SECRETAS.
20070604
¿Heil Grass?
Me informan que en la biografía del viejo Gunter Grass, el reconocimiento de su pasado como miembro de las Waffen S.S. -el brazo "militar" del partido nazi- es una parte del total que no está detallado (corríjanme si me equivoco).
Las S.S. -no confundir con la Gestapo- tienen su origen en el partido nazi mismo, pero se incorporaron al aparato militar alemán como un componente más. Hay cierta corriente de pensamiento que últimamente está por considerarlas "apolíticas", es decir, serían una fuerza militar y no un aparato represivo (lo que no quiere decir que no hayan cometido atrocidades). Gunter Grass ciertamente no es de esta idea, y tampoco la gran mayoría de Alemania. De ahí el escándalo.
En una New Yorker reciente, Grass entrega un testimonio personal, detalladísimo, de su paso por la guerra como un muchacho de 17 años. Leerlo es la mejor manera de hacerse un juicio al respecto.
Las S.S. -no confundir con la Gestapo- tienen su origen en el partido nazi mismo, pero se incorporaron al aparato militar alemán como un componente más. Hay cierta corriente de pensamiento que últimamente está por considerarlas "apolíticas", es decir, serían una fuerza militar y no un aparato represivo (lo que no quiere decir que no hayan cometido atrocidades). Gunter Grass ciertamente no es de esta idea, y tampoco la gran mayoría de Alemania. De ahí el escándalo.
En una New Yorker reciente, Grass entrega un testimonio personal, detalladísimo, de su paso por la guerra como un muchacho de 17 años. Leerlo es la mejor manera de hacerse un juicio al respecto.
20070529
¡Nace una estrella!
Corríjanme si me equivoco, pero este hombre es la primera estrella seria de la blogósfera chilena... Es el famoso "Chilecomenta". Aquí la última entrega (larga, 9 minutos). El de abajo parece ser un clásico.
20070524
Mares de Titán
El viejo Kurt escribió "Las sirenas de Titán". Se murió, y la sonda Cassini envía semanas después fotos de los mares que hay en Titán, la luna más grande de Saturno. ¿Qué tal?
20070522
Shrek!
Hace unos años compré el "Shrek!" original, el de William Steig. Es un libro diferente al Shrek! de la película. El Shrek de Steig es feo feo, y algo malo. Pero -leo en una columna del New Yorker, y comparto la idea- lo que más lo caracteriza es que es una especie de ciego ante la belleza, y por lo tanto un inmune a todo. El se va por la vida en busca de algo... hasta que lo encuentra: una princesa tan fea como él: "Y vivieron horribles para siempre".
Se viene ahora la tercera parte de la saga. A mí la primera me pareció soberbia. El New Yorker dice que el gustillo anti-Disney que tenía la primera se ha hecho cada vez más amargo.
20070518
Los rayos X de las buenas canciones
Una compañía estadounidense, Platinum Blues, se dedica a analizar patrones matemáticos en las canciones. Es decir, toman categorías como ritmo o tono, y además el contexto social de las canciones y las estudian con modelos computacionales. Lo han hecho con millones de temas que se pueden bajar legalmente. Acto seguido, han visto dónde se ubican en un gráfico las canciones que han tenido más éxito, las más vendidas. Y han identificado "clusters", nubes donde grupos de centenas de miles de canciones caen. Y venden este conocimiento a las disqueras. Las disqueras tienen un nuevo tema, y esta empresa lo analiza y ve qué tan lejos o cerca está de los clusters exitosos. Y parece que le achuntan. Y además sirve para recomendar canciones.
Una conferencia con Mike McCready, el dueño de la compañía, en la nueva página de la revista New Yorker.
Una conferencia con Mike McCready, el dueño de la compañía, en la nueva página de la revista New Yorker.
Bernardo: terminé el manuscrito
¡Terminé!
Yes yes yes. Oh yeah, yes yes yes. Oh my god, yes yes yes!
436 páginas.
Ahora falta tapar algunos baches y estamos.
Yes yes yes. Oh yeah, yes yes yes. Oh my god, yes yes yes!
436 páginas.
Ahora falta tapar algunos baches y estamos.
20070516
Mejor comienzo de novela chilena
Por razones que tienen que ver con mis deficiencias, carencias y envidias, nunca me simpatizó Alejandro Zambra, pese a que no lo conozco personalmente. Alguna vez le ofrecí puñetes virtuales a través de la sección de cartas de LUN a raíz de un ataque que recibí cuando él criticaba libros en ese diario: no sé cómo entré -para mal- en el baile de un libro en el que yo no tenía nada que ver. Me atacó por lo de siempre: Zona de Contacto, cuicos, ABC1, escritores pendejos e idiotas...
Ayer en una librería le di un vistazo a su última novela "La vida privada de los árboles". El título ya me parecía endiabladamente bueno, pero tengo que decir que las dos páginas iniciales que leí son lejos el mejor comienzo de novela que he leído jamás en la literatura chilena. Hay algo allí que no había visto nunca. Creo que es un uso de la poesía que no es falso ni mamón, y que ni siquiera se nota mucho. De veras me tocó. Primero lo envidié y después me alegré de que esas dos páginas existieran. Así es la cosa.
Ayer en una librería le di un vistazo a su última novela "La vida privada de los árboles". El título ya me parecía endiabladamente bueno, pero tengo que decir que las dos páginas iniciales que leí son lejos el mejor comienzo de novela que he leído jamás en la literatura chilena. Hay algo allí que no había visto nunca. Creo que es un uso de la poesía que no es falso ni mamón, y que ni siquiera se nota mucho. De veras me tocó. Primero lo envidié y después me alegré de que esas dos páginas existieran. Así es la cosa.
20070502
Esto está bueno
Lejos, lo mejor que he leído sobre el tema de la Educación en estos últimos meses. Beltrán Mena, el domingo pasado, en Artes y Letras de El Mercurio:
____
La Escuela
Las escuelas que conocemos monopolizan los sueños y preparan mal para alcanzarlos. El reciente debate sobre educación expuso un espectro de opiniones amplio sólo en apariencia. Muchas propuestas para gestionar las escuelas, pero ninguna que cuestionara la necesidad de su existencia.
Educación sí, ¿pero por qué escuelas? Las que tenemos son cajas donde entran niños indiferenciados y salen mejor o peor preparados para ingresar a la siguiente caja -la universidad- el resto se desparrama por las praderas y se convierte en cazador recolector. La caja contiene profesores, programas de estudio y computadores (muy importantes, los computadores).
Este esquema se parece mucho a una fábrica e induce a gestionarlo como fábrica: ¿Más demanda? Más fábricas, o más eficientes. Pero mientras creamos que el único que puede educar es un profesor y el único lugar dónde hacerlo es la escuela, estamos condenados a la fabricación de ciudadanos estándar que habitarán un país estándar. La ecuación que exige "educación para todos" y "educación de calidad" no tiene solución bajo estos supuestos. Podemos intentarlo heroicamente, pero no tiene solución.
Estamos perdiendo el talento de los niños que educamos, pero también mucho talento que está fuera de las escuelas y que podría educarlos, que hoy no cuenta con la licencia ni los canales para hacerlo.
Hemos confundido los fines con los medios, educación con escolaridad. Debemos recordar que se educa a un niño para tres cosas: para que sea buena persona, para que sea buen ciudadano y para que desarrolle sus talentos. La ecuación no se resolverá ajustando las variables existentes, si no abriendo grandes puertas en el esquema actual, ideas de gestión que recluten el abundante talento que existe más allá del magisterio
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La Escuela
Las escuelas que conocemos monopolizan los sueños y preparan mal para alcanzarlos. El reciente debate sobre educación expuso un espectro de opiniones amplio sólo en apariencia. Muchas propuestas para gestionar las escuelas, pero ninguna que cuestionara la necesidad de su existencia.
Educación sí, ¿pero por qué escuelas? Las que tenemos son cajas donde entran niños indiferenciados y salen mejor o peor preparados para ingresar a la siguiente caja -la universidad- el resto se desparrama por las praderas y se convierte en cazador recolector. La caja contiene profesores, programas de estudio y computadores (muy importantes, los computadores).
Este esquema se parece mucho a una fábrica e induce a gestionarlo como fábrica: ¿Más demanda? Más fábricas, o más eficientes. Pero mientras creamos que el único que puede educar es un profesor y el único lugar dónde hacerlo es la escuela, estamos condenados a la fabricación de ciudadanos estándar que habitarán un país estándar. La ecuación que exige "educación para todos" y "educación de calidad" no tiene solución bajo estos supuestos. Podemos intentarlo heroicamente, pero no tiene solución.
Estamos perdiendo el talento de los niños que educamos, pero también mucho talento que está fuera de las escuelas y que podría educarlos, que hoy no cuenta con la licencia ni los canales para hacerlo.
Hemos confundido los fines con los medios, educación con escolaridad. Debemos recordar que se educa a un niño para tres cosas: para que sea buena persona, para que sea buen ciudadano y para que desarrolle sus talentos. La ecuación no se resolverá ajustando las variables existentes, si no abriendo grandes puertas en el esquema actual, ideas de gestión que recluten el abundante talento que existe más allá del magisterio
20070418
Más Vonnegut
Una de las razones por las que comencé a leer a Vonnegut hace muchos años fue este puñado de frases que figuran en las dos primeras páginas de "Las Sirenas de Titán".
"La humanidad, ignorante de las verdades que yacen dentro de cada ser humano, miró hacia afuera; empujó más allá. Lo que la humanidad pretendía aprender en este impulso hacia el exterior era quién estaba realmente a cargo de toda la creación, y de qué se trataba toda la creación.
La humanidad envió a sus adelantados agentes hacia el exterior, siempre al exterior. Al final, los terminaría disparando hacia el espacio, hacia el descolorido, insípido e ingrávido mar de exterioridad sin fin.
Los arrojó como piedras.
Estos infelices agentes encontraron lo que ya se hallaba en abundancia en la Tierra; una pesadilla de sinsentido sin fin. Los dones del espacio, de la exterioridad infinita, eran tres: heroísmo vacío, comedia pobre y muerte absurda.
El exterior perdió, por fin, sus atracciones imaginadas.
Solo el interior quedaba para ser explorado.
Solo el alma humana permanecía como terra incognita".
Si esto no es ser un escritor, no sé qué es.
20070412
20070227
Bernardo: primer párrafo
Cuando ya voy en los 900 mil caracteres de "Bernardo, una biografía no autorizada de Bernardo O'Higgins", no sé si tomarme un whisky o ir a una casa de huifas. Ha sido un largo trabajo que aún no termina, pero quiero compartir con ustedes al menos el primer párrafo del libro.
Introducción
A las cinco de la tarde del nueve de julio de 1824, una comitiva de siete hombres, más sus criados de confiaza, cocineros y arrieros, “zambos”, negros y blancos, partió de Trujillo, en el norte de Perú, a encontrarse con el ejército de Simón Bolívar que entonces luchaba por liberar Lima del dominio realista. Lo que se les venía encima era un penoso viaje de más de seiscientos kilómetros hasta Huancayo, en plena sierra. En el grupo había una nada de extraña mezcla de intereses financieros, políticos y militares. Dos de los viajeros eran ingleses con intereses mineros en la zona; otros dos eran soldados que iban en camino a reincorporarse a las filas de Bolívar: un colombiano y un chileno, José Domingo Allende. Iba también el argentino Tomás Guido, que hasta pocos años antes había sido una suerte de mano derecha del general José de San Martín. Y también iba un admirador de Darwin y emulador de sus dibujos naturalistas: era un irlandés llamado Thomas Nowles que respondía al sobrenombre de John Thomas, bueno para dibujar plantas desconocidas y tomar apuntes del viaje y especialmente de la vida del último de los pasajeros, el de pasado más ilustre y a la vez oscuro, un general chileno con apellido irlandés, colorín, bajo y rechoncho, que un año y medio antes había detentado el poder absoluto en su país pero había sido derrocado por su general más fiel y engañado por su amante. Se llamaba Bernardo O’Higgins.
Introducción
A las cinco de la tarde del nueve de julio de 1824, una comitiva de siete hombres, más sus criados de confiaza, cocineros y arrieros, “zambos”, negros y blancos, partió de Trujillo, en el norte de Perú, a encontrarse con el ejército de Simón Bolívar que entonces luchaba por liberar Lima del dominio realista. Lo que se les venía encima era un penoso viaje de más de seiscientos kilómetros hasta Huancayo, en plena sierra. En el grupo había una nada de extraña mezcla de intereses financieros, políticos y militares. Dos de los viajeros eran ingleses con intereses mineros en la zona; otros dos eran soldados que iban en camino a reincorporarse a las filas de Bolívar: un colombiano y un chileno, José Domingo Allende. Iba también el argentino Tomás Guido, que hasta pocos años antes había sido una suerte de mano derecha del general José de San Martín. Y también iba un admirador de Darwin y emulador de sus dibujos naturalistas: era un irlandés llamado Thomas Nowles que respondía al sobrenombre de John Thomas, bueno para dibujar plantas desconocidas y tomar apuntes del viaje y especialmente de la vida del último de los pasajeros, el de pasado más ilustre y a la vez oscuro, un general chileno con apellido irlandés, colorín, bajo y rechoncho, que un año y medio antes había detentado el poder absoluto en su país pero había sido derrocado por su general más fiel y engañado por su amante. Se llamaba Bernardo O’Higgins.
20070118
El futuro es nuestro
En el futuro serás flaca. En el futuro sabrás más de lo que sabes ahora. En el futuro el gobierno cumplirá tus sueños. En el futuro los fracasos de hoy mutarán en triunfos resonantes. En el futuro seremos desarrollados. En el futuro Transantiago hará de esta ciudad una delicia. En el futuro ese dolor de muelas, esa molestia en el brazo, se irán. En el futuro quienes te odian te amarán. En el futuro la pegarás, la llevarás, te forrarás. Ven conmigo, te ofrezco el futuro.
Siete años después...
-Oiga, pero no estoy más flaca, sigo igual de tonto, el gobierno me traicionó, sigo igual de perdedor, seguimos siendo subdesarrollados, Santiago es un mierda, me duelen las muelas y el brazo, me odian, no lo logré, no soy líder, soy pobre. Devuelvan la plata.
-Mira, la plata no te la podemos devolver, pero esto se arregla fácil: por una módica suma sígueme de nuevo. Tenemos el futuro por delante.
20070101
Juan Segura
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